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El Organismo Internacional de la Energía Atómica exige a Irán el cese de su actividad nuclear

El régimen de los ayatolás asegura que "no cederá" y que producirá combustible nuclear

La Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha aprobado esta tarde en Viena, sin voto y por consenso, una resolución que insta a Irán a que paralice todas las actividades relacionadas con su programa de enriquecimiento de uranio, en referencia a la reapertura de la central nuclear de Isfahán, precintada desde noviembre y que ayer entró de nuevo en funcionamiento. La falta de consenso había impedido hasta hoy al OIEA emitir una resolución sobre el crisis nuclear. Horas antes del pronunciamiento del organismo, Estados Unidos ha acusado al régimen de los ayatolás de abusar del derecho a acceder a la tecnología nuclear para fines pacíficos, así como de usar su programa atómico civil para enmascarar sus verdaderas intenciones militares.

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La resolución ha sido anunciada poco después de iniciarse la reunión extraordinaria de la Junta -órgano ejecutivo del organismo integrado por 35 países-, convocada de forma urgente por la Unión Europea (UE) tras el órdago lanzado por Irán. La resolución expresa su "seria preocupación" por la reactivación de la planta, donde fueron retirados ayer los precintos del OIEA que sellaban esa instalación desde noviembre del pasado, y pide al director general del OIEA, Mohamed El Baradei, que elabore un informe antes del 3 de septiembre. El informe técnico de El Baradei debe reflejar si Irán cumple todas las exigencias del Acuerdo de Salvaguardas del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP).

La resolución "urge" a Irán a "restablecer la plena suspensión voluntaria de todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento", incluyendo la producción del gas que se introduce en centrifugadoras para la enriquecer uranio. Además, insta a Teherán a que permita al OIEA colocar nuevamente los precintos que fueron retirados de Isfahan. En esta central no enriquece uranio, pero sí el triturado y purificado de este mineral, un paso previo al enriquecimiento. Mediante este segundo proceso, se fabrica combustible para alimentar a los reactores nucleares, pero también se puede emplear para fabricar bombas atómicas.

Irán reitera que está en su derecho

La reunión de la Junta había sido interrumpida el martes y aplazada sucesivamente debido a que a algunos países en desarrollo del bloque de los No Alineados se resistían a criticar a Irán porque la suspensión de sus actividades de enriquecimiento de uranio fue una medida voluntaria para la creación de confianza y no algo legalmente vinculante. Hace una semana, la troika europea -Alemania, Francia y Reino Unido- entregó a Teherán una nueva propuesta de acuerdo para que Irán abandone de forma definitiva su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de incentivos económicos, tecnológicos y políticos, pero el Gobierno iraní la tachó de "inaceptable". Defendiendo su derecho a utilizar la energía nuclear para fines pacíficos, Irán procedió luego a reactivar la planta de Isfahan.

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Irán -país del bloque de los No Alineados que pertenece al OIEA, pero no integra la Junta de Gobernadores- ha subrayado tras conocer el texto de la resolución que "no cederá" a las presiones para suspender sus actividades atómicas y "se convertirá en un productor de combustible (nuclear) en una década", en palabras del jefe de la delegación iraní ante el OIEA, Sirus Nasseri. En declaraciones a la prensa tras concluir la reunión urgente de Viena, Nasseri ha acusado a los países industrializados de negar a su país el acceso a la producción de combustible nuclear mediante el enriquecimiento. Dicha negación "se limita ahora a Irán, pero será ampliada a todos los países en desarrollo si Irán cede", ha advertido el diplomático.

Por su parte, el presidente de EE UU, George W. Bush, ha afirmado que el llamamiento del OIEA es un "primer paso positivo" durante una declaración realizada desde su rancho de Crawford al término de la reunión que hoy mantuvo con los máximos responsables de Defensa y Política Exterior de su Gobierno. Tras reiterar que Washington seguirá abordando esta crisis junto a sus aliados europeos, el presidente de EE UU ha añadido que el mundo está de acuerdo en que Irán no debería tener los medios para desarrollar armamento nuclear.

Un miembro de los servicios de seguridad vigila la planta de conversión de uranio de Isfahán, en Irán.
Un miembro de los servicios de seguridad vigila la planta de conversión de uranio de Isfahán, en Irán.AP

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