El Papa Benedicto XVI llega a Colonia para encontrarse con los jóvenes

El Papa Benedicto XVI ha llegado esta mañana a Colonia (Alemania) para iniciar su primer viaje fuera de Italia desde que fuera elegido el pasado 19 de abril. Se trata de una herencia que le dejó su antecesor, las Jornadas Mundiales de la Juventud, que además este año se celebran en el país de origen del Pontífice. Benedicto XVI se ha declarado "muy emocionado" tanto por visitar su país natal como por participar en este encuentro juvenil.

El Papa ha sido recibido en el aeropuerto por el presidente alemán, Horst Köller, que ha presenciado cómo, al asomar por la puerta del avión, una ráfaga de viento le arrancaba al pontífice el solideo de la cabeza. El Pontífice se ha tomado con humor las bromas del viento, que durante toda la ceremonia de bienvenida le escondía la cara con la estola y le alborotaba el pelo. A diferencia de su predecesor, Juan Pablo II, Benedicto XVI no ha besado el suelo al bajar la escalerilla, sino que ha saludado a las autoridades que le esperaban y ha escuchado los gritos de "Benedetto, Benedetto" lanzados por un grupo de jóvenes alemanes e italianos que se encontraban en el aeropuerto.

Joseph Ratzinger ha expresado, nada más llegar, su "inmensa alegría" por estar en su "querida patria Alemania" y su dicha por "estar entre los jóvenes, de apoyar su fe y de animar su esperanza", al tiempo que espera recibir algo de ellos, "sobre todo de su entusiasmo, de su sensibilidad, y de su disponibilidad para afrontar los desafíos del futuro". Ante la celebración de las Jornadas de la Juventud, el Pontífice ha declarado que los jóvenes "son una fuerza de paz para el mundo actual y para el futuro". Antes de subir al avión en Italia, ha comentado su alegría por visitar su patria y a los jóvenes, "un acontecimiento extraordinario con jóvenes de todos los países y de todas las culturas en busca de la verdad". En su opinión, "será un evento marcado por la amistad, la alegría y la paz".

400.000 jóvenes de todo el mundo

El Papa ha salido del aeropuerto romano de Ciampino poco después de las 10 de la mañana y ha llegado a Colonia poco antes del mediodía. Se trata del primer viaje de Joseph Ratzinger al extranjero desde que fue elegido para el Sillón de San Pedro, ya que hasta ahora su única salida había sido el 29 de mayo, cuando viajó a Bari, en el sur de Italia, para clausurar el XXIV Congreso Eucarístico Nacional italiano.

En el aeropuerto fue despedido por el cardenal camarlengo, el español Eduardo Martínez Somalo; el decano del Sacro Colegio Cardenalicio y secretario de Estado, Angelo Sodano; el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, y el obispo de la diócesis de Albano, en cuya diócesis está Ciampino, Marcello Semeraro. Mientras, la ciudad de Colonia espera al Pontífice en un ambiente de fiesta para celebrar las Jornadas de la Juventud, acto que Juan Pablo II convirtió en un auténtico acontecimiento, reuniendo a cientos de miles de jóvenes en cada una de sus celebraciones.

Esta vez, se espera que más 400.000 muchachos de todo el mundo, que se encuentran ya en la región alojados en campamentos, albergues y otros lugares, participen en las jornadas. Cerca de 4.000 agentes vigilarán la seguridad de la celebración. La plaza de la catedral de Colonia era ayer un mar de banderas: desde la de la comunidad autónoma de La Rioja a la chilena, o la de Palestina. De un lado a otro los jóvenes coreaban, con estilo futbolero, "Be-ne-detto", por el nombre del Papa. Otros respondían: "Papa-razzi", en alusión al nombre de Ratzinger que Benedicto XVI llevaba de civil.