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VIOLENCIA EN IRAK

El coste diario de la ocupación de Irak supera ya al de la guerra de Vietnam

Crece el descontento de los estadounidenses por la gestión del conflicto, según un sondeo

La estampida que ayer provocó la muerte de casi mil chiíes durante una peregrinación religiosa en Irak agrava aún más la herida abierta en un país cuya sangre, árabe y norteamericana, salpica incesantemente al presidente George W. Bush. La noticia de la tragedia llegaba el mismo día en que se publicaba un informe titulado El atolladero de Irak. El creciente coste de la guerra y las razones para traer a las tropas a casa, en el que los centros de estudios liberales Institute for Policy Studies y Foreign Policy in Focus denuncian que el coste diario del conflicto iraquí ya supera al de la guerra de Vietnam.

EE UU invierte en la ocupación de Irak 5.600 millones de dólares mensuales (4.500 millones de euros). "Comparativamente, y ajustando la inflación, los ocho años de guerra de Vietnam costaron 5.100 millones mensuales", se dice en el informe. Desde 2003 el Congreso ha aprobado presupuestos para la guerra por valor de 204.000 millones de dólares y próximamente autorizará otros 45.000 millones. Si esas cifras se trasladan al bolsillo de los ciudadanos, resulta que cada estadounidense está pagando 727 dólares para financiar la guerra.

"La guerra de Irak está siendo el esfuerzo militar más caro de los últimos 60 años", afirman Phyllis Bennis y Erik Leaver, autores del estudio, que calcula que el coste total de Vietnam fue de 600.000 millones de dólares y vaticinan que esa cifra podría ser superada por este conflicto. Además, basándose en proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, el estudio vaticina que el déficit estadounidense de casi 400.000 millones de dólares podría duplicarse en los próximos diez años como consecuencia de las guerras de Irak y Afganistán.

Pero su análisis no se limita a la economía. En el estudio también se subrayan los costes humanos (casi 2.000 víctimas estadounidenses y cerca de 100.000 iraquíes), sociales (recorte de presupuestos en sanidad y educación en EE UU), de seguridad (los ataques terroristas en Irak y el mundo se han disparado desde 2002) y de degradación de los derechos humanos que está teniendo la ocupación, presentando una imagen muy oscura de una guerra de la que los estadounidenses también comienzan a dudar.

El diario The Washington Post publicaba ayer una encuesta que muestra que el índice de aprobación popular de la gestión del presidente Bush respecto a Irak sigue cayendo: el 57% de los estadounidenses opina que no está haciendo bien su trabajo mientras que sólo el 45% aprueba su labor. No obstante, aún hay una mayoría del 54% que piensa que las tropas deben permanecer en Irak frente al 44% que se pronuncien a favor de la retirada. La voz de éstos comienza a oírse más fuerte desde la irrupción en la escena política de la madre coraje Cindy Sheehan. Su acampada pacifista frente al rancho de Bush para exigirle explicaciones por la muerte de su hijo en la guerra cuenta con el apoyo del 53% de los consultados, según la misma encuesta.

Ante el caos en el que está inmerso Irak, Bush se prepara iniciar una gira por EE UU con la intención de recuperar el apoyo popular, que empieza a flaquear incluso entre los miembros de su partido. "Nuestra presencia en Irak ha desestabilizado Oriente Próximo y cuanto más la prolonguemos, más inestable será", dijo la semana pasada el senador republicano por Nebraska, Chuck Hagel.

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Ayer Bush prefirió mantenerse en silencio tras lo ocurrido en Irak, quizás para demostrar que su prioridad en tiempos de crisis nacional como la provocada con el huracán Katrina no son los iraquíes sino sus compatriotas. Pero también es posible que su discurso sobre Irak se esté agotando. El martes, en un giro inesperado, recurrió al petróleo para defender la ocupación de Irak. "No podemos permitir que los pozos iraquíes caigan en manos de Abu Musab al Zarqaui y financien sus ambiciones terroristas" dijo durante un discurso ante militares en San Diego. Con los precios del crudo por las nubes es posible que esa excusa, que siempre rechazó para justificar la invasión, le ayude ahora a salir temporalmente de la crisis.

Una peregrina herida es ingresada en un hospital de Bagdad.
Una peregrina herida es ingresada en un hospital de Bagdad.ASSOCIATED PRESS

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