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Un informe independiente dice que la ineficacia de la ONU permitió un fraude petrolero en Irak

La auditoria responsabiliza a Kofi Annan y al Consejo de Seguridad de los errores de gestión del programa Petróleo por Alimentos

El comité independiente que desde hace un año examina el programa Petróleo por Alimentos para Irak de Naciones Unidas ha presentado hoy su informe, en el que denuncia una "evasión" de responsabilidades y comportamientos poco éticos a todos los niveles de la organización. El director del estudio y ex presidente de la Reserva Federal estadounidense, Paul Volcker, ha dicho que "la responsabilidad está muy repartida", principalmente entre el Consejo de Seguridad y el secretario general, Kofi Annan. Este último ha admitido ya en un comunicado su parte de culpa por los errores cometidos.

El estudio denuncia una grave ausencia de autoridad a la hora de realizar las auditorías internas y controles administrativos, según informa el corresponsal de EL PAÍS Sandro Pozzi. El comité recomienda pues a Naciones Unidas que se dote urgentemente de "un liderazgo fuerte" que prevenga en el futuro comportamientos "ilícitos, poco éticos y corruptos". El por ahora líder del organismo, Annan, ha admitido que el informe es crítico y ha dicho aceptar esas críticas, según informa la agencia de noticias France Presse. "La comisión ha establecido que la gestión del programa se caracterizó por una administración débil, con controles y auditorías inadecuadas; como máximo administrador de la ONU, asumo la responsabilidad de los fallos que se han revelado, tanto en la implementación del programa como en el funcionamiento del Secretariado", ha dicho.

"Se evitaron muchas muertes, pero..."

El informe asegura que el programa de la ONU "evitó un seria crisis alimentaria" y "probablemente redujo las muertes por malnutrición"; "sin duda, se evitaron muchos fallecimientos", precisa. Sin embargo, "al mismo tiempo muchas cosas fueron mal, dañándose la reputación y credibilidad de Naciones Unidas". La responsabilidad "no es exclusiva" del secretario general; de hecho, el informe extiende las culpas al Consejo de Seguridad por no haber definido con claridad la política, parámetros y responsabilidades administrativas del programa. A resultas de los fallos de unos y otros, "ni el secretario general ni el Consejo de Seguridad estaban al frente" del programa.

Annan tiene una "responsabilidad significativa" por todo esto, pero también por no reconocer su culpa por los fallos del programa, el principal de ellos no haber vigilado su buena marcha, manteniendo atadas en corto a las autoridades iraquíes. Así las cosas, el ex presidente iraquí Sadam Husein se las arregló para sacar partido al programa para sus propios fines, "manipulando" sus fines originales. Sin embargo, precisa, las artimañas del dictador para sacar dinero de forma ilícita de la producción petrolífera de su país pese al embargo decretado por EE UU tuvieron más éxito fuera de los límites del programa humanitario que por los fallos de éste (casi 11.000 millones de dólares en el primer caso frente a los 1.800 millones del segundo).

El informe analiza un tema especialmente delicado para Annan: sus relaciones con la empresa de inspecciones suiza Cotecna, para la que trabajó su hijo Kojo antes de que la compañía se hiciera con el contrato. No hay "pruebas candentes" que permitan acusar a Kofi Annan de un conflicto de interés; respecto a su hijo, es probable que se le acuse de utilizar el nombre de su padre en beneficio propio.

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Sadam, sin armas de destrucción masiva

El programa Petróleo por Alimentos tenía como objeto comprar crudo al régimen del ex presidente Sadam Husein a cambio de comida y medicamentos, puesto que Irak estaba hasta la invasión estadounidense de 2003 bajo embargo internacional. Se creó tras la invasión de Kuwait y la guerra ulterior de 1990, y permitió que Irak vendiera petróleo por valor de 64.000 millones de dólares desde 1996 a 2003. Sin embargo, un informe del Congreso norteamericano conocido en noviembre concluyó que el ex presidente iraquí había obtenido 17.000 millones de dólares de forma ilícita gracias a este programa; ahora, el estudio de la comisión independiente rebaja la cifra a 1.800 millones

En cualquier caso, una de las conclusiones más graves del informe es que Naciones Unidas necesita una "reforma completa" y la necesita "urgentemente". Y resalta: "Lo que una investigación tras otra ha dejado claro es que debe llevarse a cabo un cambio real en un ámbito muy extenso". La comisión pone deberes a la Asamblea General para que lleve a cambio estas medidas como muy tarde el año que viene, puesto que no hacerlo podría "erosionar el apoyo público, reducir su eficacia y deshonrar los ideales sobre los que se construyó la ONU".

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