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Reportaje:

Mi padre se llama Perón

Una juez ordena la exhumación del cadáver del ex presidente argentino para verificar si Marta Holgado, de 71 años, es su hija

Pasados 31 años desde su muerte, Juan Domingo Perón sigue estando muy presente en la vida de los argentinos, y no sólo por las constantes referencias hacia su persona en la política -más todavía en plena campaña electoral-, sino también por las recurrentes noticias referentes a sus restos. La última polémica se centra en torno a la batalla legal desatada tras la orden de la juez Mirtha Ilundain de exhumar el cadáver del ex presidente argentino a fin de practicarle una prueba de ADN para determinar si una mujer de 71 años, Marta Holgado, es hija del general. La decisión ha sido recurrida por la que fuera última esposa de Perón, María Estela Martínez, y esta semana un tribunal de apelación deberá pronunciarse.

Isabelita, la ex esposa y heredera del mandatario, lucha para impedir la prueba de ADN

El que fuera tres veces presidente de Argentina estuvo casado en otras tantas ocasiones. Sus esposas fueron Aurelia Tizó, Eva María Duarte (Evita) y María Estela Martínez (Isabelita), quien a su muerte, en 1974, le sucedió en el cargo como presidenta y fue depuesta en 1976 por una Junta militar encabezada por el general Jorge Videla. Con ninguna de las tres tuvo hijos y algunos historiadores sostienen que el ex presidente era estéril. Sin embargo, María Estela Martínez ha negado esta versión y en una entrevista realizada en 1993 aseguró que se había quedado embarazada de Perón en dos ocasiones, aunque las gestaciones no llegaron a término.

Según Marta Holgado, el general y su madre mantuvieron una relación sentimental entre 1932 y 1933. Fruto de ésta nació en julio de 1934 Marta, quien no supo nada hasta que a los 19 años fue el mismo Perón quien, a la muerte de Evita, le relató la historia. En 1992 inició ante los tribunales el proceso para ser reconocida como hija de Perón, aunque asegura que existe un acta notarial en la que Perón la reconoce como hija bajo el nombre de Lucía Victoria.

"En cualquier otro lugar del mundo produciría escozor que tengan que pasar 12 años para realizar una prueba", opina Arturo Podestá, uno de los abogados de Holgado. "Y la verdad es que no hace falta ser abogado para sospechar que algo pasa. Lo importante es la conducta de María Estela Martínez, quien se opone obstinadamente a esta prueba", añade. Holgado había asegurado en diversas ocasiones que no piensa pedir ningún tipo de compensación económica en el caso de que se demuestre que es hija del ex mandatario, pero tanto ella como su familia han cambiado de opinión. "Cuando comenzó el proceso decidimos que no queríamos nada, pero después de ver todas las bajezas que ha hecho con nosotros, vamos a reclamar hasta el último peso que nos corresponda", advierte Horacio Wieszezuk, hijo de Holgado.

María Estela Martínez es la heredera universal de los bienes del fundador del Partido Justicialista y hasta ahora siempre se ha opuesto a la realización de algún tipo de prueba de paternidad. Durante la pasada década, un juez ya falló a favor de realizar una prueba de ADN al cadáver de Perón, pero la ex presidenta argentina ganó un recurso presentado ante la Cámara Nacional de Apelaciones. Cuando la juez Ilundain ordenó una nueva prueba, los abogados de María Estela Martínez recusaron al tribunal. "Pero en apenas 24 horas se rechazó judicialmente esta recusación", subraya el abogado de Holgado, quien cree que en menos de un mes le será practicada la prueba del ADN al cadáver del ex presidente argentino. "El trámite normal para este tipo de pruebas es de un año o año y medio. Tres para cuando la resistencia de una de las partes es feroz. ¿A qué le temen?", apunta Wieszezuk.

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El cuerpo del ex presidente, enterrado en el cementerio porteño de Chacarita, ha sido objeto de polémicas y también de agresiones. Una noche de junio de 1987, un grupo de personas penetró en el mausoleo familiar con una lanza térmica, perforó el cristal blindado que protegía el cadáver, amputó las manos y robó el sable con el que había sido enterrado.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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