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Más de 2.000 empresas pagaron sobornos o comisiones al régimen de Sadam Husein

Un informe desvela la corrupción en el programa de la ONU Petróleo por Alimentos

Los problemas de gestión en el programa humanitario Petróleo por Alimentos para Irak llevaron a que más de la mitad de las 4.500 contratistas que participaron en la ayuda de la ONU cometieran casos de fraude o corrupción, bajo forma de pago de comisiones, sobrecargos o sobornos, de los que sacó tajada el régimen de Sadam Husein. Es la última revelación del comité de investigación dirigido por el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, con el que concluye 18 meses de trabajo. El informe consta de 623 páginas y un soporte informático con tablas.

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En las tablas del informe se detalla meticulosamente cómo estaba construida la trama. Algunos de los nombres citados son de compañías conocidas, como las europeas DaimlerChrysler, Siemens y Volvo. Además se nombran al Partido Comunista ruso, al Partido Democrático Liberal ruso de Vladimir Zhirinovsky, al ex embajador francés ante la ONU Jean-Bernard Merimee, al ex ministro de interior galo Charles Pasqua y su asesor Bernad Guillet, al ex parlamentario británico George Galloway y al presidente de la región de Lombardía, Roberto Formigoni, entre otros.

El comité de investigación identifica en total a 2.400 compañías e individuos que cometieron algún tipo de irregularidad en el marco del programa humanitario de la ONU, que estuvo en vigor entre 1996 y 2003. El dinero ilícito que fluyó hacia Sadam se cuantifica en 1.800 millones. El Petróleo por Alimentos movilizó 100.000 millones de dólares en ese periodo, y tenía como objetivo paliar las consecuencias en la población civil del embargo impuesto a Irak tras la invasión de Kuwait en 1990.

A través del programa, el Consejo de Seguridad autorizó a Irak vender su preciado petróleo para comprar alimentos, medicinas y otro tipo de productos o servicios para cubrir las necesidades básicas de los iraquíes. Pero como ya reiteró ayer Volcker, el régimen estaba muy "politizado" y Bagdad era la que decidía con qué empresas negociaba. El Gobierno iraquí, explica el documento, "favorecía claramente a compañías e individuos de países que estaban en condiciones de influir en la opinión pública a favor de Irak". En este sentido, añade, "se daba un tratamiento preferente a Francia, Rusia y China, porque eran miembros permanentes del Consejo de Seguridad y eran más favorables al levantamiento de las sanciones".

Irak negó contratos a compañías de EE UU, Reino Unido y Japón. La filosofía básica, como explican los investigadores, era que, "para jugar, necesitabas pagar". El régimen de Sadam aparece en el corazón del fraude ya que, según el informe, es el que incitó la corrupción y construyó esta trama a las espaldas de la ONU.

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Ventas de petróleo

Irak vendió petróleo a 248 compañías de 64 países por un valor total de 64.200 millones. Rusia era la mayor compradora, con 19.256 millones, seguida por Francia. EE UU, por su parte, ocupa el puesto 26 con 482,8 millones. Del lado de los envíos a Irak de productos y servicios con fines humanitarios, se movilizaron 34.500 millones de dólares y en el programa operaron 3.614 compañías. De nuevo Rusia encabeza la lista con 3.322 millones en ventas, seguida por Francia. España ocupa el puesto 22, con 273,5 millones sobre un total de 32.469 millones. EE UU es la 26 con 236,3 millones. A partir de ahí, el último informe del comité de investigación vincula a un total de 139 compañías con el pago de sobrecargos en las adquisiciones de petróleo, que imponía el régimen de Sadam.

En el caso de las contratistas que pagaron sobornos, se elevan a 2.253 compañías, pero aquí distingue a las que se les impuso tasas de transporte y servicios desde Bagdad, de las 23 empresas que pagaron sobornos directos al antiguo régimen iraquí. Las compañías rusas son de lejos las mayores implicadas. Le siguen las francesas, aunque en este punto el informe precisa que muchas compañías eran originarias de otros países. La cifra de la que se apropió ilícitamente Sadam a través del programa, como indica el propio Volcker, es en todo caso netamente inferior a los 11.000 millones que amasó al margen del programa humanitario durante los años del embargo. Y el ex presidente de la FED vuelve a arremeter contra el secretariado de la ONU y los miembros del Consejo de Seguridad por no haber puesto fin a estos abusos, que se hicieron evidentes en 2000. Volcker ha empleado 18 meses para investigar el alcance del fraude, para lo que contó con un presupuesto de 35 millones de dólares. El comité de investigación entregará ahora la documentación a las autoridades judiciales competentes para que actúen en consecuencia caso por caso, a partir de las pruebas recabadas. De momento, ya se han presentado cargos contra el petrolero tejano David Chalmers (Bayoil) y Oscar Wyatt (Coastal Petroleum Company), junto al diplomático francés Merimee. Volcker citó en anteriores informes al ex director del programa, el chipriota Benon Sevan, y al funcionario ruso Alexander Yakovlev, responsables de supervisar los concursos en la ONU.

Paul Volcker, que ha dirigido la investigación del programa Petróleo por Alimentos, ayer en Nueva York.
Paul Volcker, que ha dirigido la investigación del programa Petróleo por Alimentos, ayer en Nueva York.REUTERS

La participación española

El informe final del comité de investigación del fraude petrolero en Irak recoge una extensa tabla, de casi 1.000 páginas, en la que identifica a medio centenar de firmas españolas que hicieron pagos ilícitos al régimen de Sadam Husein. Bagdad, como explica el documento, les había impuesto una serie de tasas no autorizadas por la ONU para poder movilizar sus productos y servicios con fines humanitarios. En la parte referida a las adquisiciones de crudo se hace referencia a una sola empresa española.

España ocupa el noveno lugar por el volumen de contratos para la compra de crudo al régimen iraquí en el marco del programa Petróleo por Alimentos, valorados en 1.643 millones de dólares (1.253 millones de euros). Entre las firmas participantes se encontraban la Compañía Española de Petróleos (CEPSA), Expansión Exterior y Repsol YPF, entre otras. El informe también cita como intermediario a Javier Robert, identificado en el documento como "parlamentario español por el Spanish People?s Party". A su nombre se vinculan las compañías Mero Energy (establecida en Suiza), Amposta (España), Alcon Petroleum y Fenar Petroleum (Liechtenstein) y Aredio (Francia). Pero en ninguno de estos casos se identifica con irregularidades, aunque como adjudicatario de un cupo de petróleo, Robert podía beneficiarse de la correspondiente comisión al vender sus derechos a las empresas petroleras.

En todo caso, el informe Volcker sólo menciona a la compañía española Lubna Trading como responsable de haber pagado un sobrecargo ilícito en el marco de un contrato valorado en 49,5 millones.

La lista, sin embargo, es más extensa en el caso del suministro de bienes y servicios. España ocupaba el puesto 22 en el programa de la ONU, con contratos por un valor total de 273,5 millones. De las participantes, 45 compañías pagaron comisiones bajo el tapete a Bagdad. Entre ellas destacan las firmas Cunado Internacional, que tenía un contrato de 12,7 millones de dólares, y aparece de nuevo Lubna Trading (51,2 millones).

También aparecen citadas, entre otras, a Bombas Omega (4,5 millones), Hospital Hispana (8,2 millones), Industrias Lácteas Asturianas (4,2 millones) y Ringo Válvulas (9,9 millones). Por esta vía, Sadam se embolsó más de 1.500 millones.

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