_
_
_
_
_
Reportaje:

Asesinatos de mujeres con 'mensaje'

En la ciudad salvadoreña de Soyapango, cercana a la capital, San Salvador, el martes 15 de noviembre por la mañana, apareció abandonado en la calle el cadáver de una mujer joven. No había nadie que pudiera identificarla. Llegaron los investigadores policiales, acordonaron el lugar e iniciaron las pesquisas habituales. Una rutina que se repite cada día en El Salvador. El cadáver de la joven, de entre 20 y 25 años de edad, estaba envuelto en una sábana celeste; los investigadores dicen que fue violada y torturada, ya que sus manos y pies estaban atados con una cuerda de nylon, con la que presuntamente también había sido ahorcada. Vecinos del lugar suponen que la joven fue lanzada, ya muerta, desde un vehículo alrededor de las cuatro de la madrugada.

Casos como el narrado son frecuentes en El Salvador de la actualidad; hay algunos todavía más horrorosos, como el reciente hallazgo de una cabeza de mujer dentro de una bolsa de plástico abandonada en un céntrico parque de San Salvador.

La joven asesinada el 15 de noviembre se convirtió en el caso número 323 en la lista de asesinatos de mujeres, según los registros policiales hasta esa fecha y desde el 1 de enero de 2005. En todo 2004 se cometieron 210 asesinatos de mujeres, lo que significa que, a un mes y medio para que concluya el presente año, el número de este tipo de crímenes se ha incrementado en un 35%.

Es cierto que, del total de homicidios en lo que va de 2005, los cometidos contra mujeres representan el 9,9%, pero éstos están aumentando. "Aunque las estadísticas policiales son poco fiables, lo cierto es que los asesinatos de mujeres se incrementan, como se generaliza la violencia", asegura Dinora Aguiñada, encargada de proyectos contra la violencia hacia las mujeres de la organización feminista Dignas.

"Estos crímenes con lujo de barbarie tienen mensaje: terror y miedo en la sociedad", reitera Aguiñada.

Aguiñada puntualiza que "hay que tomar en cuenta que casi todos los crímenes contra mujeres están precedidos por increíbles malos tratos, que van desde el secuestro o privación de la libertad, golpes, torturas, violaciones sexuales y mutilaciones".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La relatora especial sobre la violencia contra la mujer de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Yakin Ertürk, visitó El Salvador en febrero del año pasado. Ertürk recabó datos sobre los crímenes cometidos en este país centroamericano en 2003, cuando varios cuerpos de mujeres jóvenes aparecieron mutilados en distintos lugares del país.

Las autoridades policiales insisten en que la mayoría de estos crímenes forman parte de la guerra entre pandillas juveniles —llamadas en Centroamérica maras—. Sin embargo, Dignas maneja un estudio que revela que la mayoría de las víctimas sufren agresiones y violencia en su entorno familiar, por parte del padre o padrastro, la pareja o algún conocido.

Alba América Guirola, especialista en temas de violencia contra las mujeres de la organización Cemujer, precisa: "En El Salvador no hay justicia; no se investiga ni se persigue el homicidio, mucho menos cuando se trata de mujeres. Nosotras estamos preparando un informe de la violencia en general y de los homicidios contra mujeres para entregarlo a Amnistía Internacional y Naciones Unidas, para que conozcan nuestra dramática realidad, quizás igual o peor que los feminicidios de Ciudad Juárez, en México".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_