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Expertos rusos y ucranios critican a la ONU por minimizar el daño de Chernóbil

Numerosos expertos de Ucrania, Rusia y Bielorrusia discreparon ayer del informe elaborado por la ONU que rebaja a 4.000 la cifra de personas que fallecerán por algún cáncer ocasionado por el accidente de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) en 1986. "Esa cifra está claramente calculada a la baja", dijo ayer el físico bielorruso Gueorgui Lepnin, que trabajó en el cuarto reactor de la nuclear tras el incendio que ocasionó la catástrofe. "Según mis cuentas, el número de liquidadores [personal enviado por el Gobierno soviético de entonces para afrontar trabajos de urgencia para paliar el siniestro y sus consecuencias] que resultaron muertos alcanza, a día de hoy, unos 100.000, del millón que trabajaron en Chernóbil".

El informe, elaborado por siete agencias de la ONU, desde la Organización Mundial de la Salud a la Agencia Internacional de la Energía Atómica, y presentado en una conferencia en Viena, señala que sólo hay confirmadas 59 muertes por radiación y que el 99% de los cánceres de tiroides causados en niños por el accidente de Chernóbil se ha curado.

"El informe se apoya en cifras absolutamente falsas", señaló ayer Volodímir Usatenko, consejero de la comisión del Parlamento de Ucrania encargada de la seguridad nuclear. "Se inspira en datos de un Gobierno que no se sintió nunca concernido por las víctimas". Usatenko aludía así al anterior Ejecutivo presidido por Leonid Kuchma.

Olvido interesado

Por su parte, Alexéi Yáblokov, del Centro de Política Ecológica de Rusia, acusó ayer a las instancias internacionales de querer hacer olvidar Chernóbil, para continuar el desarrollo de la energía nuclear. "Ese informe", dijo Yáblokov, "es consecuencia de la política del Ministerio ruso de Energía Atómica y de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, que quieren que se olvide Chernóbil y están interesados en el desarrollo de lo nuclear. La Organización Mundial de la Salud no dirá nunca nada contra la agencia".

"Es una vergüenza que la agencia tape el impacto del accidente industrial más grave de la historia", declaró el responsable de temas nucleares de la organización ecologista Greenpeace, Jan van de Putte, en un comunicado emitido en Amsterdam.

En la apertura de la conferencia de Viena, Vladímir Tsalka, del Comité Chernóbil de Bielorrusia, afirmó que era "altamente probable" que hubiera personas que murieran por enfermedades cardiovasculares causadas por el accidente de la central nuclear.

Pero para Mohamed el Baradei, director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, "la pobreza y los problemas de salud mental constituyen, para las poblaciones concernidas, una amenaza más grave que las radiaciones", según una alocución leída en su ausencia a los delegados de la conferencia.

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