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Reportaje:

¿Son extravertidos los españoles?

Los estereotipos nacionales sobre personalidad son una falacia, según un macroestudio sobre 49 culturas publicado en 'Science'

Ana Alfageme

¿Cómo es un español típico? Extravertido. Irresponsable, podríamos contestar. Etiquetas que nos colocan y con las que señalamos a nuestros compatriotas. Pero no se corresponde con lo que somos, según un gran estudio que publica hoy la revista Science en el que se ha entrevistado a casi 4.000 personas de 49 nacionalidades. El hallazgo vale para el resto de las culturas.

Según los datos del artículo, los españoles se creen poco responsables y muy extravertidos. Pero son casi tan cumplidores como los alemanes o los suizos germanohablantes, que sí que piensan de sí mismos que son muy competentes. Los ciudadanos españoles están entre los cinco que más se valoran como extravertidos (además de los habitantes de Puerto Rico, Australia, Nueva Zelanda y Serbia). En realidad, lo son tanto como los japoneses, que creen ser muy retraídos.

Nos creemos irresponsables, pero somos tan cumplidores como los alemanes

Los japoneses, por cierto, son los que copan los puestos más extremos en valoración negativa: están entre los cinco países que se puntúan como más neuróticos (junto a Turquía, Polonia, Nigeria e Indonesia), y los cinco menos abiertos a la fantasía y los sentimientos, y también entre los escasamente cálidos y poco propensos a las emociones positivas. Sin embargo, los nipones son sólo ligeramente más inestables emocionalmente que los australianos, que se consideran los menos neuróticos, junto a filipinos, canadienses, neozelandeses y los nacionales de Burkina Faso.

"El objetivo de la investigación era saber si los estereotipos nacionales, es decir, lo que piensan los ciudadanos acerca de cómo es la personalidad del compatriota típico, tenían algo que ver con la personalidad real", reflexiona María Luisa Sánchez-Bernardo, profesora titular de Psicología de la Personalidad de la Universidad Complutense de Madrid, quien junto con la catedrática María Dolores Avia, ha participado en el estudio internacional. "No existe correspondencia", dice la científica. "Los estereotipos sirven como atajos mentales, para hacer clasificaciones rápidas de las personas, pero son erróneos y peligrosos. Pueden constituir la base de los prejuicios". Se trata de fenómenos culturales que se trasmiten mediante los medios de comunicación, la educación, leyendas populares, y, por supuesto, chistes.

El estudio ha sido dirigido por Antonio Terraciano y Robert McCrae, del Instituto Nacional de Envejecimiento de EE UU, "dos autoridades mundiales en psicología de la personalidad", según la investigadora. En él, se comparan dos estudios previos. En uno, los entrevistados (estudiantes de entre 21 y 25 años) analizaban su propia personalidad. En otro, personas allegadas a ellos, hacían lo mismo, con el mismo cuestionario, que analizaba su estabilidad emocional, extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad. Los hallazgos de estos dos estudios coincidían entre sí, pero no con los del tercer cuestionario, el que examina el "carácter nacional", es decir, cómo ve el ciudadano a sus compatriotas.

Otros estereotipos, como los de género, sí se han contrastado, señala el artículo: se cree que las mujeres son más cariñosas y los hombres, más impositivos. Se halló que, efectivamente, los hombres alcanzaban puntuaciones más altas en determinación y las mujeres, en calidez.

Durante la elaboración del estudio hubo sorpresas: "En artículos previos se publicó una clasificación sobre la calidad de recogida de datos", señala Sánchez-Bernardo. "El país con mejor puntuación fue Alemania. El segundo, España. Y eso que nos creemos descuidados e irresponsables".

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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