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Reportaje:LEY ANTITABACO

El ejemplo irlandés

El consumo ha descendido en el único país de la UE que hasta ahora había prohibido totalmente fumar en el trabajo

Irlanda fue la pionera. En marzo de 2004 se convirtió en el primer y único país de la Unión Europea que prohibió fumar totalmente en el trabajo, amén de vetarlo en bares, pubs y restaurantes. Dieciocho meses después de esa revolución, los resultados son evidentes: el apoyo a la prohibición ha aumentado (ya alcanza al 90% de la población) y el consumo de tabaco ha descendido un 13%, aunque no así el número de fumadores, que sólo se ha reducido un punto. Es decir, fuman los mismos (en torno al 24% de la población), pero menos.

"Proteger de los efectos nocivos del humo a todos los trabajadores fue el objetivo de la ley", dice la portavoz del Ministerio de Sanidad irlandés, Fidelma Browne. Las multas a los fumadores pueden llegar hasta los 3.000 euros, y los dueños o gerentes del lugar de trabajo son legalmente responsables de que la ley se cumpla.

Más información
Manual de instrucciones para la ley antitabaco

Desde la entrada en vigor de la norma, las empresas más tolerantes han acondicionado terrazas para que los trabajadores que fuman se tomen un receso de hasta 15 minutos después de cuatro horas y media de trabajo, o de 30 minutos, después de seis horas de labores. Estas terrazas, que han sido también la solución para que los clientes de los bares cumplan la ley sin dejar de frecuentar sus sitios de ocio, están permitidas siempre y cuando se ubiquen fuera de los edificios y no estén cerradas. Los toldos y las sombrillas están permitidos para proteger a los fumadores de la lluvia, e incluso algunas terrazas tienen calentadores para el invierno.

En teoría, la ley es tan restrictiva que tampoco los camioneros o los que tengan trabajadores en su casa pueden fumar, "aunque en la práctica no siempre se cumple hasta tal extremo", dice la portavoz.

Fumar en los bares, restaurantes y lugares de ocio, se prohibió completamente por el mismo principio de proteger a los empleados. "Parecía imposible. ¿Cómo iban los irlandeses a dejar de fumar en los bares? Sorprendentemente ocurrió. Todos cumplimos las reglas desde el primer día", dice Ian Conlon, propietario de un restaurante al sur de Dublín. Su opinión resume las de otras fuentes consultadas por este periódico, entre ellas las autoridades sanitarias irlandesas, la Oficina para el Control del Tabaco (OTC, por sus siglas en inglés), ciudadanos y periodistas de ese país. Entre los más beneficiados por la ley están los empleados de locales, coinciden las fuentes.

El Gobierno irlandés asegura también que la aplicación de la ley "ha sido un tremendo éxito, que ha traído ya beneficios a los empleados de bares y una atmósfera más placentera para los clientes". "La vida laboral y social de los irlandeses se ha transformado desde la aplicación de la ley, y se han acostumbrado muy bien, dice la portavoz de Sanidad. "Ahora la gente ya no se lo cuestiona y para fumar, simplemente sale de los lugares. Ha habido un cambio cultural", dice.

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