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Microsoft recurre a la Justicia para no compartir datos con creadores de software libre

La compañía no quiere entregar a estos desarrolladores información que considera propiedad industrial

Microsoft ha denunciado ante el Tribunal Europeo de Primera Instancia una de las sanciones impuestas por Bruselas tras el proceso por abuso de posición dominante en el mercado de los sistemas operativos. Su condena en este caso incluye la obligación de compartir datos sobre sus programas con desarrolladores de software libre, lo que según la compañía haría que información confidencial salga a la luz. Para impedirlo ha acudido a la Justicia europea.

El pasado 10 de agosto Microsoft acudió al Tribunal de Primera Instancia de la UE, con el objetivo de que sea la Justicia europea la que decida si la sanción relativa a los creadores de software libre debe cumplirse o no.

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La compañía, condenada por la Comisión Europea por aprovechar su posición de dominio en el mercado de los sistemas operativos, acepta la obligación de entregar los datos necesarios a sus competidores para que puedan crear programas que se comuniquen sin problemas con Windows. Pero es la inclusión en este grupo de los desarrolladores de software libre la que plantea problemas para la empresa de Redmond.

Microsof afirma que, dadas las características de los programas creados según la filosofía 'libre', si entregase la información sobre los protocolos de comunicación a desarrolladores de este campo los datos, que considera un secreto industrial, estarían a disposición de todos, pues una de las características fundamentales de los programas 'libres' es que su código es público.

Acuerdo con la Comisión

En junio de 2004 la Comisión Europea dio por probado que Microsoft aprovechaba su monopolio en sistemas operativos para restar fuerza a sus competidores en la creación de programas para la reproducción de archivos multimedia. El Ejecutivo comunitario dictó entonces una serie de medidas y sanciones orientadas a facilitar la competencia de otros fabricantes con 'Windows Media Player', pero la compañía no ha acatado todas. Queda pendiente la obligación de informar a sus competidores sobre los protocolos de comunicación que usa su sistema operativo.

La Comisión protestó en junio de 2005 por este incumplimiento y dio a la compañía hasta el 1 de julio para cumplimentar las sanciones, o sería multada de nuevo. Antes de que se cumpliera el plazo, Microsoft logró un acuerdo con la institución europea. Este viene a decir que las empresas que reciban esos datos no podrán hacerlos públicos. Los fabricantes de software libre señalaron entonces que para ellos esto era imposible, pues la publicidad del código que subyace bajo los programas es un elemento esencial de ese movimiento.

Sólo datos que no incluyan innovaciones

El portavoz europeo de Competencia, Jonathan Todd, ha explicado que la demanda conocida hoy se refiere a una carta enviada el pasado uno de junio por el director de Competencia, Peter Law, sobre la aplicación de la interoperabilidad, la capacidad para que programas de diferentes fabricantes puedan funcionar juntos. La carta pedía a la compañía que hiciera circular ciertas informaciones que no comprenden innovaciones y que, por lo tanto, no pueden estar protegidas por los derechos de propiedad intelectual.

La CE considera que éstas debían ser entregadas a las empresas de código abierto, pues no supondría riesgo para la empresa. Además, este organismo cree que si el Tribunal apoyó en su momento la decisión del 6 de marzo de 2004 -la condena por monoplio y las correspondientes sanciones-, los protocolos de interoperabilidad deberían poder ser usados por las empresas de código abierto. "Sabemos que Microsoft no comparte nuestro punto de vista, son libres de ir al Tribunal y eso es lo que han hecho", agrega Todd.

Un proceso que puede durar dos años

Ahora la Comisión presentará su contestación a la demanda de Microsoft que, posteriormente tendrá el derecho de réplica a los planteamientos de la compañía, explicaron fuentes del Tribunal. A su vez, la Comisión podrá contestar a esa réplica, para después pasar a la fase oral una vez que se haya designado al juez ponente y a la sala que se ocupará del caso.

El tiempo medio que se tarda en resolver una demanda presentada ante el Tribunal de Primera Instancia de la UE es de 23 meses. Esta es la segunda demanda que presenta Microsoft ante el Tribunal de la UE, tras la que presentó contra el conjunto de las exigencias comunitarias -aún no resuelto- y que está pendiente de convocar la vista para escuchar las partes.

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