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FÍSICA | Estudio de la atmósfera

Alemania construye un simulador de nubes para mejorar la predicción meteorológica

En un airoso edificio en la ciudad alemana de Leipzig los estudiosos de la atmósfera esperan poder, por fin, saber más sobre las nubes, el factor menos conocido de la investigación del clima y la predicción meteorológica. El edificio, recién inaugurado, alberga un simulador de nubes, un tubo vertical de 10 metros rodeado de instrumentos para generar y medir las nubes creadas en su interior. Su nombre es LACIS (siglas en inglés de Simulador de la Interacción Aerosoles Nubes de Leipzig). La instalación, que ha costado 2,9 millones de euros, sufragados a partes iguales por el Gobierno federal y el Estado de Sajonia, ha empezado a trabajar en pruebas y será inaugurada oficialmente en mayo de 2006.

"En las últimas décadas la predicción meteorológica ha hecho grandes progresos por lo que respecta a las restantes magnitudes que condicionan los pronósticos como son la temperatura, el viento y la humedad. Sin embargo, apenas ha avanzado en la investigación sobre las nubes", dice Jost Heintzenberg, director de la instalación y del Instituto de Física Troposférica de Leipzig, que la alberga.

Esto es así a pesar de que las nubes cubren el 50% de la superficie terrestre en cualquier momento. El mayor problema es la dificultad para reproducir las nubes en los modelos informáticos utilizados en la predicción meteorológica y la investigación del clima, que sólo registran detalles a partir de los 10 kilómetros de tamaño aproximadamente, recuerdan los científicos. Uno de los objetivos principales del simulador de nubes es validar y mejorar estos modelos.

Para estas nubes de ensayo se inyecta en el tubo de flujo laminar un haz muy delgado de aerosol, que contiene las partículas que actuarán como núcleos de condensación, rodeado de aire limpio. En el simulador se pueden investigar los complejos procesos de transición de fase, tales como la formación y crecimiento de gotas nubosas y de cristales de hielo, y la precipitación. Para ello se puede modificar la longitud del tubo y parámetros como la temperatura, la presión, la humedad relativa, la supersaturación crítica, la composición y concentración de las partículas y gotas y la composición química del gas utilizado. La posibilidad de controlar las condiciones termodinámicas en el tubo y de medir el tamaño de las partículas y las gotas con precisión completan la dotación para los experimentos a realizar.

"Cada nube es un ejemplar único dotado de una infinita diversidad de formas, colores y texturas", recuerda Heintzenberg. "Esta diversidad e irrepetibilidad que caracteriza a toda nube nos obliga a los investigadores especializados en ellas a volver al laboratorio. Sólo allí podemos generar una misma nube tantas veces como queramos y simularla con y sin intervención de la influencia humana. Sólo allí podemos separar las influencias físicas de las químicas y de otro tipo".

Edificio del simulador de nubes en Leipzig.
Edificio del simulador de nubes en Leipzig.FRANK STRATMANN / IFT

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