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La política de extranjería

Hombres fuertes en embarcaciones frágiles

"Llegan empapados y defecados, mareados y con rozaduras en las ingles, pero en 15 minutos ya están bien", relata la Cruz Roja

Natalia Junquera

"Llegan empapados, vomitados, defecados... Lo primero es cambiarles de ropa y darles una manta para el frío", explica Rubén Fernández, director provincial de Salud y Socorro de Cruz Roja en Tenerife. Este fin de semana, su equipo -más de un centenar de personas entre profesionales de Cruz Roja y voluntarios- ha atendido a cerca de 400 inmigrantes subsaharianos que intentaban llegar a España en cayuco.

Lo segundo es curarles las heridas. "Venían con rozaduras en las ingles y en las nalgas provocadas por el salitre. Mareados, deshidratados, y a veces con síntomas de inanición pero en 15 minutos vuelven a estar bien. Les damos comida, suero y se recuperan enseguida. De 400 personas, apenas hemos tenido que enviar al hospital a cuatro o cinco por deshidrataciones más graves", asegura Fernández.

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Los subsaharianos son "fuertes y resistentes", según Juan Antonio Corujo, coordinador de las cerca de 200 personas de Cruz Roja que atienden a los inmigrantes que llegan a Canarias en cayucos, "unas barcas aparentemente robustas, pero muy endebles en realidad".

Gente fuerte que llega en embarcaciones frágiles. Y en silencio. "Al principio son muy desconfiados y no quieren hablar. Pero van ganando confianza mientras les atendemos y entonces te empiezan a contar que la travesía ha sido muy dura, que lo habían intentado otras veces desde Marruecos o que salieron de su casa hace dos años... Cada cayuco es distinto y tiene su historia. No todos vienen de países costeros. Muchos emprendieron el viaje desde el centro de África hace años".

Su primera posesión en España es el kit; un obsequio de Cruz Roja que incluye: un chándal, dos camisetas, dos mudas de ropa interior, dos pares de calcetines, un par de zapatillas de deporte y otro par de cholas, que es como se llaman las chanclas de playa allí. "Siempre tenemos un stock de 2.000 kits en el almacén. Como este fin de semana han venido tantos, hemos tenido que hacer otro pedido a Madrid. El miércoles lo tendremos aquí. Malo será que se nos agoten en dos días. Nos quedan más de mil", comenta Rubén Fernández, desde Tenerife. En total, en Canarias, hay 8.000 kits preparados; 16.000 calcetines secos.

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La mayoría de los subsaharianos que han llegado este fin de semana a las costas canarias llevaba en el agua seis o siete días de media, según el director provincial de Salud y Socorro de Cruz Roja, aunque las medias no sirven de mucho en este oficio. "Quitando el pico de la oleada de marzo, estábamos acostumbrados a recibir uno o dos cayucos por semana, es decir, unas 140 personas". "Este fin de semana, llegaba un cayuco y ya te estaban avisando de que habían interceptado otro", corrobora Corujo. "No hay problemas de abastecimiento de material porque simplemente tenemos que estar preparados siempre", explica. Este fin de semana llegaron tantos inmigrantes a Canarias como en todo un mes, pero Cruz Roja insiste en que la situación está controlada. "No estamos desbordados. Siempre hay voluntarios disponibles y nos ha llamado mucha gente estos días que quería ayudar. Cuando pasan este tipo de cosas, ganamos notoriedad y se mueven muchas conciencias. Sí que es cierto que sin voluntarios, esto sería imposible", asegura Corujo.

"En 25 minutos tenemos montada toda la infraestructura", afirma Fernández. Normalmente, por cayuco, hay 10 o 12 trabajadores de Cruz Roja. Salvamento Marítimo en la mayoría de los casos, pero también la Guardia Civil y el centro de coordinación de emergencias de Canarias les dan el aviso. "Desde que nos llaman para decirnos que han interceptado una embarcación hasta que llega a la costa suele pasar una hora y media. Es un tiempo precioso porque nos da tiempo a prepararlo todo bien y además los suelen llevar al puerto que es donde lo tenemos todo instalado. Cuando la patera no es interceptada y llega por sí misma a una playa, para nosotros es mucho más complicado porque tenemos que montarlo todo de repente", afirma Corujo.

Cada intervención -recepción del inmigrante, recogida de datos, hidratación- suele durar unas tres horas. "El personal hace muchas rotaciones porque es un trabajo muy cansado, a veces a horas intempestivas, e intentamos que un mismo equipo no atienda dos cayucos seguidos. Pero este fin de semana terminábamos de atender una patera y llegaba la otra", explica Corujo. Tuvieron que saltarse la norma.

El equipo de Cruz Roja que atiende a los subsaharianos llegados en cayuco se llama Unidad de Respuesta Inmediata de Ayuda Humanitaria a Inmigrantes. Cuenta con médicos, enfermeras, traductores y hasta logistas. "Respuesta inmediata", "ayuda humanitaria", "logística"... La misma terminología que se utiliza en un escenario de guerra; los mismos profesionales que acuden a los conflictos armados.

Una embarcación interceptada ayer llega al puerto de Los Cristianos (Tenerife).
Una embarcación interceptada ayer llega al puerto de Los Cristianos (Tenerife).REUTERS

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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