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Los escándalos urbanísticos

El PP ratifica a un alcalde gallego con tres procesos judiciales por delitos urbanísticos

El fiscal pide inhabilitar por ocho años al regidor de Tui, que es promotor inmobiliario

La justicia se ha vuelto a cruzar en el camino del promotor inmobiliario y alcalde de Tui (Pontevedra), Antonio Fernández Rocha, del PP, para el que el fiscal pide ocho años de inhabilitación por un delito de prevaricación urbanística. Un juzgado de Pontevedra inició ayer la vista oral contra el regidor, sobre el que ya pesa una condena de siete años de inhabilitación pendiente de recurso, peticiones fiscales por otros 20 años y una larga lista de denuncias relacionadas con el urbanismo. El juicio coincide con la confirmación de Rocha por su partido como candidato a la alcaldía.

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El presidente provincial del PP, Rafael Louzán, respaldó ayer al alcalde y lo ratificó como candidato. "Está haciendo una gran labor; es una persona muy contundente y de muchos principios que volverá a optar a la alcaldía", garantizó. Mientras, Fernández Rocha, cinco concejales de su equipo de Gobierno y dos técnicos municipales se sentaban en el banquillo de los acusados del juzgado de lo Penal número 2 de Pontevedra, en la primera jornada de un juicio por presunta prevaricación urbanística, acusados de conceder licencia para construir un edificio en una zona protegida del casco viejo de Tui sin la preceptiva autorización de la Xunta.

No terminan ahí los líos judiciales de Fernández Rocha. El pasado 24 de febrero, el mismo juzgado le condenaba a siete años de inhabilitación para ocupar un cargo público y a una multa de 6.000 euros como autor de tres delitos de prevaricación. La fiscalía pide 20 años de inhabilitación y tres de cárcel por un tercer caso de presunta prevaricación administrativa y medioambiental, pendiente de vista oral. El único alivio judicial para el alcalde tudense en los últimos años llegó el pasado mes de abril, cuando el Tribunal Supremo anulaba la condena de la Audiencia Provincial de Pontevedra que lo apartaba durante ocho años de los cargos públicos, también por un delito urbanístico.

Negocios prósperos

En contraste con sus problemas con la justicia, los negocios han sido prósperos para Fernández Rocha desde que apeó de la alcaldía al que ahora es su partido mediante una moción de censura, en 1998. El entonces modesto contratista rural que eludía pequeños embargos a la Seguridad Social representa hoy la viva imagen del triunfador en el jugoso sector del ladrillo, con una relación directa o a través de su hijo con siete empresas inmobiliarias y constructoras que, según su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Capón Rey, han adquirido terrenos por valor de más de seis millones de euros.

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Algunas de las compañías del alcalde y su hijo aparecen en los sumarios que se acumulan en los juzgados, como es el caso de Promociones Alcaró, beneficiada por una recalificación para más de 300 pisos en el denominado caso Patazumba. Desde que Fernández Rocha es alcalde, las normas urbanísticas de Tui han sido suspendidas por tres sucesivos consejeros autonómicos de Política Territorial, dos de ellos de su mismo partido: Xosé Cuiña y el ahora presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo. La actual consejera, María José Caride, del PSOE, suspendió el planeamiento y paralizó la concesión de licencias, al observar "graves irregularidades e incumplimientos" en el urbanismo tudense.

La trayectoria política de Fernández Rocha compite en sobresaltos con la judicial. Lugarteniente de Capón Rey desde 1991, cuatro años después se enfrentó a su líder a cuenta del Plan General de Urbanismo e intentó reemplazarlo como cabeza de lista del PP. Fracasó, pero Capón lo llevó en el segundo puesto de su lista y, en 1998, Rocha lo desbancó al liderar la rebelión de un grupo de escindidos.

Como independiente, Rocha compitió con su antecesor en 1999, pero se quedó a un concejal de la mayoría absoluta. Antes de que se celebrara el primer pleno, un tránsfuga del PP, después recompensado con una dedicación exclusiva, desequilibró la balanza a su favor. Pero fue a Capón a quien expulsó el PP de sus filas, con el argumento de su apoyo a una intrascendente moción de los nacionalistas. Rocha reingresó en el PP, con el que repetirá como candidato en mayo.

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