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El PSOE emplaza a Rajoy a disculparse por la guerra tras la derrota electoral de Bush

Luis R. Aizpeolea

Los socialistas están convencidos que la derrota sufrida por George Bush en las elecciones legislativas norteamericanas del 7 de noviembre va a traer consecuencias en la política internacional, empezando por la situación en Irak, y también en la política nacional. Los socialistas suscriben que dichas elecciones han sido planteadas como "un plebiscito sobre la política de Bush en la guerra de Irak".

El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, aseguró ayer que de los presidentes de la foto de las Azores -George Bush, Tony Blair y José María Aznar-, que declararon la guerra en Irak en marzo de 2003, el ex presidente español y su sucesor al frente del PP, Mariano Rajoy, "aún no han pedido disculpas por su error". "Hasta Bush ha reconocido el error y ha manifestado su disposición a un consenso con los demócratas, tras las elecciones del 7 de noviembre, para rectificar y dar una salida a esa desastrosa guerra", dijo el portavoz socialista.

También recordó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se adelantó "dos años", con la denuncia de la guerra de Irak y la retirada de las tropas en ese país, al giro que ahora se anuncia en la política norteamericana. López Garrido bromeó con una alusión crítica al PP: "Espero que no se les ocurra que los resultados de Estados Unidos son producto de una conspiración, como han insinuado, a veces, con los resultados del 14 de marzo".

El dirigente socialista estima que la derrota de Bush supone, también, "la derrota de una determinada forma de hacer política por parte del conservadurismo norteamericano -la política neocon- incidiendo en la radicalidad y alejándose del centro político, y que en España tiene su traducción en la FAES (Fundación de Análisis y Estudios), que preside José María Aznar".

FAES, a juicio del dirigente socialista, marca la ideología del sector más conservador del PP, con amplia presencia en la dirección de este partido y que ha repercutido en su política de oposición al Gobierno, con la ruptura de los pactos de Estado, como la política sobre el final del terrorismo, y con su combate a las reformas sociales, como la legalización de los matrimonios homosexuales.

Los socialistas están convencidos de que "la derrota de Bush y el fracaso de su ideología radical" supondrá para los ideólogos de FAES en España "la pérdida de su referente político" y "una esperanza en que la derecha española regrese al centro político".

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