Portugal rechaza poner sus tropas bajo mando español en Líbano

Las tropas portuguesas no estarán, finalmente, bajo mando español en Líbano. Los recelos históricos han pesado más que las buenas relaciones entre los dos países. Oficialmente, el motivo esgrimido para que la unidad portuguesa, con unos 140 militares, no se integre en la brigada multinacional liderada por España es que los ingenieros dependerán directamente del cuartel general de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), bajo mando francés. Sin embargo, en el sector español habrá una unidad de ingenieros, aportada por Finlandia e Irlanda.

Aunque un representante portugués asistió a las reuniones celebradas a principios de septiembre en el Estado Mayor de la Defensa, en Madrid, para planear la composición de la futura brigada, desde un principio hubo reparos a poner sus militares bajo mando español. Esta actitud resulta más incomprensible teniendo en cuenta que España cedió a Portugal los blindados que utilizan sus soldados en Afganistán.

Una vez descartada la participación de Portugal (y la de Bélgica, que también acudió a las citadas reuniones), la brigada multinacional, con unos 3.500 militares en total, estará formada por cuatro batallones de Infantería (aportados por España, India, Indonesia y Nepal), la unidad de ingenieros irlandesa-finlandesa y una unidad polaca, de unos 250 efectivos, compuesta por una compañía de policía militar y otra mecanizada de protección.

Aún quedan incógnitas por despejar, como quién pondrá los helicópteros o el hospital de campaña. Una de las opciones es que éste último lo aporte Marruecos. Sería la segunda vez (tras Haití 2004-5) en que militares marroquíes están bajo mando español en una misión de la ONU. También podrían acabar en la brigada española dos compañías ofrecidas por Qatar y Tanzania

Aunque la brigada multinacional debe constituirse formalmente el 1 de noviembre, la fecha podría demorarse. El Gobierno indonesio anunció ayer que el envío de sus 850 efectivos se pospone, por tercera vez, hasta el 9 de noviembre. "El retraso está provocado por la ONU, que ha dado prioridad a las tropas europeas", dijo un portavoz militar indonesio, sin ocultar su malestar.

La incertidumbre afecta también al batallón mecanizado de la Legión, que debe sustituir a la Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina que desembarcó en Tiro el 15 de septiembre. Está previsto que el acto de despedida se celebre el sábado en la base de Viator (Almería) y que los hasta 1.100 soldados españoles viajen al Líbano la próxima semana, a partir del día 23, pero aún no hay confirmación oficial.

La lluvia que ayer cayó en el sur de Líbano convirtió en un barrizal el descampado polvoriento que el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, visitó el pasado sábado y complicó el trabajo de los ingenieros. En Blat, a cuatro kilómetros de Marjayún, hay 384 militares, de los que 191 pertenecen a la Unidad de Apoyo al Despliegue (UAD), que trabaja a destajo para construir una base con capacidad para 1.200 militares en dos meses y medio. Al menos, desde el domingo disponen de cocina y comedor, informa Servimedia.

Optimismo prudente

El propósito del Ministerio de Defensa es que la nueva base, bautizada como Miguel de Cervantes, albergue no sólo el cuartel general de la brigada, sino también el batallón, de forma que el actual acuartelamiento de Taibe, a 17 kilómetros de Marjayún, donde hay 523 infantes de Marina, se cedería a otro contingente extranjero. Algunas fuentes aseguran, sin embargo, que la ONU prefiere que los españoles sigan en Taibe, una zona chií, y no se concentren todos en el área de Marjayún, de población mayoritariamente cristiano-maronita.

Alonso expresó ayer en Sevilla su confianza, "con la dosis necesaria de prudencia", en que la misión española en Líbano saldrá bien y aseguró que, hasta el momento, no se han registrado "incidentes reseñables", informa Efe.