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Los escándalos urbanísticos

Rajoy: "En dos años han logrado que se vuelva a hablar de corrupción"

Carlos E. Cué

Mariano Rajoy quiso ayer dejar claro que no tiene ningún interés en alcanzar pacto alguno con el PSOE para luchar contra la corrupción urbanística. "Llevan dos años y medio en el Gobierno y ya han conseguido que se vuelva a hablar de corrupción, esta gente no tiene arreglo", se rió ante más de 2.000 incondicionales reunidos en un pabellón polideportivo de Cáceres. El líder del PP descartó el pacto y aludió sólo a los escándalos socialistas, obviando la decena de casos relacionados con su partido que están en manos de la justicia. "No todos somos iguales, nosotros no tenemos alcaldes que piden 40 millones de euros en comisiones [caso Ciempozuelos]. Primero crean el lío y ahora quieren un pacto. El único pacto es que dejen de robar y actúe la policía".

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El PP no asume que la corrupción urbanística les afecte también a ellos. Sin embargo, este partido mantiene en su cargo a una decena de dirigentes locales imputados por este delito, varios de los cuales repetirán en las elecciones de 2007. Los socialistas insisten en que ellos al menos han expulsado a tres alcaldes de Madrid por escándalos urbanísticos. También cayó un alto cargo del PP, Enrique Porto, director general de Urbanismo de la Comunidad de Madrid, dimitido hace dos semanas por otro escándalo, que asesoró también el plan urbanístico de Cáceres, del PP.

Al no admitirlo como problema propio, Rajoy no quiso entrar en propuestas de solución. Sin embargo, el líder del PP ya ofreció en abril, cuando estalló el caso Marbella, su receta: "El Estado debe recuperar buena parte de las competencias urbanísticas. Sería una medida muy positiva para evitar una burla a los ciudadanos como lo de Marbella", declaró en la Cadena SER. El PP reclama además una mejora de la financiación de los municipios como el mejor antídoto contra la corrupción.

La nación más antigua

Rajoy habló, pensando en los medios de comunicación, de los asuntos de actualidad, pero sólo animó de verdad a los militantes extremeños cuando anunció: "Voy a hablar de España, la nación más antigua del mundo, 500 años de historia". Un espontáneo gritó: "¡Rajoy: España, una, grande y libre! [lema franquista]". "¡No, no!", respondieron algunos con timidez mientras otros animaban la gracia. El líder lo cortó en seco. "Al PP no le interesa hablar de Franco ni de la República. Sólo nos importa el futuro". Carlos Floriano, líder del PP extremeño, auguró que al fin, después de 25 años de Gobierno socialista y con la retirada de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha llegado la hora del PP.

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Rajoy, presentado por el alcalde de Cáceres, José María Saponi, como "el que hoy sería presidente si no hubieran sucedido los desgraciados acontecimientos del 11-M", también animó mucho al público cuando acusó al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de preferir pactar con ETA antes que con el PP. "¡Porque está cagao!", exclamó una señora entre risas generalizadas.

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