Rajoy culpa al PSC del abucheo que recibe en un mercado barcelonés
El presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, y el líder de esta formación en Cataluña, Josep Piqué, fueron abucheados ayer a mediodía por comerciantes y compradores en una visita efectuada por el interior del mercado barcelonés de Collblanc, con ocasión de la campaña de referéndum del Estatuto. Algunos tenderos y viandantes increparon a los líderes conservadores en catalán y castellano, especialmente a Rajoy, con gritos de "fuera", "eres un franquista" o "no te queremos", mientras otros daban voces a favor de Cataluña y del Estatuto.
Mariano Rajoy culpó de los incidentes al Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Pocos minutos después de los incidentes, en un mitin electoral celebrado con militantes del PP en un local social de L'Hospitalet de Llobregat, en el cinturón de Barcelona, Rajoy afirmó que los socialistas tratan de "buscar la confrontación" utilizando para ello provocadores cuyo objetivo era enturbiar su visita al mercado. "Vamos a defender nuestras posiciones en Cataluña y en España. Toda la gente tiene derecho a defender sus posiciones", aseguró ante el auditorio.
La visita de Rajoy al interior de este mercado fue organizada por el PP a última hora, a pesar de que miembros del equipo de Josep Piqué habían aconsejado a Rajoy que no entrara en el interior del recinto y que efectuara sólo un recorrido por los tenderetes externos. En principio, estaba previsto que Rajoy realizara una visita cultural por el barrio antiguo de Barcelona, y que se detuviera en el Museo Picasso, pero se anuló esta visita y se condujo al dirigente del PP al mercado.
El compromiso de Zapatero
Convencido de que el Estatuto será aprobado por una mayoría más que suficiente y con una participación aceptable, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no está dispuesto a dejar para otros su cuota de protagonismo en la aprobación del texto y ayer exhibió con orgullo el "convencimiento" personal con el que, según él, ha afrontado todo el proceso. Quiso salir al paso, así, de las frecuentes acusaciones que le sitúan como impulsor de la reforma por pura necesidad de mantener la mayoría de su Gobierno en el Congreso. "Cuando me comprometí a la reforma del Estatuto catalán lo hice convencido, no por una necesidad política, para tener uno u otro parlamentario", dijo. "Y lo he demostrado", remachó en Tarragona, en un acto del PSC, con un millar de asistentes.
La presencia de Zapatero en el acto de ayer rebajó la tensión acumulada en los últimos días entorno al PSC por la incertidumbre de quién será el candidato socialista a la Generalitat. Pasqual Maragall y José Montilla, los dos competidores por este puesto, aparcaron ayer toda referencia sucesoria. Sólo Maragall lanzó un mensaje que podría ser interpretado en este sentido. "El día después del referéndum Cataluña se despertará en una nueva etapa".
