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El Rey dice ante Putin que la energía de Rusia debe gestionarse responsablemente

El presidente ruso destaca el "potente patriotismo" y la dignidad de los españoles

El petróleo no es sólo poder, sino también responsabilidad. El rey Juan Carlos transmitió ayer esa idea al líder ruso, Vladímir Putin, y le señaló que la riqueza energética de su país debe ser gestionada de forma responsable para asegurar la estabilidad de una vasta región del mundo, que incluye a Europa y otros países vecinos. Las palabras del monarca marcaron la primera jornada en España del presidente de la Federación Rusa, quien, por su parte, evitó los temas sustanciales en sus discursos. El Rey mencionó, además, los desafíos de la democracia y el terrorismo.

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Don Juan Carlos, que recibió a su huésped en el palacio de El Pardo y almorzó luego con él en la Zarzuela, elogió públicamente la evolución de Rusia durante el discurso que pronunció en la cena de gala celebrada en el Palacio Real. El Rey subrayó la aportación del pueblo ruso a ese proceso. "Reconocemos el esfuerzo que se requiere para llevar adelante todas las transformaciones en curso. Apoyamos la participación del pueblo ruso en el proceso de construcción de un eficaz sistema de garantías democráticas y de asentamiento del Estado de Derecho", afirmó.

Luego, centró la atención en el petróleo y el gas rusos. "Sus vastos recursos", recordó en referencia a Rusia, "la han transformado en socio energético indispensable para Europa y para sus vecinos. Esa extraordinaria riqueza energética supone también una gran responsabilidad. De su gestión depende en buena medida la estabilidad política y económica de la región y de parte del continente europeo".

La frase tuvo ecos de advertencia, en el contexto de la decisión de elevar radicalmente el precio del gas suministrado a Ucrania adoptada por Rusia el pasado enero, que creó tanta inquietud en Europa por sus connotaciones políticas. Pero también puede inscribirse en el ámbito de las aspiraciones españolas a entrar en el mercado ruso, planteadas desde hace años con escaso éxito.

Don Juan Carlos se refirió a ellas más adelante, cuando dijo: "Rusia es uno de los principales suministradores de España en el sector energético. Estoy convencido de que existen posibilidades de creciente participación de las empresas españolas en el mercado ruso, especialmente en sectores como la energía, las infraestructuras de transporte y el turismo, que permitirían dinamizar los flujos de inversión y equilibrar nuestros intercambios".

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Repsol en Moscú

Las exportaciones españolas apenas cubren el 21% del modesto saldo de unos 6.000 millones de euros en que se cifra el comercio hispano-ruso, y hay empresas españolas interesadas en negocios que podrían dar un vuelco a esa situación. Repsol-YPF acaba de comprar el 10% de West Siberian Resources, empresa registrada en Suecia que opera en Siberia, y está a punto de abrir próximamente una oficina en Moscú.

El Gobierno quería aprovechar la visita del líder ruso para dar un impulso favorable a estos negocios privados, pero el huésped no ha facilitado la celebración de una reunión empresarial importante. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, estaba invitado a la cena de gala de ayer y al almuerzo de hoy en La Moncloa, con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Los organizadores de la visita buscaban todavía anoche la oportunidad de un encuentro de éste y otros grandes empresarios con el presidente Putin.

Más allá de la economía, Don Juan Carlos se refirió al terrorismo, que, dijo, "sólo podrá ser derrotado desde la firmeza y la determinación del Estado de Derecho, en defensa de los derechos y libertades fundamentales". También recordó que "España cree firmemente en la enorme importancia de una relación estratégica con Rusia [...] para que el diálogo prevalezca sobre cualquier confrontación".

Pero Putin no habló ayer de ninguna de estas cuestiones. En sus dos discursos, durante la cena de gala y en el Ayuntamiento, se limitó a glosar las excelencias históricas de España y a hacer un retrato del español de hoy, que no parece ajeno a los valores que el líder ruso, acompañado de 72 periodistas de su país, trata de inducir en su propio pueblo. "Lo más importante, es que existe prácticamente una identificación casi plena de su destino personal con el destino de su patria. Los españoles, fuertes en el espíritu, amantes de la libertad, están dotados de un potente sentimiento de dignidad propia y de un potente patriotismo", dijo.

Los Reyes, junto a Vladímir Putin y su esposa, Ludmila, antes de la cena de gala en el palacio real.
Los Reyes, junto a Vladímir Putin y su esposa, Ludmila, antes de la cena de gala en el palacio real.EFE

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