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El proceso del fin del terrorismo

Los grupos del Congreso, menos el PP, piden discreción ante el diálogo con ETA

El PSOE acusa a los populares de desempeñar el papel de altavoz de la banda terrorista

Los grupos parlamentarios del Congreso optaron ayer por recomendar "silencio", "discreción" y "poco ruido" para favorecer el llamado proceso de paz emprendido por el Ejecutivo con ETA. El PP adoptó la posición contraria: pretendía que el presidente del Gobierno acudiera al Parlamento para desmentir las informaciones publicadas por el diario Gara, según las cuales hubo contactos entre enviados del Gobierno y ETA que desembocaron en el anuncio de alto el fuego permanente. Diego López Garrido, portavoz del PSOE, dijo que los populares desempeñan el papel de "altavoz de ETA"

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Al margen de la discusión sobre la conveniencia de la discreción y la exigencia de "transparencia" por parte del PP, los populares aprovecharon la reunión de la Diputación Permanente del Congreso, el órgano que sustituye al Pleno en tiempo de vacaciones parlamentarias, para dejar clara su oposición rotunda y sin fisuras, cualquiera que pueda ser el final del llamado proceso de paz.

Ignacio Astarloa, responsable de Justicia e Interior del PP, lo expresó sin la menor concesión a la duda: "Si se cumple el mejor escenario de lo que ustedes [los socialistas] llaman el proceso, nos van situar en un escenario de negociación política con los terroristas; si no se cumple, ustedes son los responsables de un retroceso brutal en un camino que hace sólo dos años estaba terminando con ETA". Según esta tesis, no hay solución aceptable para el PP, pase lo que pase.

La Diputación Permanente se había convocado a petición del PP para que se aprobase la comparecencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el fin de que explicase la reunión mantenida el pasado día 6 entre miembros el PSE y dirigentes de la ilegalizada Batasuna. También pedían que acudiese el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para que informase de asuntos relacionados con la banda terrorista y, entre otros, de las posibles reuniones entre miembros del PSOE y ETA antes de las elecciones generales de 2004.

El PP topó, como viene ocurriendo, con la oposición del resto de los grupos, que, además, en su casi totalidad, optaron por pedir discreción para ayudar al desarrollo del proceso.

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Gaspar Llamazares acusó a los populares de convertir el proceso de paz en "cuestión de bronca y de confrontación con el Gobierno" y de practicar una "política de campanario".

Emilio Olabarria (PNV) expresó la posición de su grupo: "La mejor aportación al proceso de paz es mantener una posición de discreción rayana en el silencio".

Josep Antoni Duran Lleida (CiU) fue explícito en esta dirección, hasta el punto de fundar en ella su oposición al PP: "Este tipo de proceso", dijo el portavoz del grupo catalán, "requiere mucha discreción y poco ruido", y con la petición de ayer por parte del PP se intenta, en su opinión, "primar más el ruido que la discreción".

"Cancha a ETA"

Durán Lleida aseguró que no es necesario que "el Gobierno desmienta oficial y solemnemente ningún tipo de información de ETA. ¡Hasta ahí podíamos llegar!, que en un sistema democrático el Gobierno tuviera que moverse al albur de cuál sea el interés, táctico o estratégico, de una banda terrorista".

Después del apoyo de todos los grupos minoritarios, Diego López Garrido, portavoz del PSOE, acusó abiertamente al PP de pretender que "cada vez que haya una declaración de ETA sobre lo que pasó con el Gobierno venga este a desmentirlo. ¡Menudo camino nos propone! Cada vez que ETA diga una cosa, que el presidente del Gobierno la desmienta ¿Eso no es darle una cancha impresionante a ETA?".

La respuesta la dio el propio López Garrido dirigiéndose al PP: "Están pretendiendo utilizar las declaraciones del entorno del terrorismo contra el Gobierno, pero no se dan cuenta de que son ellos los que se sirven de ustedes para sus intereses antidemocráticos. Ellos saben que cada declaración que hagan ustedes la van a expandir y la van a utilizar contra el Gobierno. Son ellos los que les utilizan a ustedes, son ellos los que se sirven de ustedes".

El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, llevó el peso del debate. El PP quiere que el presidente del Gobierno informe sobre los posibles contactos y acuerdos entre enviados el Ejecutivo y ETA que se han producido, según una información del diario radical Gara.

Zaplana habló de "la profunda traición que supondría para el Partido Popular y para la sociedad española que el Partido Socialista haya estado manteniendo contactos desde hace años al tiempo que reafirmaba su apoyo al Pacto Antiterrorista".

El PP quiere saber si "existen acuerdos o compromisos adquiridos, como algunos relatan" y Zaplana concretó que "los españoles tienen derecho a saber si existe el acuerdo para el alto el fuego y, si de existir, incluyó compromisos políticos".

Los diputados del PP Ignacio Astarloa (izquierda) y Eduardo Zaplana, en la Diputación Permanente.
Los diputados del PP Ignacio Astarloa (izquierda) y Eduardo Zaplana, en la Diputación Permanente.BERNARDO PÉREZ

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