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Los heridos aseguran que De Mingo apuñaló a sus víctimas con premeditación y a sangre fría

La acusada no asistirá a las sesiones del juicio a petición de la defensa para que éste no afecte a su tratamiento

Seis personas que presenciaron el ataque cometido el 3 de abril de 2003 por Noelia de Mingo, la médico residente de la Fundación Jiménez Díaz que supuestamente mató a tres personas e hirió a siete más en los pasillos del centro, han asegurado hoy en el juicio que se sigue en la Audiencia de Madrid que la doctora apuñaló a sus víctimas con una frialdad y premeditación "impresionantes".

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La encausada, afectada de esquizofrenia paranoide, no ha escuchado estas declaraciones ya que a petición de su abogado defensor, Juan Carlos Mingo, la imputada no volverá a la sala de vistas hasta el último día de juicio pues, según el letrado, todo lo que Noelia oiga a lo largo del proceso podría afectar al desarrollo de la enfermedad mental que padece y al tratamiento que sigue para recuperarse.

El fiscal pide 65 años y 11 meses de prisión para la médico residente o su internamiento en un centro cerrado por el mismo periodo de tiempo, ya que considera probado que el 3 de abril de 2003 Noelia de Mingo apuñaló mortalmente a tres personas e hirió de diversa consideración a siete más. La acusación particular solicita por los mismos hechos más de 85 años de privación de libertad, ya sea en en prisión o en un centro.

Premeditación y frialdad

La segunda sesión del juicio ha contado con el testimonio del celador Salvador S.G. quien presenció cómo la doctora abandonó la Unidad de control 43 y acuchilló mortalmente a Félix V.A. y a Jacinta G. L., para a continuación agredir a Carmen F.C., Cristina T.C. y Carmen L.A.

"Escuché un estruendo inusual y vi a mis compañeras salir corriendo manchadas de sangre. Me quedé perplejo. Salió Noelia de Mingo con un cuchillo en la mano, apuñaló a Félix, a Jacinta y a Carmen. Logré hacerle un barrido y tirarla al suelo, pero se levantó sin soltar el arma y prosiguió su marcha, atacando a más personas hasta que fue reducida", ha relatado el testigo, quien ha ñadido que Félix V.A. recibió tres puñaladas en dos acometidas cuando intentó salvar la vida de dos personas.

El celador también ha apuntado que la doctora cometió estas agresiones con "un ensañamiento y una frialdad impresionantes" y ha aclarado que, pese a ser miope y haber perdido sus gafas durante un forcejeo, la acusada continuó dando puñaladas "en algunos casos, certeras". Tras las afirmaciones de Salvador, han prestado declaración ante el juez un celador que presenció la acometida contra Félix V.A. y una paciente que vio a la doctora De Mingo apuñalando a una enfermera.

Testimonio estremecedor

Sin embargo, el testimonio que sumió a la Sala en un silencio sepulcral ha sido el de la auxiliar de clínica Lucía Socorro C.R. que, sin poder contener el llanto, ha explicado ante el juez cómo la imputada acuchillaba a su compañera Carmen F.C., quien gritaba desesperadamente sin que ella pudiese hacer nada para evitar el ataque.

La testigo, que calificó la ausencia de la acusada en la sesión como "una falta de respeto", se ha mostrado visiblemente emocionada durante todo su interrogatorio y ha confesado que, desde que presenció los hechos, ha pasado por la consulta de varios psiquiatras, algunos de los cuales no han podido tratarla al alegar que su caso "les viene grande". Durante su declaración, ha solicitado ver los ojos a Noelia de Mingo ya que, según ha confesado, su mirada le persigue.

"No puedo vivir con los ojos de Noelia en la cabeza. He tenido intentos de suicidio porque no puedo con mi vida. Soy un muerto viviente desde que presencié aquello y la culpa por no ayudar a mi compañera me persigue", ha declarado Lucía Socorro, quien añadió que la médico residente era una persona "rara" que debía tener "mucha sangre fría" para comprar un cuchillo y "hacer lo que hizo".

Por último, comparecieron en la Sala en calidad de testigos Cristina T.C., Carmen L.A. y Esperanza G.R., que narraron la forma en que la encausada las agredió, al tiempo que describieron cómo han cambiado sus vidas desde que ocurrió el incidente. El juicio a Noelia de Mingo continuará mañana con la declaración de los celadores que redujeron a la doctora y la de algunos agentes del Cuerpo Nacional de Policía encargados de arrestarla.

La doctora Noelia de Mingo, escoltada por dos policías, a su llegada ayer a la Audiencia Provincial.
La doctora Noelia de Mingo, escoltada por dos policías, a su llegada ayer a la Audiencia Provincial.Claudio Álvarez

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