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La inmigración es el principal problema para los españoles

El terrorismo baja a su mínimo histórico, con un 18% de respuestas, según el CIS

Carlos E. Cué

En septiembre, cuando el Gobierno endureció su discurso sobre la inmigración, dijo que no lo hacía porque tuviera alguna encuesta que detectara el aumento de preocupación de los españoles sobre el asunto. Ahora la tiene. La inmigración se ha convertido por primera vez en el principal problema, según la encuesta periódica del CIS. Desde julio, cuando era citada por un 38%, ha pasado en septiembre, poco después de la masiva llegada de cayucos, a un 59,2%, superando al paro. El terrorismo baja a su mínimo histórico.

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La inmigración ha desbancado con una gran holgura al tradicional principal problema para los ciudadanos españoles en los últimos años: el paro. Éste y el terrorismo han ido alternándose en la cabeza de los tres principales problemas de los españoles por los que periódicamente pregunta el CIS.

La primera plaza depende tradicionalmente de lo cercano que esté el momento en el que se realiza la encuesta del último atentado de ETA. La banda lleva más de tres años sin matar, y eso se nota en el sondeo: el terrorismo ha caído a su mínimo histórico, sólo un 18% de los encuestados lo coloca entre los tres principales problemas. En julio, ya muy abajo, eran el 22,8%.

Lo más novedoso de la encuesta es, sin embargo, la forma en la que la inmigración se ha disparado como preocupación. Del 38% de julio ha pasado a un 59,2%, un ascenso nada habitual en un sondeo que se mantiene más o menos constante con ciertas variables, como la aparición de la vivienda, que en el barómetro de septiembre ha bajado ligeramente, del 24,5% al 20,9%. Si se va un poco más atrás, a mayo de 2005, el aumento de las personas que citan la inmigración como un problema es aún más espectacular, puesto que entonces eran sólo el 27,7%, a una enorme distancia del paro, entonces en el 56,2%.

El momento en el que fue realizada la encuesta, entre el 18 y el 22 de septiembre, se antoja como una de las claves para explicar esta espectacular subida de la inmigración. La incesante llegada de cayucos desde Senegal en agosto, con imágenes diarias especialmente dramáticas en las costas canarias, se convirtió en el asunto central de casi todos los informativos e incluso del debate político, marcado por el endurecimiento del discurso del Gobierno contra los inmigrantes irregulares.

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El portavoz de los socialistas, Diego López Garrido, trató ayer de restar importancia al aumento de la preocupación por la inmigración entre los ciudadanos. Él piensa que la gente no está en contra de la inmigración sin más, que es muy positiva para la economía y para la sociedad, dice, sino de la inmigración irregular. "La gente ve que la integración ofrece problemas y tiene que hacerse adecuadamente en la legalidad", afirmó. "La inmigración legal supone un enorme beneficio para España porque es causante del enorme crecimiento económico", enfatizó López Garrido. Los conflictos con la inmigración irregular, añadió, suponen "un problema que le sucede a los países prósperos, un precio que paga todo país que crece extraordinariamente".

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