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El futuro de Andalucía

El nuevo Estatuto de Andalucía sale de la ponencia sin el apoyo de PP y andalucistas

La definición de Andalucía impide el acuerdo entre los cuatro grupos parlamentarios

Lourdes Lucio

La ponencia de reforma del Estatuto andaluz cerró ayer sus puertas con una fuerte división entre los grupos. El dictamen de la proposición de ley, para su debate el jueves en comisión, fue suscrito por los partidos de izquierda (PSOE e IU) con el rechazo del centro-derecha y los andalucistas (PP y PA). La principal diferencia que separa a los grupos es la definición de la comunidad, un asunto que no provoca ningún debate ciudadano. En su propuesta de Preámbulo, el PSOE alude a la "realidad nacional" de Andalucía, a lo que se opone el PP. IU y PA defienden el término nación.

El texto de la reforma tiene unos 250 artículos, frente a los 75 del ahora vigente
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Tras 39 sesiones de trabajo, los 11 miembros de la ponencia acabaron ayer los debates que comenzaron el 6 de mayo del pasado año. El dictamen de la proposición de ley se debatirá el jueves en comisión, donde aún es posible, aunque poco probable, el acuerdo y aún resta una última oportunidad antes de que la iniciativa llegue al Congreso de los Diputados, en el pleno final de aprobación que se celebrará en el Parlamento andaluz el próximo 2 de mayo. El texto de reforma tiene 250 artículos, frente a los 75 de ahora.

El informe lleva la firma de PSOE (61 diputados) y de Izquierda Unida (6), mientras que PP (37) y Partido Andalucista (5) no lo suscribieron por sus diferencias con el texto. Estos dos grupos, desde posiciones políticas antagónicas, han coincidido en su rechazo: los populares porque consideran que la iniciativa rebasa la Constitución en temas como competencias, financiación o poder judicial; los andalucistas, porque, aseguran, supone una "traición" a Andalucía. El PA anunció ayer que votarán no en el pleno del día 2.

La reforma no corre ningún riesgo de no aprobarse, ya que los votos del PSOE (61) y de Izquierda Unida (6) alcanzan la mayoría requerida de tres quintos (65) de los 109 diputados.

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El escollo final para el acuerdo es la denominación de Andalucía, un asunto que no forma parte de las preocupaciones de los andaluces -como todas las encuestas han puesto de manifiesto-, pero que entretiene mucho a los partidos políticos.

Socialistas y populares acordaron el 6 de octubre de 2005 la definición de Andalucía como nacionalidad histórica. Ambos grupos dejaron la misma redacción rebuscada que figura en el artículo 1.1 del Estatuto vigente, en el que se traslada de manera literal lo que dice el artículo 2 de la Constitución. Es decir, la "indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles".

El escritor granadino Justo Navarro describió la redacción del artículo como "una proeza estilística: tiene 46 palabras y un solo verbo". Con el fin de hacerlo más conciso y claro, los socialistas presentaron una enmienda para quitarle farfolla y dejarlo en 17 palabras: "Andalucía, como nacionalidad histórica, se constituye en comunidad autónoma, conforme el artículo 2 de la Constitución española".

El PP considera que de esta forma el PSOE ha roto un acuerdo fundamental, con el fin de hacerle el juego "a los nacionalismos insolidarios". "¿A quién le hace daño lo que ya está?", se preguntó ayer el portavoz del PP, Antonio Sanz.

Pero el principal enfado de los conservadores ha sido por la propuesta de Preámbulo del PSOE. En la misma se asegura que "la Constitución española, en su artículo 2, reconoce la realidad nacional de Andalucía como una nacionalidad". Es la misma fórmula que figura en la proposición de ley de Cataluña, pero sin incluir la palabra nación, por la razón de que el Parlamento andaluz ha rechazado con el 90% de los votos (los de PSOE y PP) esa de denominación. La definición de nación tan sólo es defendida por IU y Partido Andalucista, pero aunque la federación de izquierdas ha abierto la puerta a la cesión, los andalucistas aseguran que ese término es "innegociable".

El portavoz socialista, Manuel Gracia, aseguró ayer que su grupo, con estas propuestas, ha intentando "hallar el mínimo común denominador" entre las cuatro fuerzas políticas y acusó de inmovilismo a populares y andalucistas.

En similares términos se expresó la portavoz de IU, Concha Caballero, quien aseguró que ninguna de esos dos partidos "están mirando por los intereses" de Andalucía. "Pero lo importante", dijo, "es que Andalucía va a tener un Estatuto esta legislatura".

El portavoz del PP, Antonio Sanz, anticipó que va a ser "muy difícil" el voto afirmativo de su grupo en el pleno final y acusó a los socialistas de no tener voluntad de consenso. El andalucista Ildefonso Dell'Olmo intentó separarse de los argumentos de la derecha andaluza, los cuales, a su juicio, están en "la órbita de don Pelayo".

No obstante, populares y PA pidieron ayer que en la comisión la proposición de ley de reforma se debata artículo por artículo. Gracia, que también es presidente de este órgano, ya ha echado las cuentas de la duración del debate: "Hay 250 artículos aproximadamente y cuatro grupos, lo que da lugar a mil intervenciones. Si cada intervención consume un minuto el resultado es de un debate de 16 horas".

Algunos de los miembros de la ponencia de reforma del Estatuto andaluz, antes de comenzar la reunión de ayer. De izquierda a derecha: José Caballos (PSOE), Antonio Romero (Izquierda Unida), Luis Pizarro (PSOE), Antonia Moro (PSOE), Manuel Gracia (PSOE) y Antonio Sanz (PP).
Algunos de los miembros de la ponencia de reforma del Estatuto andaluz, antes de comenzar la reunión de ayer. De izquierda a derecha: José Caballos (PSOE), Antonio Romero (Izquierda Unida), Luis Pizarro (PSOE), Antonia Moro (PSOE), Manuel Gracia (PSOE) y Antonio Sanz (PP).PÉREZ CABO

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