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Blair establece una política de ley y orden como prioridad para el final de su mandato

El primer ministro británico abandonará su cargo antes de un año

El primer ministro británico, Tony Blair, ha querido mostrar hoy sus credenciales como adalid de la seguridad con el anuncio, por boca de Isabel II, de una batería de medidas para combatir la delincuencia, el gamberrismo callejero y el terrorismo. El último discurso de la Corona pronunciado en nombre del líder laborista, que ha anunciado ya su intención de dejar paso a un sucesor antes de un año, establece claramente la política de ley y orden como una de las máximas prioridades del Gobierno y una de las líneas maestras de su legado.

"Mi Gobierno", ha dicho la Reina, "pondrá a las víctimas en el corazón del sistema de justicia criminal, apoyará a la policía y a los responsables de la seguridad pública y procederá al desarrollo de las tarjetas de identidad". Las medidas anunciadas incluyen la imposición de restricciones a los delincuentes violentos una vez cumplidas sus condenas, nuevos poderes para que la policía ponga coto a los llamados comportamientos antisociales y reformas penales que garanticen condenas más duras para los criminales más peligrosos.

Asimismo se permitirá por primera vez a los funcionarios de inmigración efectuar detenciones entre los sospechosos de algún delito o de intentar abusar de las leyes de asilo. Aunque no ha anunciado nueva legislación en materia terrorista, el Gobierno ah dicho que legislará para colmar los huecos identificados por el ministro del Interior, John Reid, "teniendo en cuenta las lecciones aprendidas" del supuesto complot terrorista del pasado verano destinado a hacer estallar varios aviones en pleno vuelo transatlántico.

Como para reforzar la necesidad de esas medidas, el ministro del Interior, John Reid, ha alertado hoy de la "probabilidad" de un nuevo ataque terrorista contra el Reino Unido y ha dicho que los responsables de los servicios de inteligencia creen que la organización terrorista de Al Qaeda planean una nueva oleada de atrocidades. En declaraciones a la BBC, Reid dijo estar de acuerdo con Eliza Manningham-Buller, la máxima responsable del MI5 (servicio de información británico), quien señaló recientemente que había al menos 30 complots en marcha.

El Partido Laborista se muestra así como claro partidario de una política de ley y orden frente a las advertencias de su propia izquierda, así como de los liberales demócratas e incluso de los conservadores. Incluso un tory con fama de duro, como el responsable del Interior, David Davis, ha expresado su oposición a la extensión sin más del plazo de detención cautelar de los sospechosos de terrorismo porque podría "obstaculizar en lugar de ayudar a la lucha contra el terrorismo".

Respaldo a Gordon Brown

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Blair, en lo que ha parecido ser un respaldo al ministro del Tesoro británico, Gordon Brown como su sucesor, ha asegurado que la próxima contienda electoral sería un envite entre "un peso pluma contra un peso pesado", en referencia a la eventual batalla entre el líder del Partido Conservador, David Cameron, y Brown. "Baile lo que baile antes en el ring (...) tendrá que ser evacuado del mismo", ha dicho Blair, según ha informado la BBC.

Blair ha acusado a Cameron de ser un "peso pluma" sin "ningún interés en la esencia de la política" y ha rechazado impulsar la "política del miedo" al asegurar que su Ejecutivo ha "evaluado de forma realista la amenaza y las medidas (necesarias) para abordarlas".

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