_
_
_
_
_

Bush: "La libertad triunfará en Irak como en Hungría"

El presidente de Estados Unidos concluye en Budapest su breve gira europea

El presidente de EE UU, George W. Bush, ha rendido esta tarde homenaje a la lucha por la democracia en Hungría y ha asegurado que el triunfo de la transición en ese país se repetirá en Irak y en otras naciones que luchan por la libertad. "El nuevo Gobierno iraquí mostrará al mundo la promesa de una democracia próspera en el corazón de Oriente Próximo", ha dicho el presidente en un discurso pronunciado en el monte Géllert de Budapest, a orillas del río Danubio.

Más información
El Senado estadounidense rechaza retirar las tropas de Irak antes de julio de 2007
El Pentágono acusa formalmente a ocho militares de la muerte de un civil en Irak

Con una intervención plagada de elogios a los esfuerzos del pueblo y del Gobierno de Hungría por derrocar la dictadura comunista y a su contribución en la lucha contra el terrorismo en países como Irak y Afganistán, el presidente de EE UU se ha adelantado unos meses a los actos conmemorativos del 50 aniversario de la revolución del 23 de octubre de 1956, cuando miles de universitarios y obreros iniciaron un levantamiento popular que logró que Hungría fuera un país independiente durante unos días. Aunque la famosa revuelta fue aplastada el 4 de noviembre cuando los tanques soviéticos entraron en Budapest, Bush ha señalado que ése fue el punto de partida para que en 1989 Hungría pudiera convertirse en "la primera nación de la Europa comunista que hizo la transición a la democracia".

Miles de personas se quedaron en el camino y otras muchas tuvieron que refugiarse en otros países, lo que demuestra que el camino a la democracia no es fácil y eso puede verse ahora mismo, en su opinión, en Irak y en la lucha del nuevo Gobierno contra los enemigos de la libertad. El éxito del nuevo Gobierno iraquí es "vital" para la seguridad mundial y por ello "se merece el apoyo de la comunidad internacional", según el presidente, quien ha incidido en que la experiencia húngara demuestra que "la libertad puede retrasarse pero no negarse". En su corta estancia en este país, EE UU y Hungría han ratificado su alianza en la lucha contra el terrorismo, aunque el presidente, László Sólyom, no ha perdido la oportunidad de transmitirle que esa lucha debe hacerse en cumplimiento de la normativa internacional.

"Todos somos demócratas"

"El combate contra el terrorismo sólo puede tener éxito si cada paso y medida que se adopta están en línea con las leyes internacionales", ha dicho el mandatario húngaro al recibir a Bush en el Palacio real de Buda. Sólyom no ha mencionado los escándalos que afectan a EE UU en ese ámbito, como los abusos a prisioneros en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, las presuntas actividades ilegales de la CIA en Europa o la implicación de soldados estadounidenses en muertes de civiles en Irak. Se ha limitado a expresar su apoyo a la declaración final de la cumbre que ayer celebraron EE UU y la Unión Europea (UE) en Viena, en la que Bush y los líderes europeos se comprometieron a garantizar que la lucha contra el terror se haga en consonancia con la legislación sobre derechos humanos y de los refugiados, y de la ley humanitaria internacional.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Las divergencias entre Europa y EE UU han salido a relucir en su encuentro posterior con el primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsány, quien ha hecho un llamamiento a los países europeos para no exagerar las posibles rencillas entre los dos lados del Atlántico. No hay que alimentar la percepción de que "Europa representa la moralidad y EE UU la eficiencia", según el primer ministro, quien ha añadido que las dos cosas se complementan y que todos "somos demócratas". Gyurcsány ha sido quien ha planteado el asunto que puede considerarse como más embarazoso para Bush, el de la protesta de Hungría por la decisión de EE UU de mantener a ese país en la lista de naciones a cuyos ciudadanos se les exige visado para entrar en territorio estadounidense.

La respuesta que ha obtenido del inquilino de la Casa Blanca es que se trata de una cuestión difícil y que se ha elaborado una especie de "hoja de ruta" para afrontarla. Bush ha emprendido ya regreso a Washington, tras una mini-gira a Viena y Budapest, que se ha convertido en su decimoquinto viaje a Europa desde que asumió la presidencia.

Bush, en un momento de su discurso, pronunciado en el monte Géllert de Budapest, a orillas del río Danubio.
Bush, en un momento de su discurso, pronunciado en el monte Géllert de Budapest, a orillas del río Danubio.AP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_