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Reportaje:

"Carcelero, dales lo que quieren"

El Estado de Tejas publica en Internet las últimas palabras de los reos ejecutados

Tejas es líder nacional en número de ejecuciones desde que se reinstauró el máximo castigo en Estados Unidos en 1976, después de que, en 1972, el Tribunal Supremo lo prohibiera por ser un castigo "cruel y excepcional". El último en morir, el pasado 12 de septiembre fue Farley Matchett, negro, de 43 años. El primero, Charlie Brooks, también negro, a los 40, fue ejecutado el 7 de diciembre de 1982. En ambos casos, fueron declarados culpables de asesinato.

El Departamento de Justicia Criminal de Tejas informa de que cada día que se mantiene a un preso sin ejecutar en su celda le cuesta 61,58 dólares (48,50 euros) al contribuyente. Primero fue la horca, luego la silla eléctrica y ahora se utiliza la inyección letal para ajusticiar a los reos

ENLACE:
Departamento de Justicia Criminal de Texas

. En las cárceles de EE UU a la espera de ser conducidos al patíbulo es el de un hombre negro, de mediana edad y con estudios básicos. También existen presos con sus capacidades mentales mermadas. O personas que aún eran menores de edad en el momento de cometer los delitos.

En las últimas palabras de un condenado a muerte no caben insultos ni invocar el nombre de Dios en vano. Cuando esto sucede, cuando el hombre atado a la camilla que espera que se le inyecte un cóctel de drogas mortal en la vena de su brazo derecho jura, maldice, entonces el registro del penal borra sus palabras, las omite, quedan escondidas bajo puntos suspensivos... Es legal matar en nombre del Estado. Blasfemar no lo es.

Al condenado a muerte sólo le queda esperar a que le quiten la vida. Puede pasar cinco, diez, quince, veinte o más años recluido en soledad hasta que se le aplica la sentencia. Cuando ya no les queda ningún derecho, se les concede unos últimos instantes de libertad: elegir su última cena, pronunciar unas palabras.

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"Mamá, sé fuerte. Señor, perdóname por mis pecados. Adelante, carcelero". Jermaine Herron, negro, de 27 años, número 364 en el ránking de la muerte.

Están los que dedican sus últimos minutos de vida a expresar su inocencia. Hay quienes necesitan el perdón de los seres queridos de aquellos a quienes quitaron la vida. Y luego están los que no quieren decir nada y se van en silencio. Éstos son algunos relatos de los que no callaron antes de morir. Son difíciles de leer.

376 FARLEY MATCHETT

Ejecutado el 12 de septiembre de 2006. Edad: 43 años. Edad cuando cometió el delito: 29 años. Raza: negra. Crimen: robo y asesinato de un hombre.

Últimas palabras:

"Para mi familia, mi madre y mis tres preciosas hijas: os quiero a todos. Y para mi hermano y mi hermana, que han permanecido a mi lado a largo de toda esta situación. Permaneced fuertes, que me voy a un lugar mejor. Pido perdón. Y para la familia de la víctima, encontrad paz con mi muerte para seguir adelante. Nuestro Señor Jesucristo, me encomiendo a ti. Estoy preparado".

352 MELVIN WHITE

Ejecutado el 3 de noviembre de 2005. Edad: 55 años. Edad cuando cometió el crimen: 47 años. Raza: blanca. Crimen: agresión sexual y asesinato de una niña de 9 años.

Últimas palabras:

"Diles a Beth y a ellos que lo siento, estoy verdaderamente arrepentido por el dolor que he causado a su familia. Realmente lo siento así. Ella era una gran amiga mía y traicioné su confianza. Os quiero a todos. Dile a mamá que la quiero... Está bien, carcelero, dales lo que quieren".

270 NAPOLEON BEAZLEY

Ejecutado el 28 de mayo de 2002. Edad: 25 años. Edad cuando cometió el crimen: 17 años. Raza: blanca. Crimen: asesinato.

Últimas palabras:

"El acto que cometí y por el que estoy aquí no fue sólo atroz, sino algo sin sentido. Pero la persona que cometió ese acto no sigue aquí. Yo sí estoy. No voy a luchar físicamente ni poner ninguna resistencia. No voy a gritar, ni a blasfemar, ni a amenazar frívolamente. Sin embargo, entended que no estoy sólo disgustado, sino entristecido por todo lo que va a suceder esta noche aquí. No sólo entristecido, sino decepcionado porque un sistema que, se supone, está para proteger y defender lo que es justo, puede parecerse tanto a mí cuando cometí el mismo vergonzoso error. Si alguien intentara animar a alguien a cometer un asesinato yo gritaría un sonoro: '¡No!' Y les diría que les concedieran el bien que a mí no me han dado, que es una segunda oportunidad. Siento mucho estar aquí, y siento que todos ustedes estén aquí también. Siento que muriera John Luttig. Y siento que algo en mí produjera que todo esto empezara. Esta noche diremos al mundo que no hay segundas oportunidades a los ojos de la justicia. Esta noche diremos a nuestros hijos que en algunas circunstancias, en algunos casos, matar está bien. (...) Hay muchos hombres como yo en el pabellón de la muerte -buenos hombres- que cayeron en las mismas equivocadas emociones. Dad a esos hombres la oportunidad de hacer lo que está bien. Dadles la ocasión de corregir sus errores. El problema no es que falte gente dispuesta a ayudarles, sino que el sistema mismo les está diciendo que no importa. Nadie gana esta noche. Nadie sale victorioso".

368 ÁNGEL RESENDIZ

Ejecutado el 27 de junio de 2006. Edad: 45 años. Edad cuando cometió el crimen: 38

años. Raza: hispana. Crimen: asesinato.

Últimas palabras:

"Quiero preguntar si hay algo de perdón en vuestro corazón. No tenéis obligación. Yo sé que he permitido al diablo que mande en mi corazón. Sólo pido que me perdonéis y que le pidáis al Señor que me perdone por permitir al diablo que me engañara. Agradezco a Dios que haya sido tan paciente conmigo. No me merezco causaros ninguna molestia. No os merecéis esto. Yo me merezco lo que voy a recibir".

364 JERMAINE HERRON

Ejecutado el 17 de mayo de 2006. Edad: 27 años. Edad cuando cometió el crimen: 18 años. Raza: negra. Crimen: asesinato.

Últimas palabras:

"Sólo espero que esto traiga un poco de paz a tu familia. Espero que mi muerte traiga paz, que no quede el odio. Mamá, tienes que ser fuerte. Señor, perdóname por mis pecados porque ya voy contigo. Adelante, carcelero".

375 DERRICK FRAZIER

Ejecutado el 31 agosto de 2006. Edad: 29 años. Edad cuando cometió el crimen: 20 años. Raza: negra. Crimen: asesinato.

Últimas palabras:

"Debbie, pequeña, te quiero; tú sabes que te quiero. Tú eres mi vida. Tú eres mi mujer, permanece fuerte. Permaneced fuertes todos. Soy inocente. He sido castigado por un crimen que no cometí. He proclamado mi inocencia durante nueve años y continuo diciendo que soy inocente. Decid a los míos que les quiero. Debemos continuar. No abandonéis la lucha; no abandonéis la lucha por un futuro mejor. Porque podemos hacer que suceda. Te quiero, quiero a mi hijo, quiero a mi hija. Bruno, Chuckie, Juanita, Ray, os quiero a todos. Permanece fuerte, pequeña. Te querré siempre".

145 KARLA TUCKER

Ejecutada el 3 de febrero de 1998. Edad: 39 años. Edad cuando cometió el crimen: 23 años. Raza: blanca. Crimen: asesinato.

Últimas palabras:

"Me gustaría decir a todos vosotros -la familia Thornton y la familia de Dean- que lo siento mucho. Espero que Dios os traiga paz con esto. Cielo, te quiero. Ron, dale un abrazo a Peggy de mi parte. Todo el mundo ha sido muy bueno conmigo. Os quiero mucho a todos. Voy a ver a Jesús cara a cara ahora mismo. Alcaide, muchas gracias a todos. Habéis sido muy buenos conmigo. Os quiero a todos mucho. Os veré a todos cuando lleguéis allí. Os esperaré".

347 GARY STERLING

Ejecutado el 10 de agosto de 2005. Edad: 38 años. Edad cuando cometió el crimen: 20 años. Raza: negra. Crimen: asesinato.

Últimas palabras:

"Me gustaría que el capellán dijera una oración, pero no sólo por mí, sino por la familia de la víctima. Porque han sido engañados, lo siento. Esto es todo lo que tengo que decir".

331 DOMINIQUE GREEN

Ejecutado el 26 de octubre de 2004. Edad: 30 años. Edad cuando cometió el crimen: 18 años. Raza: negra. Crimen: asesinato.

Últimas palabras:

"¡Hombre, hay mucha gente aquí! Muchos han llegado conmigo hasta este punto, y no puedo agradecérselo a todos. Pero gracias por todo el amor y apoyo. Ellos me han permitido hacer mucho más de lo que yo podría haber hecho por mi mismo. Sheila, ¡Ojalá te hubiera conocido siete años antes!, hubiera sido todo mucho más fácil. No estoy enfadado, pero estoy decepcionado de que se me haya negado justicia. Pero estoy muy feliz porque me habéis mantenido vosotros, mis amigos y mi familia. Todos habéis estado apoyándome, es un milagro. Os quiero. Y tengo que decir a Jessica que lo siento. Nunca supe que llegaría a esto. Lorna, tú tienes que continuar con mi lucha. Sé que acabas de perder a tu bebé, pero tienes que seguir corriendo. Andy, ¡te quiero tío! Dile a Andre y a los demás que no tuve la oportunidad de alcanzar mi potencial total, pero tú puedes ayudarles a alcanzar los suyos. Vosotros me necesitasteis, pero no supe cómo estar ahí. Hay muchas cosas que quiero decir, pero no puedo decir todo. Os quiero. Por favor, continuad luchando. Si me dais la espalda, se la dais a ellos. Os quiero a todos y os echaré de menos a todos. Sólo puedo decir que lo siento. No soy tan fuerte como yo creía que iba a ser. Pero supongo que solamente duele por un momento".

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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