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Reportaje:

Católico y objetor

Hakan Ekinci, el hombre que secuestró ayer un avión Turkish Airlines con 113 personas, había escrito a Benedicto XVI explicando que como católico no podía hacer la 'mili'

Hakan Evinci, de nacionalidad turca y religión cristiana, secuestró ayer por la tarde un avión de Turkish Airlines con 113 personas a bordo cuando realizaba el trayecto entre Tirana (Albania) y Estambul (Turquía). Las primeras investigaciones señalan que el secuestrador quería solicitar asilo político para evitar hacer el servicio militar en su país. Sin embargo, en un principio las causas parecieron ser otras.

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Al parecer Hakan Evinci había enviado el pasado mes de agosto una carta al Papa Benedicto XVI en la que exponía sus problemas como objetor de conciencia en relación al servicio militar en Turquía. Este dato hizo que en un primer momento, las primeras informaciones difundidas por los medios italianos apuntarán a que el secuestro era un acto de protesta contra la próxima visita del Papa a Turquía.

Lo que sí que está claro es que Evinci actuó sólo. La agencia de la aviación civil italiana ha rectificado, al principio hablaba de dos secuestradores, y ha confirmado que Hakan Evinci es el único responsable del secuestro. Fuentes del Gobierno de Turquía han asegurado además, el secuestrador actuó bajo la influencia de "problemas psicológicos" y los medios turcos aseguran que Ekinci es un desertor del ejército turco, que habría abandonado mientras cumplía el servicio militar.

Tranquilo y sin armas

El director de las líneas aéreas turcas, Candan Karlitekin, ha explicado a los canales de televisión de este país que el avión fue secuestrado a las cuatro de la tarde hora GMT (18.00 hora peninsular española) en el espacio aéreo griego. El avión fue desviado por dos cazabombarderos F-16 del Ejército italiano al aeropuerto de Brindisi, al sur de Italia. Según el ministerio de Defensa griego, el aparato lanzó dos señales de secuestro cuando se encontraba en espacio griego.

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Según la primera reconstrucción de los hechos realizada por las autoridades, Hakan Evinci, utilizó un paquete con el que amenazó a los tripulantes del avión diciendo: "Hago saltar el avión, llevadme a Roma". En ese momento, el piloto hizo saltar la doble alarma que indica el cambio de dirección obligada. El avión puso rumbo hacia y Italia y aterrizó finalmente en Brindisi, al sur del país. El aeropuerto estuvo fuertemente vigilado por la policía y puso en marcha el plan de emergencia previsto para los casos de terrorismo internacional.

Los primeros pasajeros empezaron a bajar del avión pasadas las siete y media de la tarde. La aeronave llevaba a bordo 107 pasajeros y seis miembros de la tripulación. Un responsable de la compañía aérea ha adelantado que sólo cinco de los pasajeros son turcos, todavía se desconoce la nacionalidad del resto de rehenes. Además, ha asegurado que todos se encuentran en un buen estado de salud y fuera del avión.

Imagen del avión turco secuestrado, estacionado en una zona de aislamiento del aeropuerto italiano de Brindisi.
Imagen del avión turco secuestrado, estacionado en una zona de aislamiento del aeropuerto italiano de Brindisi.AP

La agenda del Papa, sin cambios

En declaraciones al periódico La Repubblica, el director de la oficina de prensa Vaticana, padre Federico Lomardi, ha señalado que permanecen "en alerta". "Esperamos tener más información sobre los hechos", ha señalado, pese a que parece confirmarse que el secuestrador no pretendía elevar su protesta contra XVI. El jesuita ha asegurado que el viaje del Papa a Turquía "no será modificado o cambiado de fecha", y que "los preparativos prosiguen regularmente sin ningún cambio".

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