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Reportaje:

Clinton pone a trabajar a los ricos

El ex presidente de Estados Unidos organiza una 'ONU paralela' en Nueva York

Cerca de mil representantes de la política, la economía y la cultura de todo el mundo se dan cita en Nueva York en la segunda Iniciativa Global Clinton, un encuentro para que los ricos y los influyentes asuman proyectos que lidien con los conflictos étnicos y religiosos, la pobreza, la salud, el medio ambiente y la energía. La capacidad de convocatoria de Clinton -su magnetismo, que conserva intacto- reúne a Laura Bush y a Bill Gates, a los reyes de Jordania y a Javier Solana, a Kofi Annan y a Rupert Murdoch, a Gerry Adams y a Lance Armstrong. Medio centenar de antiguos y actuales jefes de Estado y cientos de empresarios e inversores -que pagan unos 12.000 euros por estar aquí- hablan e intercambian tarjetas, pero también firman cheques. Los pocos que el año pasado hicieron promesas que no han cumplido -15, de 500- no han sido invitados este año.

El objetivo es superar los 300 proyectos con un valor de unos 2.000 millones de euros
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Durante sus ocho años de presidencia, Clinton conoció la frustración que producen las grandes reuniones en las que se habla mucho y no se hace nada. "Esta Iniciativa tiene como objetivo abordar los desafíos globales concretados en problemas particulares, con la convicción de lo que importa no es su dimensión, sino la posibilidad de que den paso a acciones y alianzas coordinadas e innovadoras". Nos encantan, añadió el ex presidente "los compromisos con cheques que llevan un montón de ceros, pero muchas veces los que más impacto tienen son los de presupuesto más pequeño". El objetivo de esta convocatoria es superar el listón de 2005, de donde salieron 300 proyectos por valor de unos 2.000 millones de euros para poner en marcha iniciativas.

¿De qué tipo? Laura Bush anunció el primer compromiso: 10 millones de dólares del Gobierno para un plan financiado con fondos públicos y privados, de 60 millones, para instalar fuentes de agua potable en 1.000 comunidades en África. "Esas fuentes están alimentadas por una fuente de energía sin límites: niños que juegan". Está previsto que el sistema de fuentes llegue a 10 millones de africanos antes de 2010. "Damos por supuesto que el agua es potable, pero en África no es así, y eso marca la diferencia entre la salud básica y la enfermedad, entre la estabilidad y la pobreza, entre la vida y la muerte", según Jean Case, de la fundación que colabora en el proyecto. Entre ayer y mañana se anunciarán decenas de compromisos, desde incentivos para estudios de energía renovable y planes de lucha contra la malaria, hasta fondos para micropréstamos o para organizar encuentros entre judíos y palestinos.

"Todo esto demuestra la energía y la visión de Clinton", según una Madeleine Albright -ex secretaria de Estado- tan fotografiada que tuvo que escapar diciendo por lo bajo: "¡Pero si yo no soy una estrella!". En cambio, la estrella -o aspirante- Anne Hathaway y su novio, el millonario Raffaello Follieri, sí se dejaban fotografiar a gusto. En el extremo opuesto, hablando por teléfono durante una pausa, Gerry Adams, presidente del Sinn Fein: "Esta convocatoria no sólo es útil como plataforma de diálogo, que lo es y mucho; lo que tiene de diferente es que está orientada a la acción, a asumir compromisos y hacer inversiones que cambian situaciones y tratan de resolver problemas. Y eso es importante".

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El propio Clinton abrió el primer debate en el que Álvaro Uribe, presidente de Colombia, contó cómo su país está "en la mitad de la lucha contra la violencia", y Ellen Johnson-Sirleaf, presidenta de Liberia, expuso el gran reto de "ayudar a los que participaron en las guerras a integrarse en la vida civil, a que estudien y trabajen, a que participen en la vida de la comunidad". El responsable de Política Exterior de la UE, Javier Solana, dijo que no hay desarrollo sin seguridad y habló de Darfur: "Atención, porque si usamos el término 'genocidio' al describir la muerte de 200.000 personas y lo que pasa allí, las leyes internacionales nos obligan a intervenir".

Pervez Musharraf, presidente de Pakistán, prefirió no extenderse en la primera pregunta del moderador, el periodista Thomas Friedman, sobre la violenta reacción islámica a las recientes palabras del Papa: "Las palabras de Su Santidad han causado mucha tensión en el mundo islámico", dijo Musharraf, que calificó de "injustificada" la intervención papal. Posteriormente, el dirigente paquistaní subió el tono: "El mundo occidental piensa que los musulmanes no creemos en la democracia, en la modernidad, en el laicismo. Pero en la teoría del islam está la creencia en todas esas cosas; aunque haya algunos oscurantistas que no lo crean, el islam recomienda la modernización, el respeto a las minorías, la democracia...". Y concluyó: "Lo que tenemos que hacer es sentarnos e ir al centro de las cosas, y la cuestión palestina está en el centro de todo, del terrorismo, de Irak, de los problemas de Pakistán, del Líbano... Si solucionáramos la cuestión palestina, otras cosas se solucionarían después".

Bill Clinton, junto a Laura Bush en la inauguración de la Iniciativa Global Clinton, ayer en Nueva York.
Bill Clinton, junto a Laura Bush en la inauguración de la Iniciativa Global Clinton, ayer en Nueva York.REUTERS

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