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Episodios violentos perturban la conmemoración del golpe de 1973 en Chile

El Gobierno de Bachelet prevé una celebración sin actos oficiales

Con más de 15 manifestantes detenidos y tres policías heridos leves culminó ayer la marcha que más de 1.000 personas realizaron en la capital chilena, Santiago en la víspera del 33º aniversario del golpe militar que el 11 de septiembre de 1973 derrocó al Gobierno del presidente socialista Salvador Allende. Entre los disturbios, un grupo de manifestantes anarquistas arrojó una bomba incendiaria contra un ventanal del Palacio de La Moneda, sede presidencial.

Además, piquetes de jóvenes con sus rostros cubiertos rompieron ventanales y causaron destrozos en un local de comida rápida de Burger King y en una sucursal bancaria en las cercanías de la sede del Gobierno.

Los incidentes se repitieron, pero en menor escala, en el trayecto de los manifestantes hacia el Cementerio General, el mayor de Santiago, donde están sepultadas muchas de las víctimas del golpe militar. Los piquetes de jóvenes, cerca de medio centenar de personas, arrojaron piedras y la policía uniformada de los carabineros utilizó vehículos con mangueras y gases y detuvo al menos a 15 de ellos.

"Hubo dos marchas paralelas", sostuvo el intendente de Santiago, Víctor Barrueto. Una, la de los ciudadanos que honraban a las víctimas del golpe militar y al propio Allende, quien resistió a los militares en La Moneda, y otra, la de grupos "de delincuentes", a los que acusó de causar destrozos y carecer de propuestas. Barrueto afirmó que estos grupos agredieron a miembros de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) y se enfrentaron con quienes querían una marcha pacífica.

El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, responsabilizó de los incidentes a los infiltrados y a la provocación de los carabineros.

Cambiar el sistema electoral

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En el acto central de la marcha, convocada por las organizaciones defensoras de los derechos humanos, la presidenta de la AFDD, Lorena Pizarro, pidió a la presidenta del país, Michelle Bachelet, que convoque un plebiscito para cambiar el sistema electoral impuesto por la dictadura, que favorece a la derecha y excluye a los comunistas y no ha sido reformado en los 16 años de democracia.

Bachelet pidió ayer recordar de una forma democrática y sin violencia a las víctimas. Su Gobierno no ha programado actos especiales con motivo del aniversario, salvo una misa en la capilla de La Moneda, que hace 33 años fue bombardeada por los militares golpistas. Por otro lado, militares en retiro recordaron el sábado, con un acto, lo que para ellos fue una gesta liberadora.

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