_
_
_
_
_
Entrevista:BORÍS AKUNIN | Escritor de origen georgiano

"El Estado ruso sufre hoy una grave enfermedad"

El popular escritor de novelas policiales ruso Borís Akunin, seudónimo de su verdadero nombre, Grigori Chjartishvili, tiene la mala suerte de poseer un apellido georgiano. Eso ha bastado para que en el marco de la campaña antigeorgiana que se desarrolla en Rusia, agentes del Servicio de Impuestos fueran a la editorial Zajárov, que publica sus novelas, y se interesaran por sus honorarios.

Akunin, nacido en Tbilisi en 1956, aunque vive en Moscú desde que tenía dos años, saltó a la fama con su serie de novelas protagonizadas por el investigador y espía Erast Fandorin, como El ángel caído o Gambito turco, publicadas en España por Salamandra. El escritor ha respondido brevemente por correo electrónico a algunas preguntas relacionadas con la actual crisis.

Más información
Víctimas del bloqueo ruso

Pregunta. ¿Qué piensa de la campaña antigeorgiana en Rusia?

Respuesta. Es una señal de que el Estado ruso hoy sufre una grave enfermedad. El ataque de histeria que le ha dado a las autoridades rusas está afiebrando a toda la sociedad. Esta enfermedad puede tener para mi país consecuencias muy graves.

P. Usted se crió en Moscú. ¿Conserva algún tipo de relación con Georgia?

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

R. Mi apellido es georgiano, pero no conozco esa lengua y tengo una impresión muy vaga de lo que sucede en Georgia. Sólo ahora me han obligado a acordarme de que étnicamente soy de origen georgiano. Pero no hay mal que por bien no venga. De ahora en adelante me interesaré más por la patria de mis antepasados.

P. ¿En qué medida este conflicto político entre Rusia y Georgia puede influir en las relaciones entre ambos países y en sus relaciones culturales, tradicionalmente muy buenas?

R. Ésta no es cuestión de las relaciones ruso-georgianas. Lo que está realmente en juego es el destino de la sociedad rusa. Esto que digo no es una exageración. ¿Podrá nuestro país vencer al virus de la xenofobia? ¿No provocará esta limpieza étnica en curso, que no tiene precedentes en la Rusia poscomunista, la metástasis de guerras interétnicas? Para un país grande en el que vive gente de muchas nacionalidades esto equivaldrá a un auténtico suicidio.

P. ¿Piensa usted que las relaciones ruso-georgianas pueden seguir empeorando? ¿Hay un límite a la escalada de tensión?

R. Poco me importan las relaciones diplomáticas y de otro tipo entre la Federación de Rusia y Georgia. De alguna forma se las arreglarán. Pero mucho más serias y preocupantes son las heridas y los traumas que dejará este conflicto en el cuerpo de la sociedad rusa.

Lo más peligroso es que como resultado de esta repugnante campaña, la popularidad del presidente Putin ha aumentado sustancialmente. Los nacionalistas extremistas han reconocido en él a su líder. Si Putin no reniega pronto de semejantes partidarios, a todos les quedará claro que la política del actual régimen conscientemente ha dado un viraje hacia el nacionalismo pan-ruso. En su reciente intervención, Putin usó la expresión "los intereses de la nacionalidad autóctona", con lo que dividió a la población del país en ciudadanos de primera y segunda categoría. Esto es, en mi opinión, lo más terrible.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_