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Estados Unidos advierte a Corea del Norte ante la posibilidad de una nueva prueba nuclear

El Gobierno de Pyongyang advierte de que "golpeará sin piedad" a los que apliquen las sanciones

Activistas surcoreanos queman una bandera de Corea del Norte y fotografías del líder norcoreano Kim Jong Il durante una protesta con la prueba nuclear de Corea del Norte
Activistas surcoreanos queman una bandera de Corea del Norte y fotografías del líder norcoreano Kim Jong Il durante una protesta con la prueba nuclear de Corea del NorteEFE

Estados Unidos ha mandado una recomendación a Corea del Norte para que abandone la idea de realizar un segundo ensayo nuclear, después de que los Gobiernos de Corea del Sur y Japón informaran a Washington sobre extraños movimientos en la misma zona en la que el pasado 9 de octubre el Gobierno de Pyongyang realizó su primera prueba atómica.

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Japón y Corea del Sur creen que Corea del Norte podría estar iniciando los preparativos para una segunda prueba nuclear. El ministro japonés de Exteriores, Taro Aso, ha admitido que su Gobierno dispone de información sobre un posible segundo ensayo, aunque ha precisado que aún estaba por confirmar la fiabilidad de esos informes de los servicios secretos nipones. "Tenemos información pero no puedo hablar acerca de su contenido", ha dicho Taro Aso. Igualmente, un funcionario del Gobierno de Seúl ha anunciado que disponen también de informaciones que apuntan en esa dirección.

El enviado de Washington a las conversaciones multilaterales sobre el programa nuclear norcoreano, Christopher Hill, está llevando a cabo una ofensiva diplomática a contrarreloj para obtener el compromiso de Japón, Corea del Sur y China en la aplicación de las sanciones impuestas a Pyongyang por el Consejo de Seguridad de la ONU. "La comunidad internacional se verá obligada a respondes claramente" si Pyongyang lleva a cabo una nueva prueba atómica".

Hill ha llegado hoy a Seúl procedente de Tokio. En la capital surcoreana se ha reunido con representantes de Rusia, Alexander Alexéyev, y Corea del Sur, Chun Yung-woo, para tratar de encauzar las conversaciones multilaterales que se encuentran estancadas desde noviembre pasado por el boicot norcoreano. Además, está preparando la gira de la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, a esos tres países y que comienza mañana en Tokio.

Los esfuerzos diplomáticos en los que participan EE UU, China, Rusia, Corea del Sur y Japón se han visto oscurecidos por las amenazas vertidas por Corea del Norte en respuesta a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

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Declaración de guerra

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte advirtió esta mañana de que las sanciones de la ONU contra ese país en represalia por su primer ensayo nuclear suponen una "declaración de guerra", por lo que el Gobierno de Pyongyang "golpeará despiadadamente" a quien se ampare en la resolución de Naciones Unidas para violar su soberanía nacional.

Según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, difundido por la agencia de noticias estatal, Pyongyang quiere "la paz pero no teme la guerra". Las sanciones, aprobadas el pasado sábado por el Consejo de Seguridad de la ONU, prohíben la venta de armas a Corea del Norte y ordenan la inspección de todos los cargamentos que se dirijan al país o procedan de él. Asimismo, el texto -propuesto por Estados Unidos- también pide la congelación de activos de las empresas que suministren material al programa de armas nucleares de Corea del Norte.

Corea del Norte "denuncia enérgicamente" y "rechaza totalmente" la resolución, "producto de la política hostil de Estados Unidos", señala el comunicado. "La resolución no puede ser interpretada más que como una declaración de guerra", añade, por lo que "si alguien intenta dañar la soberanía y el derecho a la existencia de la República Democrática Popular de Corea, incluso aunque actúe en el marco de la resolución de la ONU, recibirá como respuesta golpes sin piedad mediante las acciones más fuertes". Además, Corea del Norte "vigilará estrechamente la futura actitud de Estados Unidos y adoptará las medidas correspondientes", concluye el comunicado, sin especificar a qué tipo de medidas se refiere.

Asimismo, Pyongyang asegura que no cederá a las presiones. Corea del Norte "se mantuvo firme en todas las tormentas y presiones del pasado, cuando aún no tenía armas nucleares", por lo que "es absurdo pensar que la República Popular Democrática de Corea vaya a ceder a la presión y a las amenazas ahora, cuando ya se ha hecho con el arma nuclear".

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