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"Les odio. Vienen a matarnos y luego dicen que lo sienten"

Una niña iraquí de nueve años relata cómo los 'marines' entraron en su casa y asesinaron a siete miembros de su familia

"Les odio. Vienen aquí a matarnos y luego dicen que lo sienten". Son palabras de Iman Hassan, una niña de nueve años que sobrevivió a la matanza de Haditha, en Irak, el 19 de noviembre del año pasado. Ese día murieron en el pueblo 24 civiles iraquíes, incluidos siete miembros de su familia, en lo que parece una matanza a sangre fría a cargo de tropas estadounidenses como represalia por la muerte a primera hora de la mañana del marine Miguel Terrazas, que conducía un vehículo Humvee atacado por una bomba de la insurgencia.

La familia de Iman, que vivía apenas a 150 metros del lugar del primer ataque, oyó la explosión poco después de las siete de la mañana de aquel día, según ha explicado la niña al diario británico The Times. Permanecieron en casa. Según el relato de la niña, el padre estaba rezando en la habitación contigua a la suya. Los abuelos aún estaban en su dormitorio. Otros miembros de la familia estaban en las habitaciones del segundo piso y en la sala de estar, preparándose para las tareas del día, cuando entró un grupo de marines y empezó a disparar contra los habitantes de la vivienda.

"No murieron inmediatamente. Podíamos oír sus quejidos", cuenta Iman
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"Todos los que estaban en la casa fueron asesinados por los americanos, excepto mi hermano Abdul Rahman y yo", explica la niña. "Estábamos demasiado asustados para movernos e intentamos escondernos bajo la almohada. No nos atrevimos a movernos durante dos horas. Mi familia no murió inmediatamente. Podíamos oír sus quejidos".

"Dispararon a mi abuelo, primero en el pecho y luego en la cabeza. Luego mataron a mi yaya", había explicado ya la niña meses atrás a la revista estadounidense Time, que en marzo pasado publicó una amplia investigación sobre la matanza que obligó a las autoridades militares de EE UU a abrir su propia investigación. Según Time, los soldados se dirigieron luego a otra casa, abrieron la puerta y lanzaron una granada dentro antes de empezar a disparar a diestro y siniestro matando a ocho civiles. La revista cita el testimonio de Yousif, uno de los hijos del propietario de la casa, que intentó entrar, pero se lo impidieron otros iraquíes. "Me dijeron: 'No puedes hacer nada. No te acerques o los americanos te matarán".

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Nadie pudo entrar en la casa hasta el día siguiente, cuando los estadounidenses habían retirado ya los cadáveres. "Los americanos metieron a mis cuatro hermanos en un armario del dormitorio de mi padre. Les mataron dentro del armario", asegura Yousif tras examinar los rastros dejados por la sangre de los cadáveres.

El Senado de EE UU está estudiando un informe sobre la matanza elaborado por el Servicio Naval de Investigación Criminal, que pone de relieve que se trató de una matanza metódica y no de un enfrentamiento entre los marines e insurgentes iraquíes armados. Una pieza clave que desmonta la tesis del enfrentamiento fue una película de vídeo rodada por estudiantes de periodismo iraquíes, en la que se puede observar que los disparos de los marines se realizaron dentro de las casas y que las fachadas de las viviendas no tienen signos de disparos. Según médicos iraquíes, las pruebas forenses indican que en algunos casos las víctimas fueron ejecutadas con disparos a quemarropa. La matanza pudo ser una represalia por la muerte de 20 marines tres meses antes en la misma población.

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