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Mohamed VI suprime la mili tras la detención de cinco militares

Cuatro mujeres figuran en una célula terrorista desmantelada, dos de ellas esposas de pilotos

Mohamed VI se ha cargado de un plumazo el servicio militar en Marruecos. El Gobierno aprobó el jueves, a instancias del rey, un decreto-ley que acaba con la mili desde el 4 de agosto. El portavoz del Ejecutivo, Nabil Benabdalá, declaró que "la decisión no guarda ninguna relación con los acontecimientos que ha vivido Marruecos"; es decir, el desmantelamiento este verano de una trama terrorista, con cinco militares, tres gendarmes y cuatro mujeres.

La medida es "del todo normal", añadió Benabdalá recordando que otros países -casi ninguno árabe excepto las monarquías del Golfo- han suprimido el servicio militar que los jóvenes varones marroquíes, de menos de 20 años, estaban obligados a hacer durante un año, a menos que no demostrasen que estudiaban o que tenían familiares a su cargo.

La iniciativa ha sido, sin embargo, tomada sin ningún debate ni explicación previa, mediante un procedimiento de urgencia y cinco meses después de que el Ministerio del Interior -en Marruecos no hay un Ministerio de Defensa- iniciase el censo de los mozos que el año próximo debían incorporarse a filas.

De ahí que surjan algunas dudas sobre el desmentido del portavoz gubernamental sobre la relación de la medida con el golpe asestado a un grupo radical. La prensa marroquí ha señalado que, tras la imputación de los cinco militares, se está llevando a cabo una purga antiislamista en los cuarteles. En la primavera de 2003 ya se produjo una limpia que acabó con la expulsión de cientos de soldados, 85 suboficiales y un puñado de oficiales.

La eliminación de la mili facilita el control de la soldadesca, pero tendrá también consecuencias sobre el voluminoso Ejército marroquí, que cuenta con 300.000 hombres -incluidas las fuerzas paramilitares- y absorbe el 5% del PIB. El grueso de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) están desplegadas en el Sáhara Occidental, sobre todo a lo largo del muro que construyeron para defenderse del Frente Polisario.

Tras las intentonas golpistas, protagonizadas por militares, de principios de los setenta, el rey Hassan II suprimió el Ministerio de Defensa y asumió la jefatura del Estado Mayor de las FAR para que no volviesen a las andadas. Más de treinta años después su hijo acaba con el servicio militar porque el Ejército puede de nuevo ser un peligro aunque ahora de otra índole.

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El ministro de Interior, Chakib Benmoussa, que compareció ante una comisión parlamentaria y ante la prensa para dar cuenta de la operación antiterrorista, insistió, el jueves, en que "el número de elementos del Ejército y de los servicios de seguridad [vinculados a la trama terrorista] es insignificante". Aun así recalcó que "la lucha contra las corrientes extremistas requiere conjugar los esfuerzos de partidos políticos, sociedad civil y prensa (...)".

Entre las 56 personas imputadas a lo largo de las últimas seis semanas hay, confirmó Benmoussa, cinco militares, tres gendarmes, un policía y cuatro mujeres, dos de las cuales financiaban las actividades de la célula terrorista que estaba a punto de pasar a la acción. Entre sus planes figuraba el asesinato de dos ministros socialistas, Mohamed el Yazghi y Fatalá Oualalou.

Varias reuniones del grupo se celebraron en el chalé de Fatima Zahra, una mujer madura que entregó 13.600 euros a Hassan Khattab, un ex preso islamista que encabezaba la banda. Las mujeres estaban dispuestas a cometer atentados suicidas en Oriente Próximo, pero Khattab les convenció de que Marruecos, "aliado de los americanos y de los sionistas", era un objetivo válido.

Dos de las mujeres están casadas con pilotos de la RAM, la compañía aérea de bandera. Sus maridos no han sido detenidos, pero desde el jueves las autoridades han tomado drásticas medidas de seguridad en los aeropuertos del país. En 2002 tres marroquíes, casadas con saudíes, fueron condenadas por no denunciar la preparación de atentados en el Estrecho de Gibraltar. Nunca, hasta ahora, mujeres adultas marroquíes habían sido acusadas de formar parte de una red terrorista.

Mohamed VI, durante una entrevista el pasado año.
Mohamed VI, durante una entrevista el pasado año.BERNARDO PÉREZ

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