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El control de la energía en Bolivia

Morales anuncia que todos los recursos naturales pasarán a manos del Estado

El presidente de Bolivia defiende la nacionalización del petróleo y el gas como un acto de valentía

Un aire triunfalista se percibía ayer en el Gobierno boliviano, que considera la nacionalización de los hidrocarburos como el primer paso en la recuperación de los recursos naturales y las empresas estatales enajenadas en los últimos 10 años por la política de privatizaciones parciales del modelo neoliberal. "Empezamos con los hidrocarburos; mañana será la minería, los recursos forestales, estamos preparados para recuperar la tierra para todos los bolivianos", ha prometido el presidente, Evo Morales, que destacó su medida como un acto responsable de valentía ante la comunidad internacional.

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El decreto no ha tenido la misma consideración entre las petroleras afectadas, como la brasileña Petrobras y la hispano-argentina Repsol YPF, que son las principales productoras de Bolivia, uno de los países menos desarrollados de la región y que cuenta con las segundas reservas de gas del continente después de Venezuela. Ambas empresas, como otra media docena que han invertido en los campos petroleros, son ahora por ley operadoras bajo el control total de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Las quejas de Brasil por lo que considera una decisión unilateral y un trato inamistoso hacia el más importante socio de Bolivia (Petrobras), tuvieron ayer la réplica del ministro de Hidrocarburos boliviano, Andrés Solíz Rada. "Tengan la seguridad de que si hubiésemos consultado la medida, nunca habríamos llegado a este punto", dijo este ex periodista que dedicó gran parte de su trabajo a lograr que la industria petrolera sea controlada por los bolivianos.

Brasil ha advertido que reducirá a la mitad las compras de gas (de 30 a 15 millones de pies cúbicos diarios). Pero Solíz Rada restó importancia a la amenaza: "Bolivia va a vender 20 millones a Paraguay" y consideró que las declaraciones brasileñas son parte de una estrategia para mantener los precios de venta. "Bolivia tiene el gas que otros países necesitan", dijo.

De la misma opinión es el presidente de la renacida YPFB, Jorge Alvarado. Según él, Brasil necesita el 80% del gas boliviano para atender el consumo del parque industrial de São Paulo y considera por ello poco probable que Brasil prescinda de ese gas.

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La empresa brasileña era dueña de las dos mayores refinerías del país, las de Palmasola en Santa Cruz y Valle Hermoso de Cochabamba, además de explotar los megacampos de gas en San Alberto (donde también participa Repsol YPF) y Sábalo, por los que ahora deberá entregar el 82% del valor de su producción y quedarse con un 18%, un porcentaje que, según los cálculos de las autoridades bolivianas, cubre sus costos y rinde utilidades (beneficios netos).

Los campos de San Antonio Sábalo son los dos afectados por el decreto, ya que son los únicos con una producción superior a los 100 millones de pies cúbicos diarios. Hay en Bolivia 46 campos con una producción inferior a 100 millones, y de ellos Repsol explota una decena, pero éstos no sufrirán cambio alguno.

Un analista económico destacó ayer que el decreto no ha sido una sorpresa para las empresas afectadas ni para los mercados, pues era algo conocido desde que el partido de Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo, dio a conocer su plataforma electoral. En ese programa la nacionalización de los hidrocarburos era el punto central.

Las informaciones de que el decreto de nacionalización contó con el asesoramiento de expertos venezolanos fueron negadas ayer por el ex ministro de Finanzas, Juan Careaga. "El texto no es improvisado. Es un decreto bien pensado pues no confisca nada pero el Estado es el que toma el control total de la cadena de hidrocarburos". Careaga, autor de la reforma tributaria durante el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro, calificó de sui géneris el documento pues deja a las empresas como operadoras bajo la opción de aceptar o rechazar las nuevas reglas del juego con un margen de negociación en los próximos 180 días.

La misma política podrá aplicarse con las empresas que fueron capitalizadas parcialmente en el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada: energía, agua potable, telecomunicaciones, aeronavegación, ferrocarriles, una vez que el decreto marcó la muerte de la capitalización, como dijo el mismo Morales.

Al vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, le pareció "alentador" el comportamiento de los mercados. "Uno pudo haber supuesto que esta decisión fuerte del Gobierno [de Evo Morales] hubiera estremecido aún más el mercado de valores en el ámbito hidrocarburífero, pero Repsol se está recuperando", declaró en una entrevista con radio Fides.

"Ya tenía problemas Repsol con el sobredimensionamiento de sus reservas. Ésta no es una caída grande, se ha recuperado, y creo que ésa es una buena señal y esperemos que en los siguientes días vuelva al nivel con que partió esta semana", dijo el vicepresidente boliviano.

Soldados bolivianos protegen una gasolinera en La Paz tras el decreto de nacionalización de los hidrocarburos.
Soldados bolivianos protegen una gasolinera en La Paz tras el decreto de nacionalización de los hidrocarburos.EFE

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