El Pentágono hace públicos los nombres y nacionalidades de los 558 presos de Guantánamo
Ninguna de las 490 personas que continúan detenidas han sido juzgadas hasta el momento
El Pentágono ha hecho pública la identidad de las 558 personas que están o han estado detenidas en la base de Guantánamo (Cuba) en el marco de la guerra contra el terrorismo. Bajo la condición de combatientes enemigos, figuran presos de 40 nacionalidades, entre los que destacan 132 procedentes de Arabia Saudí, 125 afganos y 107 yemeníes.
El Pentágono, al que un juez federal había ordenado someterse a este esfuerzo de transparencia tras una demanda de la agencia americana de noticias Associated Press, había rechazado hasta ahora publicar las identidades de la totalidad de detenidos de Guantánamo (según la versión oficial, para evitar represalias contra ellos o contra sus allegados).
A principios del mes de abril (como ya hiciera el mes anterior) el Pentágono había hecho públicos cientos de nombres, acompañados de sus nacionalidades, en unas 7.600 páginas de transcripciones de interrogatorios a los presos. Las autoridades americanas ya habían sacado a la luz esas transcripciones en junio de 2005 pero habían ocultado los nombres y nacionalidades.
Como los documentos presentados anteriormente, la lista difundida este miércoles no menciona a los detenidos que no han comparecido ante las comisiones militares encargadas de examinar su condición de combatientes enemigos. Además, la lista no precisa la situación actual de las personas mencionadas.
Situación polémica
En la base de Guantánamo, abierta en enero de 2002, se encuentran retenidas principalmente personas capturadas en Afganistán unos meses antes. Aunque algunas han sido liberadas, sólo 10 de unas 490 personas que contiúan detenidas han sido formalmente inculpadas y ninguna ha sido juzgada todavía.
Los nombres de algunos de los detenidos ya se conocían, ya que una decisión de la Corte Suprema americana en junio de 2004 les había pemitido emprender procedimientos para impugnar su encarcelamiento. A esto se añade la labor de investigación de organizaciones por los derechos humanos y de periodistas.
La administración Bush ha ignorado hasta el momento la controversia suscitada por las condiciones de los presos y las críticas a su decisión de mantenerlos en situación de detención indefinida, incluída la exigencia de la ONU de juzgar a los prisioneros lo antes posible o bien liberarlos.
