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Purga en el Ejército de Marruecos por un compló islamista

Interior detiene a cinco militares

La amenaza terrorista sigue viva en Marruecos y adquiere ahora tintes más peligrosos con la presunta implicación de varios militares, según sendos comunicados emitidos hace una semana por el Ministerio del Interior y la fiscalía del tribunal de apelación de Rabat. La complicidad de miembros de la Fuerza Aérea en una trama terrorista ha desatado estos días una purga en las Fuerzas Armadas y cambios en la jerarquía de la Dirección de Supervisión del Territorio (DST), la policía política marroquí.

La historia se remonta a finales de julio, pero las autoridades marroquíes la dieron a conocer el 7 de agosto. Un total de 44 islamistas, entre los que figuran cinco militares, fueron detenidos por la policía judicial en Casablanca, Salé, Tetuán y otras ciudades. Dirigidos por Hassan Khattab, que regentaba un locutorio en Casablanca, los seguidores de este antiguo preso islamista habían fundado el autodenominado Grupo de Apoyo al Mehdi, un mesías que debería aparecer en los últimos días de la humanidad. Su objetivo era "preparar actos terroristas" con vistas a "derrocar el régimen e instaurar un califato islámico [República Islámica]", según las autoridades.

Con tal objetivo, habían acumulado al menos 30 kilos de explosivos, detonadores con mando a distancia, material de laboratorio y planeaban atracar varios bancos para obtener recursos con los que adquirir armas. Los cinco militares eran los encargados de adiestrar a los demás miembros del grupo en el manejo de explosivos. Los probaron en el bosque de Marmora antes de utilizarlos para perpetrar atentados en el noreste del país (Nador y Ouezzan).

No es la primera vez que la policía marroquí apresa a militares involucrados en una trama terrorista, pero nunca había echado el guante a tantos de golpe. Sus identidades y graduaciones no han sido divulgadas, aunque sí se sabe que estaban adscritos a la base aérea de Salé, muy cerca de Rabat. Sus esposas también han sido apresadas, según Libération, uno de los dos rotativos socialistas marroquíes.

"Los informes de los servicios de inteligencia, según los cuales los integristas han infiltrado las filas del Ejército" han provocado destituciones y rotaciones en las Fuerzas Armadas y en la Dirección de Supervisión del Territorio (DST), reveló el pasado fin de semana el diario Al Ittihad al Ichtiraki, el otro órgano de los socialistas marroquíes que forman parte de la coalición gubernamental.

Concretamente, el general que encabezaba la Dirección de la Seguridad Militar, remodelada en 2004, ha sido relevado de su cargo y su departamento ha sido suprimido. Como en los viejos tiempos será la Gendarmería, un cuerpo considerado mucho más leal al trono, la encargada de vigilar al Ejército. También ha sido destituido un teniente coronel que mandaba la plaza de Casablanca. "Cambios radicales han sido efectuados en el secreto más absoluto" en la DST, prosigue el periódico que no aporta más datos.

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La de principios de agosto no es la primera limpieza en las filas de las Fuerzas Armadas, que cuentan con unos 300.000 hombres, en su mayoría destinados en el Sáhara, la antigua colonia española. Desde los atentados de Casablanca, en mayo de 2003, se han producido varias purgas, entre las que destaca la que se llevó a cabo en la primavera de 2004. Varios cientos de soldados, 85 suboficiales y un puñado de oficiales fueron expulsados con discreción.

El primer indicio de la infiltración islamista fue el robo, en el cuartel de Guercif en 2003, de siete fusiles de asalto por el sargento Yusef Amani, que iba a entregarlos a la célula Anatema y Hégira, un grupo salafista combatiente de Meknes.

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