_
_
_
_
_
Reportaje:

Royal aguanta, Fabius se hunde

Los debates entre los precandidatos socialistas a la presidencia francesa impulsan las expectativas de la izquierda

Dominique Strauss-Kahn gana; Ségolène Royal da la talla y mantiene su ventaja; Laurent Fabius se hunde. Pero el gran vencedor del debate que el pasado martes enfrentó a los aspirantes socialistas a candidato a la presidencia fue en realidad el propio Partido Socialista Francés (PS), cuya imagen ante la sociedad recibió un importante impulso hecho de rigor, transparencia y confianza en sí mismo.

La tenacidad de François Hollande, primer secretario del PS -compañero de Royal y padre de sus cuatro hijos-, manteniendo contra viento y marea el modelo de democracia interna que ha desembocado en este proceso de primarias, y su resistencia a convertirse en protagonista, ha dado frutos.

En contra de lo que algunos temían -y otros secretamente deseaban- los tres candidatos no se despellejaron en público, pusieron sus ideas sobre la mesa, coincidieron en muchas cosas -lo que dejaba a salvo el programa del PS- y discreparon en otras, dibujando claramente sus distintos proyectos y ambiciones. Y dejaron la evidencia de que no era necesaria la confrontación ni la descalificación para transmitir la sustancia.

La gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP), cuyo primer secretario, el ministro del Interior Nicolas Sarkozy, espera ser elegido masivamente por la militancia el próximo mes de enero, no contaba con este efecto. Preveía todo lo contrario: que los tres socialistas se atacaran con dureza y que Royal perdiera su aura y su ventaja por el camino.

Muestra del desconcierto en el campo de la derecha es que ayer, desde el Ejecutivo, se recordó que la UMP no puede permitirse debates de este tipo hasta que Chirac no desvele si decide presentarse a un tercer mandato, lo que no sucederá hasta marzo de 2007.

En lo inmediato, sin embargo, el vencedor del debate, aunque sólo fuera a los puntos, fue el ex ministro de Economía Dominique Strauss-Khan, que tras declararse socialdemócrata exhibió su gran categoría de estadista, su conocimiento de los temas económicos y sociales y un sentido común muy de agradecer. Pero en términos políticos, la triunfadora real no fue otra que Royal, en tanto que demostró con creces que puede medirse con cualquiera de sus oponentes sin pestañear y sin que se resienta su imagen ni su popularidad. Y en esta tesitura, la ventaja que lleva al resto parece casi imposible de esfumarse en las próximas semanas. El gran perdedor fue el ex primer ministro Laurent Fabius, escorado a la izquierda, cuyo disfraz de sindicalista no convenció a nadie.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Según la encuesta publicada ayer por Le Figaro, la primera tras el debate, Royal sigue siendo la preferida de los votantes de izquierdas pese a perder tres puntos, pasando del 66% al 63%. Strauss-Kahn sale reforzado y gana cinco puntos, pasando de un 27% a un 32%. Fabius, finalmente, que ya ocupaba la última posición con un 7%, pierde dos puntos más hasta un 5%. Sin embargo, Royal fue juzgada como la más convincente por un 53% de los espectadores, contra un 37% Strauss-Kahn, y un 67% le confería la "estatura de jefe de Estado", frente a un 65% para el ex ministro de Economía. Fabius, en todos los casos, quedaba muy lejos.

Pero la incógnita es otra y no se desvelará hasta el próximo 16 de noviembre cuando están llamados a votar los algo más de 200.000 militantes socialistas inscritos antes del 1 de julio pasado y al corriente de cotización, de los que 75.000 tienen un carné con menos de un año de antigüedad. Y todos los observadores coinciden en que en estas primarias se sabe quiénes son los candidatos pero se desconoce quienes son los votantes.

Strauss-Khan, Royal y Fabius, volvieron a encontrarse anoche en la localidad de Clermont Ferrrand, pero esta vez lejos del alcance de las cámaras. El próximo martes, día 24, volverán a debatir en televisión. Quedarán aún tres encuentros más; dos con los militantes y un último televisado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_