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El Senado mexicano mantiene al Gobierno de Oaxaca mientras se reavivan las protestas

Los manifestantes acusan al gobernador de fraude electoral y bloquean la sede del Ejecutivo

En la imagen, una barricada, un paisaje que se ha convertido en habitual en el estado de Oaxaca.
En la imagen, una barricada, un paisaje que se ha convertido en habitual en el estado de Oaxaca.REUTERS

La Cámara Baja de México prolonga sus reuniones para decidir si fuerza la salida del gobernador del Estado de Oaxaca, Ulises Ruiz (PRI) como vía para solucionar una grave crisis social que dura ya varios meses y que se ha cobrado cinco vidas, aunque el presidente del Senado ya ha anunciado que en el dictamen está contemplado mantener los poderes gubernamentales en el Estado de Oaxaca. Todo comenzó con una protesta sindical de maestros que exigían un aumento de salario, pero poco a poco se fueron sumando varios grupos sociales que focalizaron sus protestas contra el gobernador priísta y haciendo que la ciudad haya caído en manos de los manifestantes, quedando completamente ingobernable.

Según informa la emisora mexicana WRradio, el Senado decidirá en un dictamen aúno no oficial mantener en el poder al actual gobernador. Así al menos lo ha expresado el propio presidente del Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones. Poco antes, el presidente en funciones del país, Vicente Fox, había asegurado que la presidencia "ni quita ni pone gobernadores".

Una ciudad bloqueada

Mientras el Senado sigue deliberando, un grupo de manifestantes han bloqueado esta madrugada, hora española, las oficinas del Ejecutivo del estado mexicano para exigir una vez más la destitución del gobernador, Ulises Ruiz, al que acusan de fraude en las elecciones de 2004, que le llevaron al poder. También critican al gobernador por enviar a grupos armados a reprimir a sus opositores, entre ellos el sindicato de profesores, que reclama mejoras laborales.

Más de 2.000 manifestantes de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) tienen bajo su control desde el pasado junio la capital del estado, donde han construido barricadas, quemado autobuses y tomado emisoras de radio. La policía ha sido expulsada de la localidad. Asimismo, varios activistas acampan en las calles de Ciudad de México para exigir el cumplimiento de sus demandas y el pasado lunes, 20 de ellos iniciaron una huelga de hambre.

Un conflicto nacional

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El propio gobernador de Oaxaca ya ha advertido con anterioridad que pese a la enorme tensión que se vive en su Estado no presentará su dimisión. Ulises Ruiz ha asegurado que el conflicto que vive Oaxaca no es sólo de ámbito local, como señala el gobierno del presidente del país, Vicente Fox. "Yo no estoy culpando al Gobierno federal. Cada quien tiene que asumir su responsabilidad y tenemos que cumplir con la obligación que tenemos y que nos confirieron los ciudadanos", ha dicho Ruiz en una entrevista con W-Radio.

El secretario (ministro) de Gobernación, Carlos Abascal, afirmó el lunes que en Oaxaca "la autoridad local no ha tenido la capacidad de controlar la paz, el orden, la seguridad y por eso está sucediendo lo que está sucediendo" en el lugar, donde han muerto cinco personas por el conflicto.

Un problema que crece

Una serie de demandas salariales planteadas con protestas en las calles de la capital oaxaqueña desde el 22 de mayo derivaron en un conflicto a partir del 14 de junio, cuando el gobierno del estado fracasó en un intento de desalojar por la fuerza el centro de la ciudad. Desde entonces, al sindicato de maestros que pedía mejoras salariales se sumaron miembros de organizaciones civiles agrupadas en la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). El nuevo frente social protagonizó varios enfrentamientos con la policía del estado y la municipal y sus miembros colocaron barricadas en las calles. Oaxaca, un importante destino turístico, ha sufrido esta grave crisis. El conflicto mantiene sin clases a 1,3 millones de estudiantes de primaria y secundaria en el estado de Oaxaca, uno de los más pobres de México, y de la capital del estado ha desaparecido la policía. La ciudad vivió anoche un nuevo incidente cuando fue retenido por la APPO Efraín Palma Flores, chófer del director de Seguridad Pública del Estado, Francisco Santiago José, cuando iba a sacar algunas armas del cuartel de la Policía Preventiva del estado. El acto es uno más con los que la APPO pretende mantener el control de la zona centro de la ciudad.

El gobernador Ruiz, para quien el conflicto radica en no haber correspondido a las demandas salariales de los maestros, ha recordado que el Congreso de Oaxaca ha pedido la intervención de las fuerzas federales para restablecer el orden.

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