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La comida empieza a escasear en los campos saharauis de refugiados

El Programa Mundial de Alimentos necesita ayuda urgente por 3,9 millones de euros

"La comunidad internacional no puede cerrar los ojos y dejar que una inminente catástrofe caiga sobre los refugiados saharauis", recalcó el pasado fin de semana el líder del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz. La advertencia no es propaganda. La avalan una decena de organizaciones no gubernamentales y, sobre todo, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), James Morris, que el sábado visitó los campamentos de refugiados de Tinduf, en el sureste de Argelia, donde viven unos 160.000 saharauis.

Su organización y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ya advirtieron en agosto de la amenaza que se cernía sobre los refugiados. "Al no tener más apoyo de los donantes nos estamos quedando sin alimentos para distribuir", reiteró recientemente Marius de Gaay, director para Argelia del PMA.

Para hacer frente a la crisis, el Polisario ha echado mano de las reservas alimenticias de seguridad, que están prácticamente agotadas. El PMA afirma necesitar con urgencia 7.000 toneladas métricas de alimentos, que cuestan unos cinco millones de dólares (3,9 millones de euros), para dar de comer durante seis meses a los 90.000 refugiados en situación más vulnerable, entre los que figuran 11.200 niños de menos de cinco años.

Antes de esta escasez, la situación de los refugiados ya era mala. En la primavera de 2005 un instituto especializado efectuó, por encargo de la ONU, un estudio sobre los refugiados. Detectó que el 66% de las mujeres de entre 15 y 45 años y el 68% de los menores de seis años padecen anemia. El 35% de los niños sufre malnutrición.

"Las agencias internacionales no cumplieron sus compromisos durante el último año y por eso hemos llegado a esta situación", asegura Buhabeini Yahya, presidente de la Media Luna Roja Saharaui, echando la culpa a la ONU y a la Comisión Europea. Algunos diarios argelinos, como L'Expression, acusan directamente a Francia de "jugar la carta del hambre contra el pueblo saharaui" para doblegar su resistencia. París pondría trabas al envío de ayudas adicionales a los refugiados.

Argelia, cuyas reservas de divisas rondan los 60.000 millones de dólares, un récord histórico, podría suplir las deficiencias de la comunidad internacional, pero por ahora no lo ha hecho.

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