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La corrupción y los escándalos centran un agresivo primer debate entre Lula y Alckmin

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el socialdemócrata Geraldo Alckmin sacaron a relucir hoy todos los trapos sucios de la política brasileña en los últimos años, en un debate electoral marcado por muy duras acusaciones de un lado y otro. El debate, organizado por el canal de televisión Bandeirantes con vistas a la segunda vuelta de las elecciones, prevista para el 29 de octubre, es el primero al que asiste Lula, quien fue acorralado por Alckmin en torno a los escándalos de corrupción que sacuden al país desde mediados de 2005.

"Mire a los ojos del pueblo y responda de dónde vino el dinero", inquirió Alckmin en el primer bloque de preguntas que marcó el tono agresivo del debate, inicialmente con buenas maneras que se fueron descomponiendo a medida que avanzó la discusión.

Lula, con un tono firme, se defendió diciendo que él no solo está interesado en conocer la procedencia del dinero, sino que quiere "saber más", como "quién inventó el plan maquiavélico" que terminó perjudicando su candidatura y quién hizo la negociación de ese dossier. "El único ganador fue la candidatura de mi adversario", dijo Lula, para luego agregar: "La mía fue la única perjudicada".

El escándalo, en el que parecen involucrados militantes del Partido de los Trabajadores (PT) y colaboradores de Lula, estalló cuando todo parecía indicar que la victoria estaba al alcance de su mano. El debate se celebra dos días después de que la dirección nacional del PT decidiera la expulsión de cinco miembros involucrados en el caso y de que su presidente, Ricardo Berzoini, pidió una licencia temporal del cargo.

Lula se defendió y también atacó esgrimiendo escándalos habidos durante la gestión de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso (1995-2003),correligionario de Alckmin.

Encuentro sin precedentes

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El encuentro de los dos aspirantes no tiene precedentes puesto que desde que se instauró la democracia en 1985 y la reelección en 1997, nunca antes un candidato a la reelección acudió a un debate televisivo. Un año después, el entonces presidente, Fernando Henrique Cardoso, fue reelegido sin haber participado en los debates de televisión, mientras que Lula ha estado ausente en todos los que se celebraron antes de la primera vuelta de las elecciones, celebrada el pasado 2 de octubre.

Lula deberá medirse el 29 de octubre en un segunda vuelta con Alckmin, que sorpresivamente repuntó y obtuvo 41,6 por ciento de los votos válidos en la elección de comienzos de mes. La misma noche de los comicios del 1 de octubre, los asesores de imagen de Lula en el comando de campaña anunciaron que el presidente, que busca la reelección por otros cuatro años de gobierno, asistiría a todos los debates que se organizaran para la segunda vuelta. Antes de ésta, se prevé que sean celebrados al menos dos debates más, entre ellos el último en el canal Globo de televisión, el de mayor audiencia en Brasil, que lo ha anunciado para dos días antes de los comicios.

El candidato presidencial brasileño, Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña durante el debate.
El candidato presidencial brasileño, Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña durante el debate.

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