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Reportaje:

El narcotráfico no da tregua a Colombia

EE UU asegura que el cultivo de coca en el país suramericano creció un 26% en 2005

Colombia no acepta, en contra de lo que afirman las autoridades de EE UU, que los cultivos de coca aumentaron el año pasado. Según la Oficina estadounidense de Política Nacional de Control de la Droga (ONDCP), en 2005 el área sembrada creció un 26%. El ministro de Interior, Sabas Pretel, dice que no existe un incremento real de las áreas cultivadas, sino un sistema de medición más eficaz. El informe echó leña a un debate siempre muy candente en un país considerado como el mayor productor de cocaína del mundo: ¿Cuánta coca hay en Colombia? ¿Cómo de eficaz ha sido la política antidroga orquestada desde EE UU?

La ONDCP asegura que en Colombia hay 144.000 hectáreas de cultivos ilegales, mientras que un reciente informe del SIMCA (Sistema Integrado de Medición de Cultivos Ilícitos) de la ONU sólo ha informado de 90.000 hectáreas. El Gobierno de Bogotá prefiere dar por buena la última cifra. El informe de la ONDCP, presentado el fin de semana, habla de cultivos en zonas nuevas y afirma que ahora se siembra mucho más en los parques nacionales. Pero el informe acepta que unas 38.600 hectáreas de cultivo no son nuevas, sino la cifra corregida tras la puesta en marcha del nuevo sistema de medición que ha permitido la vigilancia sobre más territorio. En 2005, el satélite observó un área un 81% más amplia que el año anterior.

"La lucha mediante la fumigación ha fracasado", sostiene un experto

Vichada, una extensa sabana al oriente del país, es, según el informe estadounidense, una de las nuevas zonas cocaleras. Anne Patterson, encargada de los asuntos del narcotráfico internacional del Departamento de Estado, declaró al diario El Tiempo que si los cultivos se han extendido hasta una zona tan remota es prueba de que "los traficantes están reaccionando a la presión a la que se les somete". Patterson, sin embargo, reconoce que el desplazamiento puede no deberse a un aumento de los cultivos, sino al traslado de los mismos.

Desde hace años se ha denunciado que la fumigación tiene un efecto perverso: estimula la "colonización" de nuevos territorios. Por cada nueva hectárea de coca, se calcula, se talan 10 de bosque. En 2001, los cultivos se concentraban en Putumayo, Caquetá y Meta. Hoy, dice el informe de la ONDCP, hay cultivos en 13 de las 32 provincias y, en muchas de éstas, en sitios donde antes no se habían detectado.

Para las ONG que trabajan en el tema del cultivo de coca, el informe es el reflejo del fracaso de la política antinarcóticos, cuya principal herramienta es la fumigación y, en menor medida, la erradicación manual. Washington ha invertido 3.300 millones de euros en el llamado Plan Colombia desde que se puso en marcha en 2000. El año pasado se fumigaron 130.000 hectáreas (una misma zona se fumiga varias veces) y se erradicaron manualmente otras 32.000. El Congreso estadounidense aprobó, en noviembre pasado, el desembolso de 726,8 millones de dólares (592 millones de euros) para financiar el plan este año.

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Los resultados, sin embargo, son poco claros: en 2001 había 169.000 hectáreas cultivadas. El área bajó a 114.000 en 2003 y el año pasado subió a 144.000. "La lucha antidroga fundamentada en la destrucción de cultivos ha fracasado", dice Ricardo Vargas, un experto en temas de tráfico de drogas. Para él, el camino es fortalecer los servicios secretos para debilitar desde dentro la infraestructura del narcotráfico. Ni EE UU ni Colombia aceptan el fracaso de la política de erradicación. El zar antidroga estadounidense, John Walters, declaró a El Tiempo que no está lejos el día en que se "pueda controlar la bestia". Ann Paterson señala un único responsable de que el negocio siga boyante: la actividad de la guerrilla de las FARC.

Los candidatos que disputarán con Álvaro Uribe -el mandatario más afín a EE UU de Suramérica- la presidencia en las elecciones de mayo próximo, anuncian cambios. Dos de ellos, el izquierdista Carlos Gaviria y el liberal Horacio Serpa, plantean debatir la despenalización de la distribución y consumo de coca y sus derivados.

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