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Reportaje:

El partido neonazi se reúne en Berlín

Un tribunal autoriza la celebracion del congreso en un recinto público de la capital alemana

Cientos de personas se manifestaron ayer en Berlín contra la celebración del congreso federal del Partido Nacional Democrático (NPD), neonazi, cuya primera sesión comenzó a las dos de la tarde en una sala pública del distrito de Reinickendorf, en la capital alemana. Las autoridades locales habían denegado a los ultraderechistas el permiso para reunirse en el recinto por ellos elegido, pero el tribunal de lo contencioso-administrativo de Berlín-Brandeburgo dictó en la tarde del viernes que el NPD tenía derecho a utilizar por dos días una sala con capacidad para al menos 700 personas.

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Según fuentes policiales, el número de manifestantes fluctuó en el transcurso del día entre los 150 y los 300. Los congregados aguantaron temperaturas por debajo de los cinco grados, el viento frío y una lluvia persistente para protestar con pancartas, silbidos y abucheos a 50 metros de los funcionarios y militantes del NPD que, protegidos por más de 600 antidisturbios que acordonaron el edificio, pudieron reunirse bajo el lema "Desde el centro del pueblo".

Se trata del primer congreso federal tras el éxito del NPD en las elecciones regionales de Mecklemburgo Antepomerania el pasado septiembre, en las que recibió el 7,3% de los sufragios. En 2004, el NPD obtuvo el voto del 9,2% de los electores en el Estado federado de Sajonia. Aunque sin alcanzar ningún mandato parlamentario en las elecciones generales de 2005, los neonazis supieron afianzarse entre el electorado joven y en los territorios de la antigua República Democrática Alemana (RDA).

Estos resultados han avivado en los últimos años el debate sobre las medidas que deben adoptarse para evitar la ascensión del NPD. El senador (ministro) del Interior berlinés, el socialdemócrata Ehrhart Körting, declaró ayer no ser "partidario de amenazar continuamente con prohibiciones", aunque dijo ver en este caso un "acentuado desarrollo hacia posiciones neonazis". Entiende Körting que la prohibición "podría imponerse sin complicaciones" y que "un partido neonazi no debe asentarse en Alemania, dada nuestra historia reciente". Muchos de los manifestantes se expresaron ayer en el mismo sentido frente al congreso del NPD. Algunas de las pancartas que sobresalían entre los gorros y capuchas impermeables pedían la "prohibición inmediata de todas las organizaciones fascistas".

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Entre ellos, el presidente del Parlamento berlinés y miembro del partido socialdemócrata Walter Momper, así como el jefe del grupo parlamentario cristianodemócrata, Friedbert Pflüger. Ambos se mostraron partidarios de reabrir los procesos de prohibición contra el NPD que se cerraron en 2003 a instancias del Tribunal Constitucional Federal.

Los dos políticos se habían marchado cuando acudió el parlamentario de Los Verdes Hans- Christian Ströbele sobre su inseparable bicicleta. El diputado verde se mostró contrario a la prohibición del NPD, que "no acabaría con los neonazis en Alemania". Consideró Ströbele que un nuevo proceso de prohibición similar al que fracasó en 2003 supondría "propaganda gratuita" para los neonazis. En este punto fue interpelado por ciudadanos de mediana edad que le pidieron explicaciones sobre su parecer respecto a la prohibición. Tras ellos, los manifestantes coreaban el viejo lema de "nazis fuera", sin aclarar adónde.

Estos desencuentros y la tranquilidad desafiante con la que algunos ultraderechistas paseaban su parafernalia skin por las calles y estaciones de metro berlinesas, casi al alcance de los coros, sugerían ayer que los nazis están para quedarse.

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