_
_
_
_
_
HISTORIAS DE LA CAMPUS

Tres días de pasión por los ordenadores

David Hernández tiene 32 años, vive en Madrid y trabaja para una empresa líder del sector de las telecomunicaciones - Ha acudido a todas las Campus Party menos una y está interesado por la astronomía y la informática en general

Otro año más se acercan las vacaciones de verano y con ellas las fechas de la Campus Party. Como todos los años desde 1998 (me perdí la primera Campus en 1997) aquí estoy para ver que es lo que se mueve en este mundillo. El primer año que vine lo hice con unos amigos que había conocido a través de las antiguas BBS (Ruidos BBS) aunque poco a poco nos habíamos ido mudando al mundo de Internet. Solamente éramos 500 participantes, muchos de los cuales disponíamos hasta de habitaciones (individuales o dobles) con baño, para dormir las pocas horas en las que necesitábamos descansar. Estábamos todos reunidos en un único pabellón y teníamos acceso a instalaciones deportivas e incluso una piscina a escasos metros del ordenador.

Más información
'Campuseros' a la caza de series y de jugadores 'on line'
Un roedor suelto por la Campus
Una oportunidad para ponerle cara a los compañeros de batalla

La Campus fue creciendo y de 500 personas pasamos a 650 en la Campus 2k-1, y aun nos pudimos reunir en el Ceulaj (Mollina, Málaga). Ya para el año 2000 nos convertimos en 1600 "campuseros" y nos tuvimos que mudar a Valencia, luego fuimos 3000, 4000, 4500 y así hasta los 5500 que nos reunimos a día de hoy en el 2006.

Al igual que en gente, la Campus ha ido creciendo también en contenidos, desde siempre ha contado con grandes conferencias, pero además, estas últimas ediciones cuenta con una serie de talleres muy interesantes y entretenidos, lo que pasa es que si dispones de poco tiempo y no puedes venir toda la semana no puedes aprovecharlo al máximo.

Las primeras ediciones si que venía toda la semana, e incluso algún año llegué a dormir en tienda de campaña, pero los años no perdonan y uno se va haciendo más cómodo, ahora no me planteo venir con un ordenador que no sea portátil y menos aún si no voy a dormir en una cama en condiciones. Aún así casi todas mis amistades aún no entienden que hago metido en la Campus durante 3 días.

Me asaltan con preguntas como, ¿y lo que haces allí no lo puedes hacer en casa? ¿y no te aburres estando con el ordenador todo el rato?, y ninguno de ellos se plantea siquiera acompañarme. Lo curioso es que trabajo en una empresa líder en el sector de telecomunicaciones y estoy rodeado de ingenieros informáticos y 'telecos', pero aún así siguen sin sentir la pasión que siente cualquier "campusero" por los ordenadores en general.

Como respuesta a muchas personas, pues si, ciertas cosas que se hacen en la Campus se pueden hacer en casa, pero ¿acaso es lo mismo escuchar un CD en casa que asistir a un concierto? ¿es lo mismo ver la F1 por la tele que sentir los pelos de cuerpo erizados al oír el rugir de los motores en el circuito?, pues la Campus es lo mismo, aunque tengamos Internet en casa y lleguemos a un punto en que la capacidad de nuestras conexiones de casa sea equiparable a la que tenemos aquí, seguiré viniendo por el ambiente que se respira y estoy seguro que mucha gente lo hará conmigo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_