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40.000 coches menos en las calles

El uso del automóvil privado en la almendra central ha descendido un 7,7% en dos años

Hoy circulan por la almendra central de Madrid, cada día, 40.000 coches menos que hace dos años. El dato lo dio ayer el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, durante la presentación de la próxima Semana de la Movilidad (16-22 de septiembre). Eso quiere decir, según el gobierno municipal, que el tráfico en los distritos más céntricos -los que quedan dentro del anillo de la M-30- se ha reducido un 7,7% desde junio de 2004, y Calvo lo atribuyó a las restricciones impuestas en ciertos barrios y a la ampliación de la red de parquímetros. La cifra es menos halagüeña que la que el Ayuntamiento ofreció el pasado enero, cuando dijo que la circulación de coches en la almendra central había bajado un 11,8% en dos años y medio de mandato.

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Contar los coches que circulan por la ciudad es imposible: el Ayuntamiento sólo hace estimaciones a partir de los vehículos detectados por 3.000 sensores empotrados en el suelo y de encuestas a los conductores. Según esos cálculos, en mayo de este año se produjeron 2,6 millones de desplazamientos (no vehículos) en todo Madrid, un 4,5% menos que el mismo mes del año anterior. El 80% de esos desplazamientos es de conductores que cruzan en algún momento la M-30 para entrar o salir de la almendra central.

El concejal Pedro Calvo se centró ayer en esa área más céntrica de la capital. "Las medidas que hemos ido tomando dan sus frutos, y en los dos últimos años, de junio de 2004 a junio de 2006, la intensidad del tráfico en la almendra central ha descendido un 7,7%. Eso significa 40.000 coches menos al día", afirmó.

Según él, la bajada es más significativa en el "segundo cinturón" -entre la M-30 y las rondas- como consecuencia de la ampliación de la red de parquímetros a principios de este año y el efecto "disuasorio" que esa extensión de los aparcamientos de pago en superficie ha tenido en muchos automovilistas. En el "primer cinturón" -que se corresponde casi exclusivamente con el distrito Centro- la reducción del tráfico ha sido menor: un 2,3% anual, menos del 5% en dos años.

Aun así, Calvo se mostró orgulloso y atribuyó la cifra a las medidas de restricción impuestas en distintos puntos, como el barrio de Cortes o la calle de la Montera, que favorecen el uso del transporte público: autobús y metro -aunque Madrid entra en plena Semana de la Movilidad con dos líneas de metro cortadas (la 3 y la 7) y protestas ciudadanas por la falta de suficientes autobuses alternativos-.

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La capital tiene matriculados cerca de 1,8 millones de vehículos y, además, registra cada día 500.000 movimientos de entrada y otros tantos de salida, de conductores que viven en municipios limítrofes pero trabajan en Madrid. El número de coches matriculados no deja de crecer (a un ritmo del 5% anual, según datos de la Concejalía de Hacienda).

"No hay desaceleración"

El pasado enero, el departamento de Movilidad ofreció los siguientes datos: el tráfico se había reducido un 11,8% en la almendra central entre 2003 y finales de 2005, es decir, en los tres primeros años de gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón en la alcaldía. El dato que da ahora Movilidad es del 7,7% de reducción en dos años. "No se puede decir que el descenso de tráfico esté sufriendo una desaceleración, porque los periodos medidos son distintos. Es posible que haya habido un año mejor que otro, pero lo importante es que la tendencia parece imparable: a la baja. Y eso a pesar de que cada vez hay más coches en la ciudad y en toda la región de Madrid", sostiene Javier Conde, director general de Movilidad.

Uno de los compromisos que adoptó el alcalde cuando presentó la candidatura de la ciudad a los Juegos de 2012 fue reducir en un 10%, antes de ese año, el número de coches que entra a diario a la capital (un millón de movimientos entre entradas y salidas). Se pondría así en marcha, dijo, "un nuevo concepto que perdurará en el tiempo e incrementará la calidad de vida y el atractivo de la ciudad". Eso es lo que el gobierno municipal dice que está haciendo: fomentar el transporte público y restringir el privado en el centro. La oposición replica que, si los datos de reducción del tráfico son ciertos (cosa que pone en duda), se trata de cifras coyunturales: las obras, dicen, ahuyentan a los conductores.

El paseo de la Castellana, abarrotado de coches.
El paseo de la Castellana, abarrotado de coches.BERNARDO PÉREZ

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