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El Ayuntamiento niega el permiso para la Feria del Disco Antiguo en Recoletos

El Consistorio alega que los visitantes dañan el entorno, pero autoriza otro evento en el paseo

Por primera vez en seis años, en el paseo de Recoletos de Madrid no resonarán las voces de los vendedores de discos antiguos. El Ayuntamiento ha denegado a estos comerciantes la autorización administrativa para instalar sus casetas y atraer clientes. ¿El motivo? El Consistorio asegura que el trajinar de los coleccionistas y curiosos puede dañar las especies arbustivas del paseo. La Feria del Disco Antiguo y de Ocasión se celebra en el mismo lugar que la Feria del Libro Antiguo y sólo unos días después de que esta última cierre sus puertas. Para la segunda hay permiso; para la primera, no.

Los aficionados al coleccionismo discográfico se van a quedar este año sin la mejor oportunidad que les ofrecía el calendario para incorporar nuevos títulos a sus estanterías. El Ayuntamiento de Madrid ha prohibido la celebración de la ya tradicional Feria del Disco Antiguo y de Ocasión, que se había venido celebrando desde hacía seis años consecutivos en el paseo de Recoletos. La muestra debía haberse abierto al público esta misma semana, pero el Consistorio objeta que estos encuentros multitudinarios pueden acarrear daños medioambientales en el céntrico bulevar.

Las antiguallas discográficas formaban parte del paisaje cotidiano en el centro de la ciudad durante el último fin de semana de mayo y la primera quincena de junio. En la franja central de Recoletos se montaban los puestos de más de cincuenta tiendas especializadas en discos de segunda mano.

Los diferentes expositores, llegados de toda España, ofrecían millares de vinilos y discos compactos de la más variada clase y condición: desde las gangas a razón de un euro por ejemplar, hasta las más preciadas joyas del fetichismo discográfico, como ediciones raras, descatalogadas o difíciles de encontrar.

Todo ello no va a ser posible esta primavera. La Concejalía de Medio Ambiente entiende que las aglomeraciones de público pueden dañar el entorno vegetal del paseo y ha negado la autorización. Curiosamente, ese mismo bulevar sí acogió hasta la semana pasada la edición número 30 de la Feria del Libro Antiguo.

"A nosotros también nos habían puesto problemas", admitió un representante del colectivo librero. "El año pasado ya nos avisaron de que seguirían autorizándonos la feria, en atención a nuestra antigüedad, pero restringirían todas las demás". Estas restricciones también pueden afectar a otra feria de libros, que debería tener lugar este próximo otoño.

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Los vendedores de los añejos tesoros musicales, agrupados en la Asociación de Comerciantes de Discos Madrileños (Acodima), se han mostrado muy disgustados con la resolución municipal.

"En estos momentos de tanta crisis para el mercado fonográfico, la negativa del Ayuntamiento nos supone un contratiempo muy importante", admite José Amador, responsable desde hace 23 años de Discos Killers, en la calle de la Montera. Y añade: "Nos ofrecieron alternativas como la plaza del Dos de Mayo o la de Dalí, pero las desechamos. Tras seis años de consolidación en Recoletos, un cambio de ubicación así nos obligaría a endeudarnos sólo para dar publicidad del nuevo emplazamiento".

Pese a todo, un portavoz de la Junta Municipal de Centro apuntó que las negociaciones "aún siguen abiertas" con los disqueros en un intento por encontrar una solución in extremis. "Lo de este año podemos considerarlo una eventualidad, un problema con el que nos hemos encontrado de golpe, pero el municipio está ofreciendo todas las posibilidades que a estas alturas del año aún se encuentran a nuestro alcance", agregó esta fuente.

Plaza Mayor

Por lo pronto, los comerciantes han arrancado el compromiso de que la feria se retomará el próximo año, entre el 24 de mayo y el 3 de junio de 2007, en la plaza Mayor. "Es un marco privilegiado, no pueden tener queja", objeta el Ayuntamiento. También se están buscando fechas libres en la misma plaza Mayor para el otoño de este año, aunque esa posibilidad parece más remota. Además, los propios vendedores se muestran escépticos sobre la viabilidad comercial de esa fecha. Argumentan que la vuelta del verano, con el comienzo del curso y una climatología mucho más desapacible, es una época del año que "invita poco" a llevarse a casa un puñado de vinilos viejos.

"En cualquier caso", confiesa el propietario de Discos Killers, "somos un sector pequeño que va sobreviviendo como puede, y este problema con la feria nos ha afectado mucho".

Y concluye: "La era de las descargas digitales por Internet ha hecho imposible cualquier modalidad de coleccionismo en el formato de los discos compactos. La última generación de auténticos coleccionistas son los chavales que se engancharon a Pearl Jam, Nirvana y el grunge a principios de los noventa, gente que ahora ronda los 35 años. Si a la falta de relevo generacional le añadimos ahora estos problemas con el Ayuntamiento, nuestro panorama no parece demasiado alentador".

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