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Los presupuestos de la capital

El Ayuntamiento pierde 17 millones en la zona de los nuevos parquímetros

Madrid rebaja su presupuesto del próximo año para compensar la deuda de la M-30

La última ampliación de la zona de parquímetros -a todo el interior de la M-30 y tres barrios periféricos- ha resultado ruinosa: este año el Ayuntamiento perderá 17 millones y ya da por seguro que en 2007 se tragará otros 13 millones. Se recauda menos de lo que cuesta instalar las máquinas, mantenerlas y pagar a los vigilantes, síntoma de que por esas zonas circulan menos conductores de paso. El saldo global se salva gracias a que, en el centro, los parquímetros dan cada año más dinero. "Ésta es la prueba de que la ampliación nunca tuvo afán recaudatorio", dijo ayer el edil de Hacienda, Juan Bravo, al presentar los presupuestos para 2007. El presupuesto baja (un 3%), para compensar los excesos de años anteriores y la deuda de la M-30.

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Los últimos presupuestos del mandato de Alberto Ruiz-Gallardón no contienen apenas sorpresas: las líneas generales -contención del gasto, congelación de los impuestos- estaban recogidas ya en el Plan Económico Financiero que el gobierno municipal tuvo que elaborar hace un año, por orden del Ministerio de Hacienda, para garantizar que antes de 2009 alcanzaría el equilibrio presupuestario o déficit cero tras endeudarse hasta las cejas por la obra de la M-30.

En ese plan quedaba establecido qué podía hacer y qué no podía hacer el Ayuntamiento con su dinero en 2006, 2007 y 2008. Los presupuestos de 2006 ya se ciñeron a él en lo fundamental, y ahora ocurre lo mismo con los de 2007. Éstas son algunas cifras.

- Obras terminadas, menos gasto. El Ayuntamiento y sus organismos autónomos manejarán el año próximo 4.814 millones de euros, un 3% menos que este año (aunque, si se suman las empresas públicas como la EMT, la EMVS y la grúa, el presupuesto total sube un tímido 0,6%).

La razón de esta frenada (tras varios ejercicios en los que el presupuesto no paró de subir) salta a la vista, según el gobierno municipal: después de dos años volcados en las obras y tras el tope alcanzado en 2006 -el año con más volumen de inversión de la historia del Ayuntamiento-, los túneles y los equipamientos empiezan a inaugurarse, así que el dinero destinado a inversiones cae (casi un 40%).

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Juan Bravo quiso subrayar que, a pesar de la bajada del presupuesto, el Ayuntamiento gastará el año próximo 1.500 euros por habitante y año, un 50% más que en 2003, cuando Ruiz-Gallardón llegó a la alcaldía. Y agregó que en cuatro años -y sin contar la obra de la M-30- el Ayuntamiento habrá gastado 21.000 millones de euros en "mejorar la ciudad", tanto como en las dos legislaturas anteriores.

- En qué se va el dinero. El grueso del dinero que manejará el Ayuntamiento el año próximo (un 38%) se va en mantener la ciudad en marcha: el alumbrado público, la recogida de basuras, la limpieza vial, la seguridad, el riego de zonas verdes o los servicios prestados por las juntas de distrito se comerán 3.547 millones, un 13% más que en 2006. "La ciudad no para de crecer, y los nuevos barrios absorben mucho dinero", señala Bravo.

Las inversiones (las obras) suponen el 16,4% (mucho menos que el año pasado, cuando eran el 25% del presupuesto), y otro 27% se destina a pagar las nóminas de los funcionarios. El resto sirve para pagar los plazos de la deuda y subvencionar organismos como el consorcio regional de transportes.

- La ruina de los parquímetros. La extensión del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) a todo el interior de la M-30 y a tres barrios periféricos de Fuencarral, Hortaleza y Carabanchel fue vista por PSOE e IU como una prueba de la "voracidad recaudatoria" de Ruiz-Gallardón y de su concejal de Movilidad, Pedro Calvo. "El alcalde lleva los parquímetros a toda la ciudad", decían, "para sacar dinero con el que pagar la M-30". Las cifras desmienten esa acusación: el Ayuntamiento no sólo no gana sino que pierde dinero con la ampliación del SER.

En 2005 -cuando la zona de pago se circunscribía a los 30 barrios más céntricos- los parquímetros reportaron un beneficio de 13,6 millones a las arcas municipales. Para este año el Ayuntamiento había previsto recaudar incluso más, pero se dio de bruces con la realidad: aunque en la zona centro el SER sigue dando dinero (19 millones), en la zona ampliada produce importantes pérdidas (ver gráfico): lo que se recauda es menos de lo que cuesta poner las máquinas, mantenerlas y pagar a los vigilantes.

En los presupuestos de 2007 la previsión es la siguiente: la zona centro dará 18 millones de beneficio, la ampliada dará 13 millones de pérdidas. Beneficio final: apenas cinco millones. Muy poco rentable, sobre todo teniendo en cuenta el desgaste político que ha supuesto la medida desde que entró en vigor en marzo. "Les puedo asegurar que si alguien está triste por la ampliación del SER, ése es el concejal de Hacienda", ironizó ayer Juan Bravo.

Según Javier Conde, director general de Movilidad, esto demuestra que la decisión de extender los parquímetros sólo tuvo una motivación: reducir la entrada de coches a Madrid. Conde descarta otra posible lectura: que los parquímetros no se usan en la periferia porque no se necesitan. "El movimiento de coches está descendiendo. Claro que en estos barrios se usa menos el SER, porque son zonas con muchos más residentes que visitantes, y por tanto hay menos rotación: una misma plaza la usan menos coches, es decir, renta menos. Aun así, estamos convencidos de que los parquímetros eran necesarios también en esos barrios", asegura.

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