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Un juez investiga si UGT filtró unas oposiciones

Sanidad suspende la prueba para celadores, que tuvo 4.869 aspirantes, tras una denuncia de CC OO

Oriol Güell

Afiliados y alumnos de un curso organizado por UGT para preparar unas oposiciones a celador en la sanidad pública regional tuvieron acceso a 21 de las 60 preguntas del examen un día antes de que éste se celebrase. La oposición tuvo lugar el pasado domingo y a ella se presentaron 4.869 personas para 616 plazas. UGT organizó el día antes un simulacro de oposición en el que de las 60 preguntas, 21 eran idénticas a las de la oposición (incluida una con un error) y otras cinco muy parecidas. La Consejería de Sanidad ha ordenado una investigación interna y ha decidido suspender cautelarmente la prueba tras recibir una reclamación de CC OO. El tribunal calificador ha presentado una denuncia ante el juzgado de guardia, que ahora investiga el caso.

Afiliados del sindicato accedieron un día antes a 21 de las 60 preguntas del examen de celadores
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La prueba para acceder a las 616 plazas de celador ofertadas por Sanidad era la última de las 10 oposiciones para trabajar en la sanidad pública celebradas en la región en los dos últimos meses. Fuentes del Gobierno regional afirmaron ayer "que las de celador son las únicas en las que se han denunciado y encontrado indicios de alguna irregularidad". "Como los indicios son graves, hemos decidido suspender cautelarmente los resultados del examen hasta que se aclare si ha existido una filtración y su origen", añadieron estas fuentes.

Fuentes del tribunal calificador dan por seguro la existencia de la filtración. "Las preguntas se supone que son secretas y no hay otra forma de explicar cómo 21 llegaron al simulacro del examen, incluida una que contenía una errata".

Los primeros comentarios sobre la posible filtración fueron realizados por los propios aspirantes a la salida de la prueba, en varias facultades de la Ciudad Universitaria. Algunos de ellos destacaron que el día anterior UGT había realizado una prueba preparatoria en los hospitales 12 de Octubre y Ramón y Cajal en la que "había muchas preguntas que habían salido idénticas en el examen", confirmó un aspirante.

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Los rumores han sido luego constantes durante la semana en todos los hospitales hasta que, el pasado jueves, CC OO denunció el caso ante la Consejería de Sanidad.

"Nos pareció un escándalo que debía ser investigado", explicó ayer un portavoz del sindicato. "Nosotros no culpamos a nadie, pero como parece obvio que ha habido una filtración, le pedimos a Sanidad que investigara el caso y anulara la prueba. Es lo único que se puede hacer por respeto a todos los aspirantes y para limpiar la imagen del proceso. Irregularidades como ésta no deben permitirse", añadió este portavoz de CC OO.

El director general de Recursos Humanos de Sanidad, Armando Resino, convocó el mismo jueves una reunión de urgencia con el tribunal calificador para conocer su posición. El tribunal está formado por siete miembros titulares, incluido un presidente y un secretario, y siete suplentes. Todos ellos son propuestos por la Administración, excepto dos, que son propuestos por los sindicatos. En este caso había un representante de UGT, como titular, y uno de CC OO, de suplente.

"Todos ellos se mostraron sorprendidos y acordaron presentar una denuncia ante el juzgado de guardia. La filtración de una oposición es un delito castigado por el Código Penal y debe ponerse en conocimiento de los jueces", explicaron fuentes del Gobierno regional.

Los tribunales que califican oposiciones públicas se organizan de la siguiente forma: cada miembro presenta un listado de preguntas y es el presidente quien elige las 60 que formarán parte del examen más 10 de reserva por si alguna es impugnada. El presidente no comparte su selección con los demás miembros del tribunal, excepto con el secretario, que es quien las transcribe.

Fuentes del tribunal y del Gobierno confirmaron que "las preguntas planteadas en el curso de UGT son las mismas que su representante en el tribunal propuso para el examen". "Ninguna pregunta presentada por los demás miembros del tribunal se ha filtrado", añadieron.

Sanidad ha abierto su propia investigación, aunque ahora está a "la espera de lo que decida el juez que recibió la denuncia". La consejería hizo público en la tarde de ayer un comunicado en el que dijo "lamentar las molestias que pueda ocasionar la suspensión del examen a los ciudadanos", y subrayó su "obligación de garantizar que la celebración de los exámenes se haga con la máxima transparencia y se garanticen los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad".

Sanidad añadió que se compromete a "esclarecer de manera inmediata la presunta veracidad de los hechos, reanudando el proceso selectivo o procediendo a una nueva convocatoria". Fuentes de Sanidad, sin embargo, añadieron que "es casi seguro que deberá repetirse la oposición, y lo mejor es que sea lo antes posible para arreglar este entuerto".

La Federación de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT), que agrupa a todos los afiliados que trabajan para la Comunidad de Madrid, declinó ayer ofrecer su versión de lo ocurrido mientras no concluya la investigación.

Los resultados de la oposición no se habían hecho públicos y Sanidad sólo los ofrecerá si "la investigación en marcha demuestra que no ha habido ninguna irregularidad y que todos los aspirantes concurrieron en igualdad de condiciones". "Además", recordaron fuentes del Gobierno regional, "estos resultados pueden ser ahora utilizados por el juez en su investigación".

Tensión en los hospitales y una pregunta reveladora

La semana ha sido especialmente tensa entre los celadores que se presentaron a la oposición el pasado domingo que trabajan en los hospitales públicos. "Aquí se puede cortar el aire con un cuchillo", explicó una celadora del Ramón y Cajal. "Los que estuvieron en la prueba de UGT callan, pero sabemos quiénes han ido aunque ahora no lo quieren admitir y se hacen los longuis", añadió.

"Son unos listos. Lo peor es que no se están solidarizando nada con los demás, los que fuimos al examen a ciegas. Si a mí me pasa lo mismo, pues lo admito y repito el examen en igualdad de condiciones. Pero no me parece bien que ahora digan que no sabían nada", explicó otro celador que trabaja en el hospital Clínico San Carlos.

Un compañero que sí estuvo en la prueba de UGT se defendía así: "Nos están acusando injustamente. Yo pagué por un curso que incluía un examen de prueba. Y la hicimos sin que nadie nos dijera qué preguntas iban a salir el día siguiente. No lo sabíamos. Luego coincidió que sí. Si esto nos dio ventaja, que repitan la prueba. Pero no creo que deba aguantar los reproches de los demás como si yo lo hubiera organizado todo y fuera un tramposo".

La tensión y los rumores de que varios aspirantes a las oposiciones habían tenido acceso a algunas preguntas empezó a correr el mismo domingo, en los corrillos que se formaron a la salida de la prueba, según han confirmado varios aspirantes.

"A partir del lunes, en los hospitales, los celadores interinos no hablábamos de otra cosa", explicó uno. "El problema era demostrarlo", añadió otra. Por ello, los celadores que se sentían discriminados por la filtración han intentado a lo largo de la semana comparar los dos cuestionarios: el de la oposición y el que UGT facilitó a afiliados y a alumnos de su curso el pasado sábado. Muchos conservaban el cuestionario oficial. "Conseguir el otro ha costado mucho más, porque la gente que lo tenía, claro, no quería admitir que habían hecho trampas", asegura una celadora.

Pero tras obtenerlo, a ninguno le quedó ninguna duda. "No es que haya 21 pruebas idénticas y cinco más casi iguales. Es que hay una que está mal en el examen oficial y resulta que tiene el mismo error en la prueba de UGT", afirmaron estos aspirantes, que trabajan en el hospital Clínico.

La pregunta en cuestión es la número 60 del examen oficial y la 7 del de UGT. "La posición dorsal inclinada, aproximadamente 45 cm, con respecto al plano, se denomina: a) Fowler. b) Decúbito supino. c) Decúbito dorsal: d) Trendelenburg".

El error que se ha colado en ambas preguntas es que la posición inclinada del paciente no se mide en centímetros, sino en grados. "Cuando lo vimos, no sabíamos si llorar o montarla", dijo un aspirante. "Puede haber sospechas, pero cuando ves algo tan evidente, ya no te queda ninguna duda de que te han estafado".

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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