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Los padres de alumnos de un colegio público piden que deje de ser "un gueto"

Uno de cada tres estudiantes del Virgen del Cortijo, en Hortaleza, necesita apoyo

Soledad Alcaide

Un autobús recoge cada día en el barrio de Los Olivos, en Hortaleza, a 29 niños de entre 3 y 12 años de etnia gitana. Su destino es el colegio público Virgen del Cortijo, en la avenida de Manoteras. Allí estudian otros 20 niños de la misma etnia que viven en Sanchinarro y también 47 escolares de origen extranjero. Eso implica que uno de cada tres chicos del centro (288 alumnos) necesita apoyo para su educación. Para que el centro deje de ser un gueto, la asociación de padres pide a Educación que algunos alumnos del autobús sean repartidos en otros centros.

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En su camino al colegio, el autocar, pagado por la Consejería de Educación, rebasa los centros concertados de Asunción Cuesta Blanca, Valle y Valdefuentes, así como el colegio público Adolfo Suárez, sin parar en ninguno. Esto es precisamente lo que reclama la asociación de padres y madres de alumnos del Virgen del Cortijo: que el autobús pare en estos centros para repartir a los escolares de etnia gitana y que su colegio deje de ser un gueto.

Ninguno de los centros concertados tiene alumnos de etnia gitana y en el Adolfo Suárez, el otro público, hay 11 escolarizados. Según CC OO, la escuela pública acoge en la región al 79% de los estudiantes con necesidades educativas especiales (que requieren apoyo para poder seguir el nivel de su clase) y la privada -que incluye a los colegios concertados- al 21%.

La Consejería de Educación responde que ningún padre ha pedido el traslado de sus hijos y que prima su libertad de elección. Una portavoz asegura que los alumnos ya escolarizados sólo pueden cambiar de centro si es a petición de su familia o porque se inicie un expediente disciplinario y haya que trasladarlos.

Escolarización de oficio

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Hace 25 años que estudian en el Virgen del Cortijo los niños del asentamiento gitano del barrio de Los Olivos. Hasta ahora esta escuela era el único centro público de la zona y convivía con el concertado Asunción Cuesta Blanca. La Administración regional escolariza de oficio a sus habitantes y les proporciona autobús y comedor gratuito.

La situación cambió hace dos años, cuando abrió otro colegio público en el barrio, el Adolfo Suárez, y comenzó la construcción de dos nuevos centros concertados, el Valle y el Valdefuentes, que abrieron sus puertas en septiembre.

Los padres de los alumnos del Virgen del Cortijo se movilizaron en abril y escribieron cartas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y al consejero de Educación, Luis Peral, para reclamar que los escolares gitanos fueran repartidos en los nuevos centros, más cerca del barrio de Los Olivos que del suyo. El responsable de su área educativa prometió estudiar la situación.

"Estos alumnos vienen juntos, son sobrinos y primos, y es imposible su reinserción, porque el colegio se ha convertido en un gueto, pese al esfuerzo de los profesores", asegura Leonor Trujillo, presidenta de la asociación de padres y madres del Virgen del Cortijo, que recalca que no quieren echar a los alumnos, sino que sean compartidos con el resto de escuelas. "Es de justicia. No hacemos más que reclamar que se cumpla la legalidad, que es que los alumnos con necesidades especiales estén en todo tipo de centros", agrega.

La razón, aclara, es que así se reduciría la sobrecarga que tienen los profesores, porque la mayoría de los alumnos gitanos tiene lo que se denomina desfase curricular (retraso en el nivel educativo que tendrían que tener por su edad) y al repartir a los alumnos mejoraría su reinserción.

Estos escolares suelen tener problemas de absentismo y falta de apoyo en casa para hacer los deberes. "Estos niños no suelen escolarizarse en educación infantil y cuando llegan a primaria no tienen hábitos, como sentarse o no hablar en clase", explica Trujillo. "Educar a estos chicos cuesta mucho trabajo".

Otra dificultad añadida es que el Virgen del Cortijo es, desde este curso, centro bilingüe. "A la larga tendremos que desdoblar las clases, porque será muy difícil que ellos den en tercero Ciencias Naturales en inglés si ya tienen desfase con el castellano", apuntan fuentes del profesorado.

El consejero de Educación, Luis Peral, aseguró ayer que los concertados no han tenido estudiantes gitanos porque no ha habido peticiones de sus familias. Pero prometió que el próximo curso propondrá a los padres de los nuevos alumnos que vayan a los centros concertados. "En el caso de que dijeran que sí, se tramitaría el comedor y el autobús igual que ahora", agregó. "La decisión final la tiene la familia y, si quieren ir al Virgen del Cortijo, irán, porque prima el derecho a elegir centro".

Choque con la integración

"Un gueto no es un espacio para la educación y choca con la integración de las minorías", afirma el portavoz de Educación de CC OO, Francisco García. "La postura del sindicato es intentar acabar con los guetos y en favor de una distribución equilibrada de los alumnos inmigrantes y con necesidades especiales en los centros", agrega.

Las cifras del sindicato indican que la enseñanza pública madrileña recibe el 79% de los alumnos con necesidades especiales, frente al 21% de la privada. También el 69% de los escolares de garantía social (bajos recursos económicos), frente al 31%, de la escuela privada.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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