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El temporal causa 150 kilómetros de atascos en los accesos a Madrid

La festividad escolar redujo el tráfico en el centro, pero la nieve colapsó las vías de entrada

El tráfico de Madrid ofreció ayer dos caras. Las entradas y salidas estuvieron marcadas por los largos atascos -150 kilómetros en total- provocados, en gran medida, por la nieve caída durante la noche. Las carreteras más colapsadas fueron la de Colmenar (M-607), con 34 kilómetros, y la M-618, con 22 kilómetros. Los usuarios de las autovías A-1, A-2 y A-6 padecieron también fuertes retenciones. Sin embargo, los colegios cerraron ayer por la festividad de Santo Tomás de Aquino, lo que redujo el tráfico de autocares y facilitó la movilidad en el interior de la capital.

"Llegué una hora antes de mi cita", contaba María, una conductora. "A las 8.20 salí de Arturo Soria hacia Moncloa. Lo hice una hora antes de lo acostumbrado, previendo atascos". Por una vez, sus planificaciones fueron en vano: a las 8.35 ya estaba en una clínica del barrio de La Concepción, donde tenía cita. Tiempo récord.

Distinta fue la suerte que corrió Cristina. Debía ir desde su casa en Las Rozas hasta Moncloa, por la A-6 (carretera de A Coruña). "Tardé una hora y media en hacer 36 kilómetros. ¡Una barbaridad!", protesta.

María y Cristina reflejan las dos caras que ofreció ayer el tráfico madrileño. Según el Ayuntamiento, cada día se produce medio millón de entradas -y otras tantas salidas- por las carreteras de acceso a la ciudad. A esos conductores afectó más el temporal de hielo y nieve que se desató en la región durante el fin de semana. La Dirección General de Tráfico (DGT) informó a media mañana de que la M-607 -carretera de Colmenar- era la vía más afectada, con 34 kilómetros de tráfico lento en ambos sentidos debido al hielo. Además, la M-618 presentaba 22 kilómetros de retenciones en ambos sentidos a la altura de Colmenar Viejo.

Entre las vías de circunvalación, las más complicadas eran la M-45 y la M-40, que registraban 25 kilómetros de tráfico lento en plena hora punta. La retención se agravaba en dirección a la A-1 -carretera de Burgos-. Por momentos, el atasco obligó incluso a los automovilistas a detenerse. Otras vías con retenciones fueron la A-2, en San Fernando de Henares, y la A-1, en San Agustín de Guadalix, ambas con retenciones de hasta nueve kilómetros.

En la M-225, a la altura de Corpa, había nieve a lo largo de 10 kilómetros. La M-233, por su parte, tenía tres kilómetros de nieve a la misma hora, lo que ralentizaba el tráfico. Muchos turismos tuvieron que circular con marchas cortas.

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Tramos helados

En la M-226, cerca de Los Santos de la Humosa, otros tres kilómetros de nieve dificultaban el tránsito en ambos sentidos. Por último, la M-616 tuvo varios tramos helados, entre los puntos kilométricos 3 y 6, dentro de Alcobendas. Las condiciones meteorológicas hicieron que los automovilistas debieran emplear más de una hora para llegar desde allí hasta la entrada de Madrid.

"Ayer no fue un día normal", apuntó Rodrigo Roche, portavoz de la Concejalía de Seguridad. "Se juntó el hielo y el festivo [Santo Tomás de Aquino] escolar, así que fue una jornada difícil de evaluar", explica. Según las alertas recibidas en el Área de Movilidad del Ayuntamiento, la hora punta finalizó antes de las diez de la mañana, media hora antes de lo acostumbrado.

"Hubo retenciones en la A-1, A-6 y en la M-607. En todas se notó una merma en la velocidad, sobre todo al entrar en Madrid", detalló este responsable. Sin embargo, el funcionario descartó que se hubieran necesitado cadenas para facilitar el desplazamiento de los vehículos, o que se congelase algún tramo de la carretera.

El Ayuntamiento de Madrid puso en marcha el Plan Nevada en la noche del domingo. En él participaron más de 550 personas y 214 máquinas, entre esparcidoras de sal, palas cargadoras y vehículos ligeros. En total, se emplearon 514 toneladas de sal para fundir la capa de hielo sobre las calles de la ciudad.

La nieve y las heladas también castigaron a peatones y motoristas. "La pintura de los pasos de cebra es resbaladiza", advierte la conductora María. Hace meses, y ante las quejas recibidas, Pedro Calvo, concejal de Seguridad, se comprometió a cambiarla, pero aún no lo ha hecho.

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