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Las diputaciones deben elaborar en un mes un plan de contención del 'cáncer' del pino

Si las administraciones no detallan las zonas afectadas se declarará infectado todo el territorio

Las tres diputaciones deberán elaborar antes de un mes un informe detallado sobre la afección a los pinos del hongo fusarium, que ha dañado a importantes masas forestales de Guipúzcoa y Vizcaya. El estudio, exigido por el Ministerio de Agricultura, debe incluir los montes dañados y los costes económicos. Guipúzcoa dice que trabaja en el informe desde el verano y Vizcaya asegura que lo tendrá el 1 de diciembre. Álava no ha detectado focos. Fuentes del sector forestal censuran el "secretismo" con el que se ha llevado este asunto y dudan de que los informes requeridos se presenten dentro de plazo.

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El fusarium es un hongo que causa la enfermedad del chancro retinoso, que produce en los árboles la aparición de resinaciones abundantes. El llamado cáncer del pino constituye ya un serio problema en países como EE UU, Suráfrica, Chile, Haití o México. En España está entrando por la cornisa cantábrica y en Euskadi afecta a Vizcaya y Guipúzcoa. La especie forestal que se ve esencialmente afectada por la enfermedad es el pino de las especie radiata o insignis. El hongo, que puede causar la muerte del árbol, se extiende por el aire y le afecta por las heridas de poda o de inclemencias meteorológicas como los granizos.

Las especies coníferas suponen casi el 70% de la superficie forestal arbolada de Euskadi, por lo que la incidencia del fusarium puede provocar un gran daño. Ante esta situación, el Ministerio de Agricultura promulgó en mayo pasado una normativa, el Real Decreto 637/2006, para erradicar el hongo en toda España, para el que fueron consultadas las comunidades autónomas y entidades del sector forestal. "El problema es que, si para el 1 de diciembre no están los informes, todo el territorio se declararía contaminado por el fusarium", señala un experto forestal.

El decreto establece la obligatoriedad de realizar prospecciones y controles sistemáticos en los montes, tanto a través de inspecciones visuales como con recogida de muestras para ser analizadas en laboratorios. El ministerio, que fija la obligatoriedad de realizar al menos un estudio anual, obliga a delimitar "zonas demarcadas", que incluyan la parte en la que se ha descubierto el fusarium y un área perimetral de seguridad "de una anchura no inferior a un kilómetro".

Asimismo, se insta a realizar una investigación epidemiológica "del origen de todo el material" que pudo causar la contaminación. El decreto obliga a que antes del 1 de diciembre se presenten los resultados de las prospecciones, las zonas donde se ha comprobado la ausencia del hongo y las áreas afectadas, "detallando las masas forestales contaminadas" y otros datos sobre las investigaciones realizadas para conocer el origen de la contaminación. Todo ello, con información de los "gastos previstos y realizados" en aplicación de las medidas de erradicación. La Diputación de Vizcaya asegura que dispondrá del detallado informe el 1 de diciembre. En una comparecencia ante las Juntas, el pasado día 27, el director foral de Montes, Agustín Sarría, dijo que las prospecciones se realizan "desde hace tiempo", pero no aportó datos sobre el estado del informe pedido por el ministerio. La Diputación vizcaína ha anunciado la elaboración de un decreto que "desarrollará" el del ministerio.

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Guipúzcoa asegura que realiza el informe pedido "desde que salió en decreto", señaló un portavoz, mientras que en Álava la Diputación afirma que no existe por el momento ningún foco de la enfermedad, aunque no se descarta que puede avanzar desde la costa hacia el interior.

El optimismo de la Administración contrasta con las opiniones de expertos forestales, que critican el "secretismo" con el que se ha llevado este asunto y el hecho de que no se conozcan todavía datos de la superficie que estaría afectada por el fusarium. "No les va a dar tiempo, porque no sólo hay que delimitar las zonas sino también establecer las medidas económicas", afirman. Las fuentes consultadas indican que en otras comunidades como Cantabria y Asturias ya se ha actuado con la eliminación de las superficies de pino afectadas.

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